Una Historia Con SCP's [Discontinued]

Cap 30

"Decidiste hacer esto y lo sabes."

Si fuera así, no hubiera sucedido nada, ¿no lo recuerdas?

Narra TN

Pasaron 5 meses ya, al menos eso creo. Ya había reunido todo para poder ponerle fin a esta locura. Aún lo sigo viendo en sueños, incluso lo veo en frente mía estando despierto. Me ha estado ayudando a preparar todo y, si todo sale como él me lo cuenta, ya no habrá nada más porqué preocuparse.

— ¿Ya tienes todo?

— Completamente todo, ¿me acompañarás?

— Solo soy tu guía, no podré hacer nada más.

— Basta con eso, andando.

Me puse de pie y levanté la mochila que tenia guardada, fui hasta la puerta y la abrí. Este tiempo me sirvió para explorar un poco lo que puedo hacer.
La fundación seguirá creyendo que estoy en mi celda al igual que las demás.

Lo lamento, chicas, pero por mucho que odie decirlo, no las quiero a donde to voy. Lo comprenderán más tarde.

La puerta B debería estar abierta ahora, llevo tanto tiempo viendo la misma rutina que moverme por allí sin ser detectado es como un paseo por un parque.

Ellos jamás sabrán que me escapé, al menos confío en que no pasará.

Pasar por la puerta B era rutinario, ya sabía por dónde ir y escalar, poco tardé para encontrarme fuera de las instalaciones. La luz del sol empezó a caer con fuerza sobre mí. ¿Cuanto tiempo no he visto la luz de esta manera?

— ¿Y ahora qué?

— Un hombre pasará por aquí, síguelo y, cuando menos te lo esperes, ya estarás ahí

A unos metros de mí apareció el hombre, parecía un tipo común y corriente, sin embargo, llevaba la vista perdida. Me acerqué a él, no parecía notar mi existencia.

— Uhm... ¿Hola?

Sin respuesta. Él solo fijó la mirada en el sol y empezó a caminar lentamente hacia la nada. Pretendí seguirlo, así que empecé a caminar.

Sentí un golpe repentino y después nada. Parecía hacer soñado, estoy seguro que sí estoy soñando.

Todo se veía oscuro, todo era frío pero sabía que ella estaba ahí.

— Aguarda, por favor. Te juro que te encontraré y... —

Desperté. Me sentí cálido, como si alguien me abrazara. Luego frío.

Un charco de sangre, un cadáver colgado encima de mí. Sangre en todo mi cuerpo.

— Qué diablos...

—Al fin despiertas

— ¿quién eres tú? — pregunté confundido

— Eso da igual ahora, vienes por tus hermanas, ¿no?

— ¿C-cómo lo sab-?.. ¿Hermanas?

— No parabas de repetirlo, niño. Parecías bastante preocupado

Estaba confundido, ciertamente. Mis alrededores, la persona delante mía y el charco de sangre donde estaba echado.

— Mira, ellos se metieron con el hombre equivocado, en mi camino hacia aquí, te encontré deambulando con una maleta en la mano.

— ¿Y cómo explicas el cadáver arriba?

— Ah, sí. Unos cuantos fisgones que tú y yo eliminamos mientras estabas durmiendo.

— ¿Durmiendo?

— No sé qué diablos hayas inhalado, pero acabaste con 17 de ellos antes que yo tan siquiera alcance a matar al primero.

Me contó que hace un tiempo, mucho tiempo, en realidad, ellos se encargaron de asesinar a su hija por negarse a hacer un sacrificio. Contó, además, que el esposo de su hija desapareció días atrás de aquel incidente, una cadena de sufrimiento para aquel hombre.

— Y bien.. Esa es mi historia, ¿qué hay de ti?

— Ellos nos buscaban, querían asesinarnos, yo apenas logre escapar, con el sacrificio de Anne, mi hermana.

— Así que ahora buscan a niños para traer de vuelta a su Dios. Vaya tira de desgraciados.

— Así parece, señor.

Él se levantó de su asiento. Se estiró y sacó una bolsa para dormir.

— Será mejor que duermas.

— Eso haré.

Continuará...