Los Calladitos Son Los Peores.

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Mitrox decidió irse al lugar donde estaban sus amigos, era incómodo el momento, como cuando escuchabai a tus viejos culiar, así.

Mientras que los chicos seguían sumidos en su propio momento, casi ignorando que estaban sus amigos ahí mismo.

El mayor decidió cortar el beso y tomar de la mano al chico que apenas estaba abriendo los ojos.

Lo llevó a su habitación y cerró con llave, no lo tiró a la cama altiro, primero tenía que ir al baño a buscar protección, pero Cristian lo volvió a agarrar a besos ahí mismo en el baño.

El mayor lo subió al mueble que estaba ahí y se colocó entre sus piernas, comenzó a meter sus manos bajo la polera del chico mientras besaba y mordía su cuello, acariciaba lentamente cada centímetro de su piel, aunque sabía que quizá mañana no sé acordaría, quería grabar en su mente la sensación de la piel del chico que tanto amaba.

Cristian se quitó sus lentes y también se los quitó al Seba, los dejó en algún lado, tomó su cara y la estampó contra la suya en un apasionado beso, se sentía tan bien y tan irreal, nunca se había sentido tan caliente, ni siquiera con su polola.

El chico le quitó la polera al menor mientras hacía lo mismo con la suya, siguió besándolo y mordiendo cada parte de su piel, comenzó a simular embestidas contra la ya dura erección de su pareja.

El menor por su parte agarró la cadera del mayor y comenzó a apretar sus glúteos mientras empujaba su cadera contra la suya, sus pechos estaban pegados, comenzó a gemir en el oido del mayor mientras esté lamía su cuello y masajeaba su abdomen y pezones.

Ah, ngh, Seba—le dijo al oído mientras suspiraba.

—¿Y me deci a mí afeminado? Mirate, mira como estay gimiendo—le dijo mientras le sonreía y tomaba su nuca para estampar otro beso.

El mayor comenzó a desabrochar su pantalón y el de su pareja para luego comenzar a masturbar los miembros de ambos.

—Ya tenemos claro que tus 16,5 no le ganan a mis 17,2 ¿Cierto?.

—Si ya me dejaste en claro quién es el hoyo del queque—dijo mientras ambos se reían y continuaban con lo suyo entre risas y gemidos.

El mayor continuó con su pega mientras se miraban fijamente, el Cristian estaba con la boca medio abierta y con un gemido ahogado en su boca, se veía terrible rico.

Llegó un punto en el ya no se aguantaron las ganas y el mayor tomó en brazos al sad boy y lo tiró a la cama.
Ahora sí se dedicó a desnudarlo y a recorrer cada parte de su cuerpo, no hubo ningún lado que no tuviera chupones y mordidas, comenzó a dedearlo mientras lo seguía besando.

—Seba espérate que me duele, agh, espérate te dicen.

El mayor ya llevaba mucho tiempo aguantando así que siguió con lo suyo, lo calló con un beso y metió otro dedo.

El Cristian en la vida juró que el mayor fuera tan dominante para sus cosas, como le decía su mamá, "Los calladitos son los peores".

—Ya a ver, espérate—dijo para quitar al mayor de encima y subirse encima de el—Si no eres el único que se está aguantando.

Comenzó a acariciar el pecho del mayor mientras lo besaba, le quitó los boxers y los tiró literalmente a la mierda, su destino final fue en el fierro de la cortina, empezó a moverse encima del miembro, colocándolo entre sus glúteos, simulando directamente lo qué tantas ganas tenían de hacer.

—Conchetumare Cristian, uff, no hagai eso.

El mayor lo tomó de las caderas y comenzó a aumentar la velocidad de la frotación mientras el menor se afirmaba de su pecho.

¿ᴇɴ ꜱᴇʀɪᴏ ɴᴏ ᴛᴇ ᴀᴄᴏʀᴅᴀɪ? [MoaiGhost]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora