Capítulo XII

177 8 0
                                    

-Hola cariño te tengo que decir una cosa..-

-Dime mamá- le dije con tono alegre (falsamente).

-Me dijiste que estabas enamorada de Jesús ¿no?-

-Sí mama... ¿por?¿Hay algún problema?- le conteste asustada.

-No tranquila, lo que te quería decir es que...-

-Dime mamá no me pongas nerviosa-

-He estado hablando con Eva y esta dispuesta a acogerte durante un año en Mairena del Aljarafe y si va bien ya veríamos si mudarnos.-

¡MAMA TE QUIERO!¡GRACIAAS!- beso-¡GRACIAAS!- beso

-Anda pelota ve y haz la maleta te vas mañana-

-Voy...-

Subí e hice la maleta rápidamente. Metí medio armario dentro.

Me hice una ensalada y me fui a la cama.

Al día siguiente me despertó mi madre dándome besos en la mejilla.

-Despierta cariño en una hora sale el tren-

Me levante de la cama y me vestí con una blusa azul celeste y unos vaqueros negros rotos con unas botas y un cuello gris. Por terminar me puse una boina gris y me maquille los labios rojo pasión, la raya y rimel.

Baje las escaleras y del perchero me cogí la chaqueta de cuero negra.

Desayuné un tazón de cereales, una tostada con mermelada y un zumo de naranja.

Había un taxi esperando en la puerta así que baje corriendo las escaleras y me dirijí hacia abajo.

-Adiós mama- le dije abrazandole- te echaré de menos.-

-Y yo cariño y que no se te olvide hablar por Skype-

-No mama...- salí de la casa y me metí en el taxi.-

Estuve durante el camino escuchando música en mi ipod y al llegar a la estación me senté en mi asiento y con la música me dormí.

Al llegar me desperté gracias a que la gente no paraba de gritar. Aquí hacia bastante calor.

Bajo del tren con la maleta y me voy directa hacia donde están todos las personas que recogen a las demás. Al llegar no veo a nadie.

Avanzó un poco más y veo a Eva. Sola. ¿Y los demás?

Avanzó hasta ella y nos damos dos besos. Le pregunto oír los chicos y me responde que ellos no lo saben que iba a ser una sorpresa, to asiento y nos dirigimos hacia el coche.

Llegamos a su casa. Es rosa. Más pequeña pero la mía pero muy acogedora.

Entramos en la casa sin hacer bastante ruido.

-¿Donde están?- le susurro a Eva.

-Arriba- me responde de la misma forma.

Subo las escaleras sigilosamente y paso a la habitación de Dani. Que conste que no lo he hecho aposta. No me conozco la casa.

Nos damos un beso (en la mejilla) y un abrazo.

-¿Donde esta Jesús?-le pregunte en voz baja.

El no me respondio estaba como ¿nervioso?

Salí de la habitación y empecé a abrir puertas, la del baño, la de la habitación de sus padres la mía, que por cierto es bastante espaciosa, me gusta mucho, y me faltaba una la que estaba al final del pasillo.

Abrí la puerta y me encontré con lo último que quería ver. Era...

Dulce chocolate. (Gemelier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora