Capítulo 8

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24 de julio de 2019

POV ALICIA

Me coloqué el asa de la mochila mientras veía cómo Andrea y su hermano, Marcos, se acercaban a mí.

-Hey -saludó Marcos mostrando una sonrisa.

-Hola -saludé animadamente.

-Andrea ayer me contó que ahora estudias aquí -asentí.

-Y ella a mí me contó que supuestamente ibas con unos amigos a hacer deberes... -confesé pícara.

-Bueno, ya veo que esa excusa ya no funcionará -rió.

Sonó el timbre.

-Chicos, entremos ya -ordenó Andrea.

Cuando nos íbamos a sentar en nuestros sitios, empecé a escuchar unas risas provenientes del fondo de la clase.

-Mira, tenemos una negra en clase -dijo una chica y sus amigos se carcajearon.

-¿A quién se lo dices? -cuestionó Andrea.

-A tu amiguita, Olivia.

Sabía que se dirigían a mí porque era el centro de atención de la clase en ese momento.

-Para empezar, no se llama Olivia, se llama Alicia -intervino Marcos.

-¿Y si soy negra qué pasa? No entiendo por qué le tenéis tanto odio a la gente de color. Son personas, incluso más que vosotros. Porque a gente racista como estáis dejando ver que sois, no se os puede llamar personas. Dais mucha vergüenza -espeté asqueada-. Y sinceramente, no sé por qué cojones el resto de esta clase se ríe. ¿Qué creéis, que riéndoos de cada cosa que dicen vais a ser guays? Pues no, chicos, no. Así que dejad de ser tan patéticos y empezad a madurar, que ya tenéis edad -finalicé rodando los ojos y sentándome en mi sitio.

-Buen argumento, señorita... -me felicitó el profesor.

-Martínez -terminé la frase.

-Has estado muy bien. Les has callado la boca a todos -me susurró Andrea.

-Gracias -le sonreí.

(...)

Cuando llegó la última clase, a principios de esta me llamaron por el megáfono para que fuese a dirección.

-La negra lleva aquí pocos días y ya está metiéndose en líos -soltó un chico.

Decidí ignorarlo porque sabía que no valía la pena darle la atención que quería a un adolescente tan inmaduro, y a parte, porque sólo estaba centrada en el por qué la directora querría verme.

-García, será mejor que se calle a menos que quiera también visitar a la directora -amenazó la profesora.

Salí de clase caminando por los pasillos lentamente hasta llegar al despacho. Di varios toques a la puerta hasta que me dieron permiso para entrar.

Allí estaba un hombre sentado en una silla de espaldas a mí y la directora mirándome.

-Buenos días, Alicia -saludó-. Siéntate, por favor -pidió y le obedecí.

Me senté junto a aquel hombre y clavé mi mirada en la directora, quien había juntado sus manos y parecía estar pensando en qué iba a ser lo próximo que me iba a decir.

-Bueno, te he llamado para que vinieses porque como ves, tienes visita -señaló al hombre y yo lo miré.

¨Este chico me parece familiar...¨

-Antes de que llegases, me pidió que os dejara solos para que hablaseis ya que él quiere privacidad. Así que, ahora me voy para que habléis. En diez minutos volveré -indicó y se fue del despacho.

El hombre se levantó asustándome y empezó a caminar tranquilamente por el despacho. Eso sí, sin mirarme ni una sola vez.

-Alicia Martínez... -nombró y yo fruncí el ceño.

Decidí hablar.

-¿Quién eres y cómo sabes mi nombre?

Me miró por primera vez quitándose las gafas.

Era el hombre que me estuvo mirando fijamente el día en el que vine a inscribirme a este instituto.

Tenía el pelo un poco alborotado, pero se veía limpio, era castaño oscuro, era un tipo musculoso, con barba y tenía la piel un poco bronceada. Me sacaría como una cabeza, quizá.

-Tu padre y yo tenemos unos asuntos pendientes...

Y ahí entendí que descubrieron mi paradero. Que sabían de mí desde que lo vi aquel día, o quizá sabían de mí desde antes. Y que hasta aquí llegaría. Sabía que me llevaría con él y me mataría, o quizá me llevaría a que me viesen mis padres por última vez.

Empecé a ponerme pálida y a sudar. Notaba toda mi cara pegajosa, necesitaba aire. Me estaba dando nuevamente un ataque de ansiedad. Me quedaba sin respirar. Me quedaba sin fuerzas.

Aire.

Aire era lo único que necesitaba en ese mismo instante.

***

¡Heeyyy! ¿Qué os parece este capítulo?

¿Qué os ha parecido la defensa de Alicia sobre las personas de color?

¿Os esperabais la visita de ese hombre?

Lo prometido es deuda, así que como dije ayer, hoy me puse la alarma para estar puntual, y aquí os traigo ya el octavo capítuloo.

Espero que este capítulo haya sido de vuestro agrado, así que si es así, podéis votar, comentar y compartir.

¡Chao, lectores!

¡Chao, lectores!

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El oscuro secreto familiar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora