La Casa de dos Puertas (Libro 1ro)

Capítulo 19

Capítulo 19:

Ese día, después de pasar algunas pruebas —ya que la casa se llenó de gente y no pudimos hacer lo que teníamos planeado— nos pusimos a leer todo el material que habíamos reproducido. Ya muy tarde, a eso de las 0.30hs. decidimos establecer un contacto breve con los Maestros. No pasamos por otras vidas; recordando que ellos eran tan rápidos como el pensamiento, llevé a Laura a la dimensión donde podía encontrarlos.

—Primero te quiero aclarar que no deberíamos estar hablando hoy con ustedes porque decidimos con Laura no atiborrarnos de datos, de conocimientos, sin llegar a asimilarlos. Vamos a ir revisándolos poco a poco para poder aprender (sonríe). ¿Qué causó tu sonrisa?

—Está bien que se tomen su tiempo. Es mucho lo que falta aún.

—No obstante voy a hacerte unas preguntas que surgieron (Laura se agita y trato de tranquilizarla). Nos han dicho que los niños no recuerdan sus vidas anteriores. La infancia, ¿también se evalúa en la perfección espiritual?

—Todo es importante. Aún aquellos pensamientos que están en un niño dentro del vientre de su madre. Porque, a veces, un espíritu puede sentir miedo y arrepentirse y no nacer.

—¡Eso explicaría por qué algunos bebés nacen muertos; o las interrupciones de embarazo?

—Así es.

—Los espíritus algo evolucionados, los guías, al igual que los Maestros, ¿pueden llegar a sentir para ayudar a quien está guiando?

—Los guías y a veces también espíritus que están en una escala inferior pero que tienen algún grado de perfección. Ellos tienen sentimientos, por eso hay espíritus que se buscan.

—¿Entonces qué hay de eso que nos dijeron, que un espíritu puede llegar a sentir únicamente cuando estaban juntos cuerpo, alma y espíritu?

—Se refiere al común de los hombres, que son la mayoría.

—Entonces, ¿la mayoría de los hombres tienen espíritu poco evolucionado?

—Así es.

—¡Qué trabajo nos espera!

—Sí. ¡Una ardua tarea! Pero todo conocimiento que es otorgado a algunos hombres generalmente es incomprendido, porque es adelantado para su época, o se supone que lo es para el común de los hombres.

—¿Cuándo intervienen ustedes en una planificación?

—Cuando un hombre deba llegar con un mensaje espiritual verdadero. Y allí no solamente intervenimos nosotros, sino alguien más.

—¿Aún no es el momento de saberlo?

—No.

—Si ustedes llegaron a nosotros con un mensaje verdadero, ¿qué es lo que llega a la gente que influye mal en otras personas, como esos de las preguntas que hicimos la vez pasada y nos dijeron que eran "con trampa"?

—No entiendo.

—Nosotros hicimos preguntas y según ustedes estaban hechas por energías negativas. Esa gente que tiene tanto poder de convencimiento y que parte de sus mensajes que parecen ser buenos confunden a las personas... Ustedes llegan a nosotros, a ellos, ¿quién llega? (Laura se agita).

—Existe... ¡Escucha! ¡Siente! (tomo la mano de Laura, cierro los ojos y experimento las sensaciones)

—¡Sí, lo siento!

—Existe el bien... y existe el mal. ¿Lo sientes?

—Sí.

—Bien.