La Casa de dos Puertas (Libro 1ro)

Capítulo 6

Capítulo 6:

En los días sucesivos investigamos bibliográficamente algunos de los datos aportados por Hernando. Así descubrimos que el puerto de San Fernando era una Escuela Naval y que allí existía la llamada Casa de Contrataciones de donde salían todos los barcos hacia nuevas tierras (o "Tierra de Indias") y también hacia el viejo mundo.

Pasaron algunos días y nos volvimos a asomar a esa hendidura en el tiempo para enterarnos de otros detalles de aquella existencia; por ejemplo, que a los catorce años, Hernando y Santiago hacían botas para los soldados del rey en la casa de Hernando. Cuando el padre de Hernando vivía estaba muy poco tiempo en su casa. Hernando era muy pobre y Santiago no lo era tanto. Santiago no se llevaba bien con su padre y peleaban mucho. El padre era Herborista. Físicamente era fornido; usaba una especie de camisa larga para su trabajo y el lugar donde trabajaba era una especie de sótano; "un lugar muy oscuro con ventanas pequeñitas, arriba, casi hasta el techo", con una mesa central y otras rodeándola. Un lugar muy grande, lleno de vasijas y morteros. Las mesas eran de madera gruesa. Ante mi pregunta de si creían en Dios, la respuesta fue evasiva: —"No lo sé"— dijo, y comentó que con Santiago hablaban mucho de eso. Me comentó que la virgen de la Anunciación era la patrona del lugar. Santiago sabía leer pues había aprendido en la escuela y le enseñaba a Hernando. Santiago se había enterado, en casa de su padre, que había una ruta por África y que había dibujado esa ruta en la arena —dibujo que después hice que Hernando reprodujera y en el que pude comprobar el perfil de España y África—.

—¿Santiago te enseña a curar?—pregunté—

—Yo no creo en eso... ¡Le tengo miedo!...

—¿Y qué te dice él cuando te duerme?

—¡No recuerdo mucho! ¡Mi madre dice que no debo verlo!

—¿Qué es lo que te dice Santiago?

—No debo decirlo... ¡Es un secreto!

—¡Vos sabés que hablar conmigo es como hablar con Santiago!

—... Él me dice que el dolor no existe. Que yo puedo controlarlo. ¡Pero no puedo si él no está!

—¿Considerás una gran amistad la tuya con Santiago?

—¡Sí!... ¡Sí, porque mucha gente dice que está loco... pero yo digo que no!

—Lo que ocurre es que cuando las mentes son de avanzada, la gente no comprende. ¡Dicen que están locos porque no comprenden! ¿Entendés?

—¡Pero es una enfermedad!

—¡Pero la gente no comprende las cosas! ¡No están locos ni vos ni Santiago!... ¿Qué es lo que se hace en el puerto de San Fernando? ¿Vivís cerca?

—No. El puerto está a cinco leguas. ¡Hay muchas naves! Se hacen contrataciones para viajar por el mar. ¡Nosotros trabajamos para juntar dinero y viajar!

—¿Adónde quieren ir?

—¡Muy lejos!

—¿No importa el lugar?

—¡Sí! ¡Nuevos lugares! ¡A las Tierras de Indias, me dice Santiago! ...

—¿Qué es "Tierras de Indias"? ¿Qué te contó Santiago?

—¡Que son lugares maravillosos! ¡Que podemos ser ricos! ¡Muy ricos!

—¡A ustedes no les interesa el dinero, les interesa viajar! ¿No es así?

—¡¡Queremos todo!! ...

—¿Qué te dijo Santiago de la gente que habita Tierra de Indias?

—¡No sabe mucho! ¡Nadie sabe mucho!