Capítulo 13:
Había en el consultorio, además de nosotros dos, cinco personas. Para iniciar la regresión llevé a Laura al estado hipnótico para darle sugestiones de salir del trance perfectamente bien —cosa que no cumpliría, supongo, por una inseguridad de mi voz ante la presión de los asistentes en un lugar relativamente pequeño— Tengo que decir que no me sentía bien; no estaba cómodo; no me gustaba el hecho de estar siendo observado. Además, cabía la posibilidad que el Maestro no pudiera decir determinadas cosas en presencia de los presentes, como lo había explicado antes. No se justificaba tal situación ya que contábamos con las cintas de video que registraban todo y permitían escuchar mejor lo que se decía.
—Hay muchas personas. Despiden el barco. ¡Nosotros viajaremos! ¡Mi madre está ahí! Ella está muy triste, ¡pero yo no! ¡Estoy tocando mi sueño! ¡Voy a navegar! ¡Este es el día más feliz de mi vida! ¡Voy a navegar!
—¿Por qué tuvieron que irse?
—¡Es nuestro sueño! ¡Poder irnos! ¡Navegar!
—Bien... Cuando cuente tres vas a pasar a la etapa intermedia para conectarnos con algún Maestro. Uno... dos... tres... ¿Qué es lo que ves?
—Nada.
—¿Sentís la presencia de alguno de ellos cerca?
—¡Siempre están allí!
—Quisiera hacerle algunas preguntas. ¿Es posible que alguno de los que estamos aquí, tal vez no en este momento, podamos llegar a verlo?
—Nosotros, los Maestros, estamos siempre presentes. Aquel que quiera podrá vernos, pero debe ser un deseo del corazón. Sí, nos puede ver.
—Uno de ustedes nos dijo, cuando pregunté por Jesús, que dependía de nosotros el llegar a ser totalmente transparentes "pero que eso no bastaba ni con mucho para atravesarnos". ¿Me podés aclarar esto?
—El hombre puede mostrarse transparente con los demás hombres, y en la apariencia los engaña; dice ser una cosa y es otra. Hace creer en la apariencia de su actitud. Pero nosotros sabemos quiénes son. El hombre puede engañar a otro hombre, pero no a nosotros. (¿Era una indirecta para mí?)
—¿En definitiva qué fue Jesús?
—¿Por qué quieren saber?
—Tal vez para acomodar las ideas. Como para... ¡cosas que vienen desde muy atrás, desde muy chiquito, que te vienen inculcando y que cuando empezás a dudar o a cuestionarte te queda el temor que verdaderamente sea como te lo dijeron y te pierdas una oportunidad. ¡Por eso pregunto!
—Pregunta.
—¡La pregunta es esa: entonces qué era Jesús!
—Un espíritu muy evolucionado; porque fue un hombre virtuoso y para los hombres virtuosos, los "Dioses Inmortales" preparan una salida rápida de su espíritu cuando mueren. Salen como si estuvieran aprisionados. ¡Muy rápido! Seguramente tienen que sondear en ustedes mismos. Cuestionarse más cosas. Conocerse más. Tratar de llegar a la virtud. El hombre confunde el "éxito" con la "Gloria" (sonríe). ¡Pobres de aquellos que no pueden deshacerse de las garras tentadoras del "éxito"! Porque el "éxito" otorga al hombre aplausos, honores; ¡pero son tan efímeros y pasan tan rápido! Allí está la diferencia entre el "éxito" y la "gloria". La "Gloria" solo la consiguen los hombres virtuosos que han sabido trabajar pacientemente, humildemente; muy de a poco, con perseverancia, pero sobretodo, con humildad. Solo así se consigue la "Gloria". Porque el "éxito es efímero, en cambio la "Gloria" trasciende al hombre; lo trasciende aún después de su muerte. Lo trasciende en la historia.
—¡El éxito te lo dan los hombres, ¿verdad?!
—El "éxito" te lo dan los hombres. Por eso, somos adulados y caemos en la trampa. ¡La "Gloria" te pertenece a ti mismo, y te la da la virtud!
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La Casa de dos Puertas (Libro 1ro)
NonfiksiUna experiencia fascinante con la hipnosis de regresión a vidas anteriores explicada en detalle por sus protagonistas. Una investigación que comenzó casi como un juego y que luego de un encuentro con seres sabios en extremo se transformó en un debat...