Tras ver esa horrorosa escena todos subieron al auto, Jungkook tenía abrazado sobreprotectoramente a Taehyung mientras llamaba a Lisa y le advertía sobre Hoseok, demás de indicarle que era el momento de irse del país.
Todo parecía irreal cuando vieron pasar a Hoseok mofándose de lo que había hecho. A decir verdad todos sintieron un escalofrío que les decía que su turno en esa ruleta rusa estaba por llegar.
- Jungkook, ¿ya le llamaste? - escuchó a Yoongi decir con una voz desesperada.
Lo entendía, había acabado de recuperar a Jimin y lo menos que quería era separarse de su lado.
- Si, tranquilo ellas llegaran a la casa y por la noche nos largamos - dijo Jungkook guardando el celular dedicándose a besar la cabeza de su novio.
No hubo más charla, sencillamente llegaron a la casa después de dar unas cuantas vueltas y se pusieron a meter alguna que otra prenda para cubrir sus armas, dinero y pasaportes. Jungkook veía lo desesperado que estaba Taehyung, y algunas de sus lágrimas, que hicieron que se le partiera el corazón.
Estaban esperando un bebé, pero no parecía que el tiempo de felicidad llegara a ellos. No quería pensar en que el bebé había llegado en un mal tiempo, quería pensar que ese bebé sería el final feliz. Y haría lo que fuera para que lo sea.
- Tae... - lo llamó despacio consiguiendo la atención de sus llorosos ojos. - Ven aquí mi amor. - le pidió cariñosamente.
Jungkook extendió sus brazos y después abrazó a su novio. Taehyung se aferró a él y ambos desearon que sus caminos no se separen. Ambos querían estar juntos y poder ver a su bebé mientras crece.
Dicen que los sueños son perfectos porque son eso, anhelos que no siempre se cumplen pero que están ahí, dándonos esperanzas en un camino lleno de espinas y rosas marchitas.
- Mi amor, Taehyungie. - dijo Jungkook. - Te amo, tu siempre serás la única persona que hará mis días felices. Tu y nuestro bebé son mi familia, y no dejaré que nadie los toque así tenga que dar mi vida. - le recordó apartandolo un poco para limpiar sus lágrimas. - Conoces Seúl, si algo llegará a pasar quiero que te pongas a salvo. - suplicó conteniendo sus ganas de llorar.
Taehyung sollozo mientras negaba frenéticamente hasta ser abrazado nuevamente. No podía aceptar ese futuro, no podia ser una opción a pesar de ser algo seguro.
¿Extrañar? Creo que eso es algo básico del ser humano. No importa si es una persona o un lugar, extrañar conlleva ver un momento exacto en nuestra vida y desear que volviera a pasar.
Pero nada pasa dos veces en la vida, y eso incluía conocer a Jeon Jungkook.
- Si pudiera .... - dijo Taehyung más calmado viendo a Jungkook a los ojos. - Si pudiera volver a conocerte podríamos hacer las cosas diferentes. Ir a pasear, adoptar a un cachorro, tener hijos y una casa. - dijo tembloroso. - Si pudiéramos volvernos a conocer .... ¿Me prometes que volverías a enamorarte de mi? Solo una vez más Jungkook. Enamórate de mi. - pidió con más lágrimas bajando por su rostro.
Jungkook también empezó a llorar. Por un efímero momento se imaginó viendo al castaño en los pasillos de la escuela. Tomando su mano después de los partidos de basketball, caminado a casa y besándose una cuadra antes para que sus padres no los vieran.
Lo besó, beso al único chico que merece el amor en todo su mundo. Lo beso porque ese momento para estar juntos se está acabando. Lo beso como si les quedaran sesenta segundos para amar. Lo beso porque es Kim Taehyung y lo ama.
- Pero que dices. - dijo sorbiendo la nariz y sonriendole. - Me enamoraría de ti las veces que hagan falta para tenerte a mi lado por el resto de nuestras vidas. - respondió.
Ambos se abrazaron y besaron sobre la cama hasta que la noche cayó y Lisa junto con Jenni llegaron.
Todos estaban en la mesa de la sala tomándose las manos entre parejas.
- Bueno, los pasaportes están listos. - dijo Lisa pasandoles a cada uno la libreta verde. - Hemos acordado llegar a América, un amigo mío nos recibirá en su casa y nos recogerá de igual forma. Justo a media noche sale el vuelo, por lo que tenemos que llegar al menos diez minutos antes. Si lo logramos podremos irnos. - explicó pasandoles los boletos de avión de igual forma.
Es cierto que el aeropuerto no está en funcionamiento desde hace años, pero debido a su padre aún funcionan vuelos privados que son organizados por la familia presidencial al ser la única en conocer la verdad.
- Bien, salimos en media hora. - finalizó Jungkook.
Cuando todos se levantaron, Jungkook tomó el brazo de Yoongi y lo llevó con él al garaje para acomodar las cosas.
Todos los demás habían ido a cargar algunos cartuchos más en lo que acababan de poner el dinero que tenían en varias maletas. De forma que si perdían una aún tenían dinero suficiente.
Jungkook acomodaba las maletas mientras que Yoongi las abría para revisar que todas tuvieran una buena cantidad de dinero y pasarselas a Jungkook.
- ¿Nam está listo? - preguntó Jungkook sin voltear a mirar a su amigo.
- Si, repasamos el plan mientras que hacíamos las maletas. - dijo con algo de tristeza.
El día que todos se habían reunido en el garaje habían llamado a Lisa. Los cuatro habían acordado hacer todo lo necesario para sacar a su parejas del país, y en caso de que alguno de ellos no lo logre, los otros tres que quedaran debían tomar la responsabilidad de cuidar a la pareja de la respectiva persona que se quedara en Corea.
Estaban listos para todo y sabían que no era un chiste, alguno de ellos iba a quedarse. Alguno de ellos moriría.
Era un despedida, un hasta siempre.
- ¿Hiciste lo que te ordené? - dijo enojado.
- Si, la estupida no se dio cuenta que la seguí. Y el imbecil de Hoseok no hizo nada a pesar de que sabía dónde estaban. - le informó. - Pero tranquilo jefe, que se despidan y después adiós. - dijo cínicamente.
- Así me gusta, eres un buen empleado. - felicitó - estaré esperándote.
- Bien.
Bueno solo decirles que este fic llegará a su final. Talvez en un tiempo más.
Pero pienso ponerle mas atención ya que estas semanas solo publiqué en mis otros libros.
Cuídense y byeeee~~♡♡♡
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The Prostitute (Kookv) {[>M-PREG<]}
FanficEl mundo es la basura que nosotros mismos creamos y como tal nos hacemos cargo de ellos, sea o no una buena forma. Pues esto fue lo que pasó, la sobrepoblación estaba acabando con el mundo y la única solución era dejar de tener bebés. Pero en una so...