The Prostitute (Kookv) {[>M-PREG<]}

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Dicen que las llamas del fuego arrasan con todo, que por donde pasen solo queda destrucción y cenizas negras de algo que antes existió.

Pero, ¿Nadie se ha preguntado porqué el fuego está tan furioso? ¿Porqué guarda tango odio?

Talvez es porque odia destruirlo todo, dicen que la gente siempre encuentra a su media naranja.

Esa mitad que no tiene que ver en nada con nosotros pero que esta ahí, que nos muestra una forma de vivir que nisiquiera conocíamos.

Y talvez el fuego solo quiere hallar eso, talvez arrasa con todo porque aún no ha encontrado a esa cosa que no se queme y se haga polvo.

Si, las llamas siguen su camino hasta no dejar nada más que ceniza, pero no hay que olvidar que también tienen una debilidad.

Una debilidad tan clara y pacífica como lo es el agua. Entonces, talvez es el agua la única que puede apagar la ira de un fuego abrasador. Pero también es la única que puede extinguirlo.

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Los rayos del sol entraban por una de las ventanas del jet. Mis ojos parpadean varias veces hasta que me encontré recostado sobre él pecho de Jungkook.

Sentia tanto miedo de perder esto, de volver a despertar en un lugar oscuro de tal calabozo como lo era el prostíbulo. Sentia que no podría sobrevivir sin ese fuego abrasador que me brinda mi lindo conejo de cabellos negros.

Mis manos viajaron por su cara y a su brazo herido, acariciaron sus músculos y después se detuvieron en mi abdomen.

Este bebé es nuestro y nos une más que antes. Talvez no lo conozca y él tampoco sepa de mi con exactitud. Pero en un mundo tan podrido ¿Acaso hace falta presentación para amarse locamente?

No, porque no hay tiempo de hablar como se solía hacer, no hay tiempo de procesar y gritar nervioso por un beso robado.

El momento es tan efímero como nuestro tiempo de vida en el universo, son sólo pocos momentos donde nosotros realmente vivimos y es por eso que me he prometido vivir siempre que pueda al lado de Jungkook.

Porque sé que no amaré a nadie más de la misma forma en la que mi corazón late por este chico.

Tomo la mano de Jungkook y la junto con la mía sobre mi abdomen, mi sonrisa aparece inevitablemente al sentir una caricia de su parte.

Me mira con unos ojos que matan a cualquiera. Me mira como si fuera lo único en su mundo y es suficiente para llevarlo de la mano al mío.

- Taehyung..... - susurró con la voz algo rasposa.

Le di una sonrisa y al mismo tiempo él  también me la da. De apoco voy acercándome hasta dejarle un beso en sus labios secos.

- Te ves pálido. - le dije con una risita. - Te daré agua, espera un momento. - le dije levantándome y saliendo de su lado cuidadosamente.

Cuando llegué al pasillo sentí que tomaba mi mano y lo vi negar despacio con los ojos cerrados y sus cabellos pegados a la frente debido a la calentura que le había dado anoche por la herida.

Me acerqué a él y acaricie su frente retirando sus cabellos. Me incliné un poco y le di otro beso.

- Espera un segundo. - volví a repetir.

Esta vez me soltó y me dejo ir hacia donde había un mueble con basos. Saqué una botella de agua y serví un poco llevando conmigo el baso y la botella.

Al llegar a su lado me inque junto a él para darle de tomar el agua despacio. Una vez que lo hizo el me sonrió.

- Me gusta como se ve tu trasero cuando caminas. ¿Lo haces para provocarme? - me dijo pícaro.