Charmed (CLEXA)

Parte 9 Actuar como el demonio que era

Maldita bruja, maldita bruja de los cojones.... Pffff

¿Qué le estaba haciendo? ¿Usaba su magia contra ella? Sería la explicación mas coherente para todo aquello, pero no era la más lógica, la más lógica era otra... y era que le gustaba estar con ella, que la besase, que pusiera sus manos sobre su cara, tocarla, joder le gustaba tocarla. Hasta se había acostumbrado a su olor a bruja y ya ni siquiera le molestaba.

¡Maldita sea Clarke!

La primera vez no quiso que la tocara porque era bruja, esa idea y el haberse sentido así después la echaba para atrás. Y esa vez fue simplemente porque no creía merecerlo, ¿Cómo un demonio como ella iba a merecer que alguien como Lexa la tocara? Aunque ni siquiera fuera a ver su cuerpo.

Esperaba que la besara cuando le preguntó si le gustaba, lo estaba deseando, y cuando lo hizo, empezó a no poder controlar su impulso, ¿Le había pedido perdón por eso? ¿En qué se estaba convirtiendo? ¿En una niña asustada? Niña no, pero un poco asustada si que estaba.

Se había sentido bien con ella esa noche, allí bajo la intensa lluvia, dándole calor con su cuerpo, un calor que a ella le sobraba y desprendía de forma natural. Era suave, Lexa era muy suave. Querer que la morena se sintiera bien y quisiera estar a su lado fue algo que obvió, era un problema que afrontaría en otro momento.

Malditos ojos verdes clavados en ella a cada momento, maldita parte humana molestando ahora justo cuando menos la necesitaba, tenía que hacer algo con eso, tenía que acallarla otra vez. Devolverla a su sitio, uno dónde desapareciera. No le gustaba sentir lo que estaba sintiendo y estaba claro que era Lexa la que lo provocaba, esas cosas se suponía que eran agradables para todos, pero para ella no lo eran, para ella eran una tortura que la iba consumiendo, y esa noche por fin había sido consciente de ello.

Mientras estaban tumbadas, mientras ella intentaba no mirarla y respirar hondo oyó una voz en su cabeza que le recordó para qué estaba allí, le recordó que tenía que matarla, intentó acallarla pero no pudo. La tenía vulnerable, confiada, a su lado, y supo que ese era un buen momento para hacerlo, y en aquel lugar, como se había imaginado alguna vez, y le vino la imagen de ella atravesándole el corazón con una daga en aquel instante y en aquel lugar y le dijo que se fueran, porque fue lo único que se le ocurrió en ese momento para no hacerlo.

La dejó sola en aquel taxi, no podía ir con ella o no sabría si se podría controlar más, su instinto la estaba presionando, mucho, lo sentía fuerte de nuevo en su interior, pero había algo irracional que la hizo actuar así, que quiso ponerla a salvo de ella.

"Ten cuidado" ¿De qué? Ten cuidado de mi, le falto decir. Miró su cara una vez más y tuvo que girarse y empezar a andar, poner distancia con ella, alejarse y ni siquiera sabía dónde iba a ir.

Y finalmente acabo en el inframundo, fue directa hasta una mazmorra donde había un hombre atado a con grilletes al suelo. Formó una enorme bola de energía en su mano y sin pensarlo mucho se la lanzó, y luego otra y otra, aunque no eran necesarias ya, pero lo siguió haciendo, hasta que se sintió más tranquila. No había experimentado el placer de matar como otras veces, pero le fue suficiente. Cuando salió de allí se encontró a su hermana.

Clarke, he sentido que estabas por aquí. ¿Ha pasado algo? - Le dijo al verla acelerada y con esa expresión en su cara, estaba agobiada-

He perdido una oportunidad de matarla.

¿Es por eso? Habrás más Clarke, muchas más. Lo estás haciendo bien

Lo se - Sabía que iba a poder matarla en muchas más ocasiones y eso la angustiaba un poco más, se suponía que debería sentir lo contrario-