Confundido

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—Dy-Dylan, porfavor, porfavor para, ya es mucho—decia el menor mientras lloraba y trataba de girarse, siendo evitado por la fuerza del mayor, el cual no habia dicho ni una sola palabra en todo el encuentro—Dylan, basta, porfavor ¡PORFAVOR!.

Con el grito final, saco del "trance" al mayor.

—¿Q-Que?.

—Su-sueltame, por favor—decia el menor entre lágrimas, aún sin entender porque el mayor hacía lo que hacía.

El Moreno estaba enojado, estaba confundido, por lo que hizo y lo que hace, sacó su pene del chico el cual de inmediato tomó una toalla y se fue de ahí.

El mayor aún atónito, sólo decidió ducharse y masturbarse, obviamente no podría quedarse así, tratando de pensar en lo que hizo.

Luego de unos minutos, el mayor salió de aquel baño encontrándose al menor sentado en su cama, con sus cosas listas pero aún en toalla.

—César...

—Dylan, te voy a pedir que te vayas porfavor, quiero bañarme tranquilo, luego tomo un uber para la casa.

—Pero...

—Porfavor, te estoy pidiendo eso y nada más—dijo para levantarse y encerrarse en el baño, poniendo el pestillo de una manera brusca.

El moreno decidió hacer caso a su pedido, después de todo, no tendría sentido rehusarse, no estaba en ningún tipo de derecho.

Las cago, simplemente las cago.

Luego de 5 minutos, con el sonido de la ducha, se fue, aquel pasillo que la noche anterior parecía en camino al paraíso, ahora sólo se sentía como una ida al infierno, sobretodo cuando entró al ascensor.

Se sentía en una bajada hacia el dolor, no podía controlar ni su sentir ni sus impulsos, ni el mismo sabía porque hizo eso, quizá por la rabia de no poder amar al rubio como merece o por no aceptarse a sí mismo.

Por otra parte, estaba el menor, llorando en la ducha, preguntándose que había hecho, porque el mayor de comportó así, sabía que el no tenía culpa, pero aún así la sentía.
Ni mencionar el hecho de ya no reconocer su cuerpo, aquellas marcas que antes le parecieron un hermoso recuerdo, se vio opacado por el dolor que sintió, tenía que cagarlas a última hora, nunca había sentido una frustración tan grande.

Terminó de ducharse, se vistió con algo de dificultad y salió, trató de dejar lo más ordenado posible para pedir un uber e irse lo más rápido posible de ahí , con el nudo de garganta más grande que alguna vez haya tenido.

¿Pará qué tanto webeo?
Se hacía esa pregunta una y otra vez, para que ir al hotel más caro, ser tan romántico, ser tan todo para que al final terminarán así.

Salió de aquel hotel lo más rápido posible y espero.

Cuando por fin llegó aquel auto, decidió despedirse para siempre de aquel hotel donde casi, vivió lo mejor de su vida.

El chófer era un buen tipo, trataba de meterle conversa y animarlo, sabía que algo había pasado pero, obviamente, no logró nada, por lo cual simplemente se resignó a ser el chofer callado de turno.

Al llegar a casa, su familia lo inundó de preguntas, había estado fuera de casa mucho tiempo, con la fuerza que le quedaba, trato de verse feliz, después de todo, había emprendido un viaje solo para que luego de años, sus amigos pudieran estar juntos.
Contó la historia lo más contento que pudo, aunque, se le apretaba el corazón una y otra vez cada vez que nombraba al moreno.

Lo mismo sucedió con el mayor, solo que este dio un par de detalles más a su madre, tratando de decir las cosas, solo dijo:

"No creo que haya posibilidades con el César mamá, siempre seremos amigos porque simplemente, no funcionamos."

¿ᴇɴ ꜱᴇʀɪᴏ ɴᴏ ᴛᴇ ᴀᴄᴏʀᴅᴀɪ? [MoaiGhost]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora