Una Historia Con SCP's [Discontinued]

Cap 21

Narra TN.

Lo último que recuerdo fue su risa y después... Oscuridad.

— Hola, ¿Estás ahí? — escuché una voz masculina, estoy seguro que la he oído antes.

Abro mis ojos, no estaba en la fundación, al menos eso creo.

— ¿D-donde estoy? — dije tras toser un poco, aún tengo la sensación de tener las manos de 106 sobre mi cuello.

— Estas muerto — dijo el hombre con traje anticuado.

— ¿en serio?

— Es broma. Estás en un coma, y aprovecho esta oportunidad para poder dialogar contigo y ver si eres realmente tú. — respondió el hombre haciendo señas para que le siguiera.

Me levanté del pavimento y caminé junto con él, caminábamos por un parque.. Espera.. ¿Es ese el monumento de Lincoln? Sí, se supone que debería estar ahí.. Pero no hay nada, solo escombros de lo que alguna vez fue el monumento en honor a Abraham Lincoln.

— Lindo paisaje, ¿verdad?— respondió el hombre tomando asiento frente a las escaleras del ahora destruido monumento. Me senté al lado derecho de aquel hombre.

— Esto parece una pesadilla, pero al menos el atardecer es bonito — dije tratando de evitar el obvio hecho que este lugar estaba irreconocible a como era antes.

— Ehm... No es un atardecer, es más como un invierno nuclear pero más grande. — respondió viendo los tonos amarillentos y rojizos del cielo.

— Oh.

— Ese es tema para otra charla, quería hablar contigo de algo muy importante.

— ¿Qué es?

— Tú eres TN, ¿o me equivoco?

— Correcto.

— Necesitas despertar. — su tono de voz pasó de amigable a una seriedad fría.

— ¿De qué estás hablando? — pregunté en confusión.

— Él te lo dijo, ¿verdad? Que tu olor es como SCP-231. — Su rostro era serio, pero ocultaba un gran temor, y no estoy seguro si también sea algo que yo deba tener también.

— Lo dijo... En efecto.

— Bien, ya tienes una pista por donde empezar. Por desgracia nuestro tiempo se terminó, espero que te recuperes de tu cabeza. Te estaré cuidando, TN. — mencionó aquel hombre antes de empujarme a un abismo en el suelo.

... ¿Abismo?...

Abro mis ojos una segunda vez.

Una tenue luz de vela cubre la habitación. Recuerdo este lugar.

Me levanto del suelo ensangrentado y doy vueltas, no es un lugar muy grande y la única salida se ve bloqueada por barrotes. ¿Es acaso este lugar una prisión? No... Es algo peor que eso, lo presiento.

Un chirrido hace eco en aquel calabozo, varios pasos suenan por el lugar haciéndose cada vez más fuertes. Llegan a la celda en donde estaba, llevan un saco.

— Oigan, ¿saben dónde-...? — lanzan el saco, me atraviesa como si fuera aire, el costal cae con fuerza sobre el suelo y se oye un quejido.

Rápidamente los tres hombres entran a la celda y abren con una navaja de bolsillo el costal. Salen de la celda y nos encierran.

Volteé a ver al costal, había alguien adentro, el pequeño individuo se las arregla para salir de la bolsa y lanzarla tan lejos como pudo.

Estaba asustado, pude notarlo. Respiraba agitado mientras veía a su alrededor.