Dulce chocolate. (Gemelier)

Capítulo XXIV

Los días pasan y ninguno de los dos despierta. Ahora estoy dentado en uno de los sillones que hay al lado de Jesús.

No ha sucedido nada interesante. Me pongo a mirar por la ventana a los niños pequeños jugando al pilla pilla. Os estaréis preguntando que es lo que paso al final con la niña. Bueno pues convencí a mi prima/madrina de que se la quedara ya que su marido es estéril y no pueden tener hijos.

Una lágrima se cae por mis mejillas al recordar todo lo que he pasado con Jesús y Dani. Me acerco a Jesús y le cojo la mano. Una lágrima cae de mis mejillas a su mano y se la limpio rápidamente. A adelgazado mucho estos días. Esta mucho más delgado y pálido. Me acerco a el depositando un dulce beso en sus labios y separando me de este. Me vuelvo a sentar en el sillón sin soltarle la mano y como todos los días hago, le cuento todo lo que ha pasado durante estos días. Derrepente noto una fuerte pero pero a la vez débil presión sobre mi mano, Jesús había movido la mano.

-¡VAMOS JESÚS YO CONFIO EN TI!¡SE QUÉ PUEDES ABRIR LOS OJOS!- dije con esperanza

Jesús abrió lentamente los ojos y al final pude ver sus preciosos ojos. Sus marrones almendra ojos.

Lloraba de la alegría. Me puse a saltar por todos lados pero no me había percatado de él. Me acerque corriendo a el y fui a darle un beso, justo cuando apartó la cabeza.

-¿Quien narices eres?- dijo con tono frustrado.

-Soy tu novia- dije borrando la sonrisa de mi cara.

Salgo corriendo de la habitación y llamo a un médico. Yo estoy esperando aqui en la sala de espera. El médico sale y veo a Jesús con una gran sonrisa. Se acerca a mi corriendo y me da un gran beso en mis labios. La sensación era como la primera vez. Mariposas... ¡un zoológico dentro de mi!

-¿Ya te acuerdas de mi?- dije esbozando una tonta sonrisa.

-Claro mi amor- dijo volviendo a besarme.

Firmaron el alta y salimos del hospital.

Nos fuimos a casa de los gemelos, y toque al timbre. Me abre Eva con una cara triste porque aun no sabe que su hijos han despertado del coma. Si, Dani también. Derrepente salta Jesús hacia mi dejando verse hacia Eva.

Ambos se juntaron en un un abrazo familiar y cerraron la puerta delante de mis narices. Me sentó un poco mal... pero bueno es normal que quieran reconciliarse sin la novia de por medio.

Voy camino al hospital. Entró en la habitación de Dani y lo veo sentado mirando a un punto fijo. Laura no está. Me percató de que todavía no se ha dado cuenta de que estoy hay. Me acerco a el y le abrazo.

-¡Se quien ha sido!- fueron sus palabras justo antes de separarme de él...