Capítulo 6

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19 de julio de 2019.

7:00 am.

Me desperté por la musicalidad que configuré en la alarma y después de adaptarme un poco a ese nuevo día, abrí la ventana.

Bajé a desayunar y saludé a mi abuela y a mi tía.

Me senté a desayunar mientras miraba una serie de Netflix, pero no pude concentrarme en esta ya que empecé a recordar al hombre que vi en el instituto.

¨¿Por qué no dejaba de mirarme? ¿Estaré siendo exagerada?¨.

Empecé a pensar en la posibilidad de que tuviese que ver algo con mi padre, pero esquivé esos pensamientos rápidamente al darme cuenta de que eso era imposible.

Me vestí con una camiseta de tirantes blanca y una falda vaquera negra. Me calcé con unas cuñas cerradas negras. En el pelo me hice el mismo peinado que ayer y me lavé los dientes.

La mochila ya me la preparé el día anterior, así que es una tarea menos por hacer ese día. Aproveché para hacer la cama y arreglar un poco el cuarto.

—Corazón, te llevará Jordi al instituto esta semana, para que te vayas adaptando, ¿vale? —comentó mi tía Catalina.

—Ah, vale. Gracias —nos sonreímos mutuamente y bajé con la mochila al comedor.

7:45 am.

—Vámonos —me dijo Jordi con un semblante serio.

Cogí mi mochila rápidamente y salí tras él. Me senté en el asiento del copiloto y permanecí en silencio durante un par de minutos.

—Oye —le llamé y él me miró brevemente dándome a entender que me escuchaba—. ¿Yo te caigo mal? —frunció el ceño.

—¿Por qué lo dices?

—Pues por tu forma de actuar. Te noto muy seco conmigo; no te conozco así que no sé si eres así con todos o solo conmigo.

—Yo...

—Si es por lo del baño, me siento realmente avergonzada y por eso te quiero pedir disculpas —le interrumpí.

—No, no es por eso, tranquila. Te trato así porque no te conozco, aunque si te parece bien, podemos quedar un día y dar un paseo... —le miré incrédula.

—Me parece bien —contesté y sonreí.

A la que me di cuenta, Jordi ya había aparcado frente al instituto. Salimos del coche y él se sentó en la parte delantera del vehículo mientras cruzaba sus piernas y se fumaba un cigarro.

—¿Te veré luego? —me paré frente a él.

—Claro. Vendré después a recogerte, Ali —me sonrió y me fui.

(...)

Después de tragarme no sé cuántas presentaciones breves que tuve que hacer o hicieron los profesores sobre mí, pude completar mi día solitariamente, aunque de vez en cuando incómoda, ya que, había una chica, con la que coincidía en algunas clases, que no me quitaba la mirada de encima.

Su rostro me sonaba un poco, pero no lograba acordarme de quién era. Mientras caminaba hacia la salida del centro, alguien apareció detrás de mí asustándome.

—¡Hola, Alicia! —saludó la chica.

Al escuchar su voz, empecé a recordarla. ¡Era Andrea, la chica del tren!

—¡Hola! —nos abrazamos—. ¿Qué haces aquí?

—Estudio aquí, y por lo que veo tú también. No te había visto nunca por aquí y eso me da a entender que eres nueva, ¿no? —asentí con una sonrisa en mi rostro.

—¿Y dónde está tu hermano?

—Marcos se ha ido antes con unos amigos, para supuestamente hacer deberes —dijo haciendo comillas en las últimas palabras.

Seguimos hablando durante unos minutos e intercambiamos los números de teléfono. Poco después nos despedimos y me voy al coche de mi primo. 

***

¡Hola, chicos! ¿Cómo lleváis la semanita? 

Bueno, hoy tendría que haber subido capítulo a las 11:30, cosa que no he hecho por la simple razón de tener mala memoria y no ponerme la alarma. Así que no pude subirlo a esa hora, pero bueno, aquí os lo traigo y espero de corazón que lo disfrutéis, o más bien, lo hayás disfrutado, ya que cuando leáis esta nota, ya habreís terminado el capítulo.

Y bueno, si os ha gustado, que lo deseo, me ayudaríais mucho votando, comentando y compartiendo. 

Intentaré que lo de hoy no vuelva a ocurrir y me pondré las pilas, chicos. 

Os quieroo. 

¡Chao, lectores! 

¡Chao, lectores! 

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El oscuro secreto familiar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora