Capítulo II

277 18 3
                                    

Mientras todos se comían los aperitivos salados, yo cogí los regalos que había comprado con mi madre.

Me acerque a cada uno les di su regalo,  les dije que no lo habrieran hasta que yo les dijese.

Al padre le compré un smocking negro con una corbata azul claro.

A la mujer le compré un vestido azul celeste por encima de la rodilla.

Y al hijo como no sabia como era le compré un móvil.

Mientras todos esperaban mis señal para abrir los regalos yo me acerque a la mesa que había en la parte de atrás del sofá donde estaban sentados.

Cogí unos papeles que estaban depositados. Esos papeles solo sabíamos lo que eran mi madre,  que es la que los consiguió y yo.

Les di la señal para que lo abrieran y a todos les gusto el regalo.

El chico que me ha salvado de dos caídas no podía imaginarse que alguien pudiera regalar un móvil.

Yo le toque un poco el hombro y el al notarlo salto.

-No puedo aceptarlo. Lo siento- me dijo el con una carita aun de asombrado.

-No. Es un regalo. No me hagas el feo anda.- le dije yo con una sonrisa un poco sonrojada.

El asintió. Y le di un beso en la mejilla. Un poco cerca de los labios ya que sin querer se giro justo cuando iba a dárselo.

Los dos soltamos una breve sonrisilla sonora.

-Si me diculpais voy un momento al baño - dije levantandome.

Me levante y me acerque a la puerta del baño.

Me mire en el espejo y me peine un poco. Me mire bien. Sonreí y volví a salir de allí. Me senté y comenzamos una charla.

El chico estaba alejado de nosotros así que me levante y me senté con el en las escaleras.

-Holaa...- dije yo sonriendo y sentandome con el...

-Ho..Hola...- dijo el mirándome.

-¿Y eso que no estas allí con todos?- dije yo amable.

-No me apetece escuchar charlas aburridas sobre política de mayores.- me dijo el apunto de soltar una carcajada.

Yo me reí. Me levante y le tire del brazo para que se levantara.

Le lleve con todos y le dije que se sentara en mi asiento.

Como yo no tenía asiento me quede de pie.

Me empezaron a doler los pies debido a los tacones. El joven se me acerco al oido:

-Siéntate preciosa, no quiero verte sufrir- dijo el con una voz dulce.

Se me erizo la piel. Y asentí. Me senté en la silla me baje un poco el tacón y pude ver una rozadura bastante grande.

Me levante y me fui al baño. Cogí unas tiritas y me las puse. Aún me dolía pero un poco menos que antes.

Salí del baño y me dirigí a la mesa de antes cogí los papeles e iba a explicar lo que eran, ya que estábamos a punto de cenar.

Me acerque a todos y carrasquee llamando la atención.

-A ver... os estaréis preguntando que son estos papeles. Bueno pues como Juan (el padre del chico) me hablo sobre que su hijo quería que este tuviera una buena educación, yo se lo comente a mi madre y esta hablo con mi instituto y están dispuestos a aceptarte. Ya que sobraron 3 plazas. ¿por cierto em...-dije mirando los papeles- Daniel?

El asintió levemente -Dani-

-Dani, iras en mi clase al lado mía para que puedas empezar al menos conociendo a alguien.- dije yo sonriente.

-Muchísimas gracias- dijo su padre.

-Gracias...- dijo el enfadado.

Pensé que le iba a gustar poder tener una buena educación, y tener más posibilidades de llegar a ser lo que el quisiera. Y aún más estar en mi clase al lado mía.

-Si me disculpais- dije con los ojos cristalizados a punto de llorar.

Subí corriendo a mi habitación cerrando la puerta bruscamente.

En mi habitación me apoyé en la puerta haciendo que no pudieran abrirla.

Empezaron a caerme lágrimas por las mejillas. Estaba triste. Yo lo hice con la mejor intención del mundo y el se enfada conmigo. No lo podía entender.

Derrepente tocaron a la puerta.

-Dejadme sola porfavor- dije sollozando.

-Por favor encima que subo sin que se den cuenta los padres- dijo...

-¿Dani?- dije un poco dudosa.

-En carne y hueso- soltó una carcajada.

-¡Vete estoy muy fea!- dije llorando

-Tu nunca estarás fea- me dijo el

Le abrí la puerta. El entró rápidamente.

Me quito las lagrimas de la cara,  y me dio un beso en la mejilla se acercó a mi oído y me susurro:

-Gracias-

-Denada- dije yo intentando sonreír.

Me separó el pelo de la cara y me lo puso tras de la oreja.

Se fue acercando a mi dejando un romántico beso en mis labios.

Mi primer beso.

Dulce chocolate. (Gemelier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora