Capítulo 14

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3 de agosto de 2019

Hoy era un día muy especial porque, era mi cumpleaños.

Hoy iba a ser el día en el que cumpliría 18 años.

También iba a ser único y estaba segura de que se me iba a quedar grabado para siempre, ya que iba a ser el primer cumpleaños que iba a pasar sin mi madre y en muy malas condiciones.

La echaba mucho de menos.

¨Venga Alicia, debes ser fuerte¨.

¨Seguramente dentro de poco verás a tu madre¨.

Esa clase de pensamientos eran los que utilizaba todos los días, desde que estoy aquí, para intentar animarme; y lo conseguía durante unos segundos, después volvía a la realidad y a caer en cuenta de que no saldría jamás de este dichoso lugar.

Estaba aburrida, no sabía qué hacer para mantenerme distraída. Conocía ya todos los rincones de este cuarto. Una de las esquinas estaba llena de cajas de cartón y bolsas; la de al lado estaba con un charco de sangre seca; la tercera estaba con telas de araña y la cuarta estaba con algunas latas de cerveza y envases de comida basura.

Y después estaba yo, apoyada a un grueso palo de madera, que llegaba hasta el techo, atada a una cuerda medio blanca; a mi lado había una silla vacía también de madera con las patas de metal.

Unas voces se escucharon cerca de la puerta. Iban a venir a por mí, más bien, iban a venir a divertirse conmigo.

—Buenos días, morena —saludó uno de los chicos pasando su lengua por su dentadura.

Yo rodé los ojos. Odiaba con toda mi alma a ese grupito de hombres.

—Como no, se hace la dura —comentó otro.

—Pero si sabes que te mueres de ganas por tenernos aquí, amor —dijo otro.

Como ese hombre estaba agachado frente a mí, alcanzaba a darle una buena patada, y obviamente, no desaproveché en hacerlo. Le di una patada bastante fuerte en sus partes íntimas logrando que se tirase al suelo mientras se quejaba y retorcía de dolor.

—Eso sí que no te lo vamos a permitir, morena —dijo el primer hombre antes de darme un puñetazo en la nariz.

Sentía la sangre bajar por mi boca, era desagradable. Me dolía mucho la nariz.

—Hoy nos vamos a divertir de una forma diferente... —rieron.

Me desataron y uno de ellos me cogió por el cuello de la camiseta dejándome caer a unos metros del grueso palo. Se acercaron y empezaron a golpearme de diferentes maneras y distintas partes de mi cuerpo.

Me dieron una patada en el estómago, me aplastaron la cara contra el suelo con un zapato, me dieron puñetazos en la cara y cabeza. Me hicieron heridas en los labios y se me hinchó el ojo izquierdo. Me flaqueaban las piernas, pero aún seguía viva y podía soportar el dolor, hasta que...

Me arrastraron hacia el palo y estamparon mi cabeza contra esta, logrando que perdiese el conocimiento.

(...)

POV'S RUBÉN

—¿Cómo está Alicia? —cuestionó Antonio mientras le daba un trago a su lata de cerveza.

—Ni bien, ni mal. La visité anteayer.

—Me gustaría verla —me dijo de repente con su semblante serio.

Eso me tomó por sorpresa.

No sabía si tenía un plan o algo, pero era muy extraño que Antonio quisiera ver a su hija.

Sonó mi teléfono.

¿Aló?

Rubén. Necesitamos que vengas urgentemente —me dijo mi mejor amiga.

¿Ha pasado algo malo, Tania?

Tú sólo ven. Se trata de Alicia.

Abrí los ojos como platos y pude observar cómo Antonio imitaba mis expresiones.

—He escuchado la conversación, y pienso ir —se adelantó.

—¿Dónde? —apareció Carmen con un montón de ropa.

—No te incumbe —refunfuñó Antonio rodando los ojos.

—Dónde vais a ir —repitió seriamente dejando la ropa en el sofá.

—A Alicia le ha pasado algo —respondí. 

***

¡Heeyyy! 

Uf... Este capítulo ha sido un poco intenso, ¿no? 

Bueno chicos, espero de corazon que os haya gustado; podéis votar, comentar y compartir si queréis. 

Nos vemos el miércoless.

¡Chao, lectores! 

¡Chao, lectores! 

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El oscuro secreto familiar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora