La Casa de dos Puertas (Libro 1ro)

Capítulo 35

Capítulo 35:

(26-12-93)

─Queríamos preguntarles si lo del error que mencionaron en la última charla, cuando nos dieron el prólogo, era referido a que lo completáramos nosotros ya que notamos que faltó aludir al Amor y a la Amistad.

—Nuestra intención era que ustedes aplicaran aquello que han incorporado.

—¿Entonces estaba bien lo que suponíamos? ¿Completar el prólogo que habían escrito ustedes?

—Sí.

—Con respecto a la figura central del Plasma Primario, ¿puede ser que los hebreos hayan tenido acceso a esto y que hayan tomado solo una parte? Porque esa figura es muy parecida a la "Estrella de David".

—Puede ser. ¿Qué importa?

—Importaría saber que si la Biblia, en un principio fue inspirada por ustedes y hubo un hombre que recibió estos mensajes y ha tenido acceso a ese dibujo, solo tomó una parte, por lo tanto del mensaje también habría una parte.

—Una vez les hablamos sobre eso. Es así. También se hablará de ustedes. Deben prepararse. ¡Falta tanto aún! Esto es solo el principio. Pasarán por pruebas muy grandes, y algunas serán dolorosas para ustedes. Pero tendrán fortaleza. Sus espíritus tan sensibles serán sacudidos, pero desdeñarán el miedo. ¡Serán felices! ¡Más de lo que se imaginan, en esta vida, sí! ¡Recuerden el árbol! Aquel árbol que por más que el viento soplara y soplara, lo podría mover, pero no lo derribaría. Recuerden la fortaleza y la alegría. ¡Siempre deben reír! ¡Siempre! Serán felices, no lo duden; pero será el fruto de su trabajo; y el trabajo será arduo y empinado el camino; siempre cuesta arriba.

—Bien, si no tenés más que decir...

—Escuchen esto: La voz que les habla, esa voz que parece tan pequeña, a través de ustedes será poderosa. Será como el sonido de una gota de agua en medio del desierto. ¡Muy pocos escucharán! Pero el sonido se expandirá y en un futuro serán millones. ¡Sí!

—¡Sí! Yo le dije eso a Laura y ella me contestó que estaba loco.

—Sus espíritus siguen siendo pequeñitos para nosotros, pero grandes al mismo tiempo.

—¿Pequeñitos por qué? ¿Porque seguimos siendo niños?

—¡Sí! ¡Nunca dejen de serlo!

(27-12-93)

Laura me comentó que la visión que tuvo en el momento en que dictaban el prólogo fue maravillosa. Decía haber visto una especie de página dorada que se iba imprimiendo a medida que el Maestro hablaba. ¡Sería mejor que se los contara ella! Además, la descripción que hago de ella en estas páginas es Laura desde mi punto de vista y Epícteto dijo, en el año 2000 a.C., que "El hombre no responde ante los hechos en sí sino por la interpretación que tiene de esos hechos". Por eso, para que la conozcan desde "su" punto de vista —el de ella— y les cuente las cosas por las que transitó en esta transposición infinita de dimensiones, les presento a mi Amiga de tantas vidas, Laura:

Remontarse a épocas pasadas. Recordar. Una tarea a veces no demasiado grata. En este caso se trata del recuerdo más hermoso del que tenga memoria. Es traer al presente sucesos que fueron modificando mi vida porque me permitieron incorporar conocimientos, afectos, sentimientos profundos, valiosísimas experiencias de vida, y lo más importante: tuve la fuerza necesaria para modificarla, transformarla, enriquecerla, al punto de poder luchar por una mejor, más sincera, más comprometida, indudablemente más dura —pues ahora vivo sola— pero, seguramente, más feliz.