Capítulo 21

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Capítulo 21:

El miércoles habíamos trabajado con Laura hilvanando los mensajes por los aspectos que trataban. Esperábamos con ansiedad el domingo. Mientras llegaba la hora en que vendría Laura decidí hojear lo que teníamos escrito. Después de haber leído la trascripción del contacto anterior, creí descubrir una cosa: cuando pedí que le dejaran algo a Laura, para reconfortarla y que no sintiera tan pesado lo de los cambios, me contestó - "Ese espíritu lo comprende; no es necesario ningún mensaje". - Ahora bien, si es un destino de a dos y "ese" espíritu -Laura- lo comprendía, el otro espíritu no lo hacía aún. ¡El otro era yo! ¿Cómo debía hacer para comprender? ¿Qué tenía que cambiar? En base a lo que habían dicho, que conocían nuestros espíritus pero que dependía en quiénes estábamos reencarnados, y por el hecho de haber estudiado el método científico, de haber escrito una tesis, pensaba que cuando se referían a ese alguien preparado científicamente era yo; ni someramente se me ocurrió que podría ser mi compañera por la sencilla razón que yo poseía un título universitario y ella no. ¡Qué equivocado estaba! La preparación científica era la forma de encarar la vida. Si a Laura no se le demostraba todo empíricamente no existía aquello de lo que le hablaban. Yo no era así. El científico era Laura y yo era el fanático. Me dormí y como la vez anterior, al despertar, retumbaba en mi mente otra palabra cuyo significado desconocía:

Improperio: Del latín Improperium. Injuria grave de palabra y especialmente empleada para echar en cara una cosa.

¿Por qué llegaba esta palabra? ¿Tendría, entonces, razón mi esposa cuando tantas veces me dijo que era demasiado hiriente para decir las cosas?

Llegó Laura y nos pusimos a trabajar con un glosario que decidimos hacer de aquellas palabras que no conocíamos en todas sus acepciones. Y luego fuimos a buscar nuevos conocimientos:

-¿Me podés decir quién escribió la Biblia y por quién fue inspirada?

-En un principio, por nosotros. Pero el hombre tergiversa. Existió un hombre que recibió mensajes de amor. El paso del tiempo y los distintos hombres cambiaron los mensajes o el sentido que tenían en un principio.

-¿Entonces, después, la Biblia fue escrita por el hombre para dominar a los hombres?

-En parte sí. También debes tener en cuenta que algunos tuvieron fe y creyeron. ¡No todos, por supuesto!

-¿Jesús perfeccionó con su mensaje a pesar que la iglesia lo haya tergiversado? ¿O no era una búsqueda de perfección?

-Existe un mensaje de amor.

-Claro, yo quería relacionar esto considerando que ustedes, como Maestros, debían cumplir determinadas cosas para poder ser algo más que Maestros; y pensé que Jesús, de esa forma, podía llegar a evolucionar un poco más. ¡Pero no! ¿Lo hizo por amor únicamente; como lo están haciendo ustedes con nosotros?

-Sí. Así es.

-Porque debo decirte que teníamos una pregunta similar a esa con respecto a ustedes y que Laura me dijo que era soberbio de mi parte el pensar así; preguntar eso. Quería saber si verdaderamente lo estaban haciendo por amor o estaban especulando.

-Siempre que tengas dudas, pregunta.

-Noto que me ocurre algo hermoso cada vez que estoy acá, en el consultorio, solo, leyendo los mensajes. No sé si es tonto probar, pero cierro los ojos y siento la presencia de ustedes. ¿Por qué eso no lo siento cuando estoy acá con otra persona? (Me refería a mi esposa que trataba de buscar algo sospechoso en las carpetas y no lo dije porque después ella me lo cuestionaba)

-Mira a quién llegas.

-¿Todos los sacerdotes son como fueron definidos o alguno es bueno?

-La Iglesia es una institución creada por el hombre. Tal vez lleguen a ella hombres de buena fe que no se cuestionan y que, en esencia, son buenos; pero mira, ¡son muy pocos! ¡Poquísimos!

La Casa de dos Puertas (Libro 1ro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora