Capitulo treinta y ocho
Los días han pasado y una cosa ha ido tras otra, todo se ha revuelto sin algún descanso. Hoy por fin puedo respirar un poco de libertad, hoy es mí día, hoy es lo que tanto esperé y nadie va a arruinarmelo.Los rayos solares mañaneros junto al trinar de los pájaros se mezcla inundando mi habitación de paz y olor a mañana. El cielo se mezcla entre colores amarillos y naranja; los pájaros volaban libremente por el firmamento, sin penas que los atormentaran y con la mañana despertando.
Veía desde el balcón de mi ventana mientras aferro mis manos a la bata de mi pijama, respirar el aire puro me trae tanta paz que me hace perder la realidad del mundo que tengo.
Hoy era un día importante, hoy era el día por el que tanto lucho y dí lo mejor de mí. Aunque las últimas semanas fueron intensas, no olvidaría todo los momentos bonitos de la preparatoria.
—Aquí está— anuncia la mujer de mi vida ubicando un vestido en la cama. Lo alisa, lo contempla seca las pequeñas lagrimas que se asoman en sus ojos; Es el vestido perfecto en el degradado nocturno de la noche comenzando en un verde agua y terminando en un negro oscuro lleno de estrellas pequeñas.— Es perfecto.
—Sí—doy un suspiro. Paso mi brazo por su cintura y me ubico a su lado— ¡Gracias! de verdad, ¡gracias! Siempre nos diste lo mejor de ti, sin importar las circunstancias.
Pasa su suave y delicadas manos por mi cabello culminando en mis omóplatos, suspira y deja un beso en el nacimiento del cabello.
—Tu no tienes que agradecer nada—da un suspiro profundo cargado de emociones y la voz está echa un nudo— Soy yo— afirma y traga grueso,— Yo debo agradecer todo lo buena, inteligente y juiciosa que me has salido, eres increíble y tu corazón debe ser exclusivo de ahora en adelante, debes guardarlo para el indicado.
Asiento y me siento feliz, sus palabras llegan como brisa en el desierto y ahora recuperé todas mis energías.
Al llegar al lugar, es espectacular, es fresco, y lleno de los insectos que ahora tienen tanta importancia para mí, la esquina de las mariposas esta llena de sillas vestidas de sedas con el logo impreso de nuestra institución, tiene recuerdos; sus recuerdos... Que Anton me haya dicho que no podía venir de alguna manera entristeció mi corazón, quería que estuviera conmigo; es mí amigo, quería compartir esto con él si no fuera por él se me queda informática sin embargo la sonrisa sale sola cuando veo a papá, Jun y mis abuelos, todos en primera fila.
Todos estaban ubicados con sus familiares, sonreían y verlos sonreír me hacían sonreír a mí. Giro a mi izquierda buscando el estrado y mi corazón se detiene por unos segundos, el chico está acariciando la mariposa líder mientras ella se mantiene quieta con el tacto de los dedos del caballero. Ahora él se ve diferente, su cabello ya no es largo si no que tiene un hermoso degradado que sí antes se veía varonil esta vez se ve mucho más aún. El rubor no tarda en llegar y mi mirada se encuentra con la de él la mariposa se ubica en su hombro y luego vuela haciéndolo venir hasta mí; se detiene al caminar y me mira extrañado, luego es que caigo en cuenta de quién está a mi lado.
— Mariam —Su voz me pone alerta y volteo con las manos sudorosas y teniendo el control en mi cabeza— Quería decirte que fui un tonto.
—Rodrerick— hablé con firmeza, volteo a mirar en dirección a Anton y está caminando hacía Jun, así que me concentro en ser fuerte— No es el momento para hablar, pero tranquilo, si es lo que pienso, déjalo así, la tonta fui yo y la inocente también, así que déjalo ir, yo ya lo hice; ahora disfruta de la graduación.
Comienzo a caminar destilando elegancia, glamour y empoderamiento, luego recuerdo algo más que debía decirle y me giro mirándolo.
—Por cierto, también deja ir la ilusión de estudiar en alguna universidad que propone "Angel's Gold School" —Sonrío,— Todas tus cartas fueron rechazadas por pésimas calificaciones en el último año escolar y aparte por comprar el PADU de manera interesada.— Sigo mi camino y por fin terminé de tumbarle la careta y también el 50% de mis sufrimientos por él.
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Si las estrellas se enamoran © [editando]
RomanceMariam & Anton, la historia de una galaxia creada para estas estrellas, dos locos bailando en los anillos de Saturno bajo el compás de planetas rebeldes que les recuerda que son el uno para el otro; una historia de amor que nos eleva el querer enco...