CAPITULO 18

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Capítulo dieciocho

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MARIAM

Colegio, deberes, notas, y clases, todo va a volverme loca y solo estamos en abril.

La verdad que todo junto era un desastre, por lo menos ya no tenía el peso en mis hombros de la fiesta.

La noche estuvo fantástica, y al llegar a la preparatoria muchos hablaban de mi fiesta y de lo hermosa que me veía.

La verdad no me gustaba que hablaran tanto de mí. Pero me había esforzado tanto que lo que escuchaba me hacía sentir bien.

Las primeras dos clases habían sido algo pesadas, pero estuve atenta y la verdad fueron muy buenas y aprendí bastante.

Naty se había ausentado, comer mucho en la fiesta le causó mal, y justo antes de salir de casa su problema estomacal salió a la luz, me dirijo junto a las morochas a los casilleros tocaba la última clase.

Al llegar a mi casillero una papel rosado fluorescente llamó mi atención, yo tenía admiradores dentro de esta preparatoria pero todos eran lo suficientemente valientes para entregármelo de frente.

'Que preciosa te veías en esa fiesta, siempre te ves preciosa, combinas conmigo y en todos los modos.
Tú deberías permitirme una cita'
Rodre.

Díganme que esto era especie de una broma, las manos me sudaban y sentía el corazón latiendo muy muy fuerte.

Juraría que estas emociones son nuevas para con un extraño, tomé la nota la arrugue en mi mano y terminé de hacer lo que tenía que hacer.

— ¿Todo bien? 

una de las morochas habla a mi espalda

—Sí, emm... todo bien, genial de echo— era mala para mentir y eso ellas lo sabían, pero en serio no quería que se enteraran de que Rodrerick estaba intentado pretenderme, ellas si iban a ir directo a él. 

Agradecí mentalmente que no hicieran interrogatorio, los interrogatorios de las morochas no solo eran intensos, eran dobles y cada una tenía la capacidad de desarrollar una pregunta tras otra, sin detenerse. 

Cambié mis libros rápidamente, apreté mi cola alta y me dirigí al salón de clases, con todo el buen humor.

[...]

El sol caliente de la tarde comenzaba a colarse por las ventanas del salón de clases, y era un poco fastidioso concentrarse. La vitamina D es importante pero en una playa, piscina, o lo que sea, no en una clase de química.

—Srta Valerotti — La profesora me ha llamado de nuevo

—Mande

Toda la clase se giró hacia mi puesto y las morochas me hacia un ademan por lo bajito indicando que debía pasar al frente

—Al frente a realizar el nuevo trabajo químico

lo sabía, el nuevo tema que había estado explicando la semana pasada donde estuve ocupada todo el tiempo del día.

«Esto me pasa por estar discutiendo con mi consciencia sobre la vitamina D»

Me levanto de mi asiento mientras voy recogiendo mi cabello en una coleta alta, lo había soltado del fastidio en esta clase, todo esto eran 

la mirada de Rodrerick me acompaña desde que me levanto hasta que llegó al frente de la profesora; llevo puesta una bata blanca que me llega por las rodillas hecha a mi medida y unos lentes en mi cabeza, pero el me ve como si estuviera viendo a la diosa artemisa o cualquiera de ellas.

Volteo y mi mirada se conecta con la de él, el humecta sus labios y siento que el rubor sube a mis mejillas, él parece notarlo y me da una sonrisa de lado.

«No te ilusiones»

Si las estrellas se enamoran © [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora