4 de agosto de 2019
Hoy fuimos a visitar a Alicia al hospital, o más bien, a la enfermería donde la tenían secuestrada, y allí nos encontramos con Rubén.
No dudé ni un segundo y fui hacia él y le planté un puñetazo en su mejilla derecha.
—¡Eres un hijo de la gran puta! —exclamé.
Pude ver a Rubén confuso. Se estaba frotando la zona en la que recibió el golpe mientras fruncía el ceño.
—¿Pero qué dices?
—¡Por tu culpa mi prima está en coma!
Mis lágrimas amenazaban con salir, pero las retuve lo más que pude para no parecer débil.
—Mira, chaval, Alicia no está inconsciente por mi culpa, está inconsciente por no sé cuántos gilipollas que la golpearon.
—Y esos gilipollas forman parte de tu banda —dije entre dientes.
—Pues igual que tú. ¡Tú también formas parte de mi banda! —exclamó y todos se quedaron en silencio mientras miraban la escena.
—¿Qué? —cuestionó mi madre en un susurro—. Jordi —se acercó a mí—. ¿Qué quiere decir con que formas parte de su banda?
—Lo siento, mamá… —agaché la cabeza derrotado.
—No me lo puedo creer… —dijo otra voz.
Alcé la cabeza y la vi parada frente a la puerta del cuarto, con un camisón blanco que le llegaba hasta las rodillas y el pelo suelto y alborotado.
—¡Alicia! —exclamé y fui a abrazarla.
—Cuidado —me dijo la doctora.
—Dios mío, me asusté tanto cuando no llegaste a casa… —le susurré mientras seguía abrazándola.
—Lo siento mucho —lamentó separándose de mí—. Pero, necesito que me expliques lo que acabo de escuchar —exigió y yo asentí.
—Lo haré.
—Cariño —llamó mi tía y fue a abrazar a Alicia.
Me alejé de ellas y me acerqué a mi madre, quien me miraba con rechazo.
—Mamá, déjame explicarte —supliqué y caminó hacia los asientos de plástico que había en el pasillo.
Nos sentamos y me giré hacia ella para mirarla, aunque ella estuviese mirando al suelo con los brazos y piernas cruzadas.
—Mamá, estoy en la banda porque me amenazaron con que te iban a matar, y, obviamente, no iba a dejar que lo hicieran. Mamá, lo siento, enserio. Comprendeme.
—Está bien, cielo. Te creo y te comprendo. Pero no entiendo por qué no me lo dijiste.
Me miró y envolvió mis manos con las suyas, aunque fueran más pequeñas.
—Porque no podía.
—Jordi, Alicia quiere que vayas a hablar con ella —intervino mi tía acercándose a nosotros.
Asentí y caminé hacia el cuarto donde se encontraba mi prima tumbada en la cama. Se incorporó y yo me senté en un lateral de la camilla.
—A ver, cuéntame lo que dijiste.
POV’S ALICIA
Después de tener una charla con Jordi en la que me contó todo lo sucedido en el pasillo, se fue a descansar con mi tía a mi casa.
Yo estaba viendo Disney Channel en la televisión que había en la pared hasta que alguien tocó la puerta y bajé el volumen del aparato.
—Adelante —la persona pasó.
Era Rubén.
—Hola…
—¿Qué quieres?
Sinceramente no pretendía ser amable con él, ya que, por su culpa, me pasó lo que me pasó.
—Oye, lo siento. No sabía que esas personas serían capaces de hacerte eso.
—Pero aún así no les has hecho nada, ¿no? —negó y rodé los ojos.
—Aún no sé quiénes son los que te han hecho eso.
—Tranquilo, que yo te lo digo. Y ya me puedes creer, porque yo jamás mentiría en este tipo de casos —advertí—. ¿Tú te acuerdas de unos tipos a los que me dejaste a cargo? ¿Te acuerdas de quiénes eran?
—Sí…
—Perfecto, porque fueron ellos.
No se lo esperó para nada, porque abrió los ojos como platos y estuvo unos minutos sin decir nada, como si estuviera analizando la poca cosa que le dije.
—¿No vas a decir nada?
—¿Estás segura de que fueron ellos?
—A ver, estaba en malas condiciones, porque a penas comía y bebía, pero todavía estaba consciente, así que sí, estoy y estaré segurísima de que fueron ellos. Ahora que, si me quieres creer, súper, sino, vive engañado.
—Vale, vale. Haré algo, tranquila.
—Hombre, lo que me faltaba, que te quedaras tan pancho después de que todo esto haya pasado por tu culpa.
—¿Por mi culpa? —asentí—. ¿Y se puede saber por qué?
—¿Por qué? Pues porque si no estuvieras empeñado en quedarte conmigo como si fuera un paquete, no habría estado en ese asqueroso lugar y no me habrían tocado esos gilipollas y no me habría pasado eso.
—Espera, espera —pestañeó varias veces seguidas y se acercó a la cama con el ceño fruncido—. ¿Tocarte? ¿A qué te refieres? ¿Te han golpeado más veces? —reí ante su inocencia en esta situación.
***
¡Heeyyy! Chicos, lo primero de todo es que siento el retraso, pero he tenido problemas con Wattpad y eso me ha impedido subir el capítulo antes, pero aquí lo tenéis.
Espero que haya sido de vuestro agrado, y si es así, ya sabéis que podéis votar, comentar y compartir.
El miércoles seguramente no podré subir capítulo, así que lo siento mucho.
¡Chao, lectores!
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El oscuro secreto familiar ✔️
Teen FictionAlicia es una adolescente que se ve obligada a huir al enterarse de lo que pretende hacer su padre con ella. Para ello, consigue la ayuda de su tía, quien le da hogar, pero un día, Alicia decide volver a por su madre, pero está claro que ella no se...