Parte 31 Es la hora

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Madre mía, había ido a su habitación dispuesta a cualquier cosa, pero jamás se habría imaginado que iba a acabar así la noche. Y tampoco entendía muy bien cómo había podido pasar, ni como había podido sentirse así. Hasta lo que ella tenía entendido, la Fuente no podía sentir esa clase de cosas. Pero Lexa siempre había sido su punto débil, la fisura en su misión en el inframundo, y creía haberlo superado, creía haberse deshecho de esos sentimientos, lo tuvo claro aquella noche en el desván y de pronto todo había dado un giro de 180 grados.

Estaba claro que seguía queriéndola, que sus sentimientos por ella nunca habían desaparecido, si no que se habían ocultado, incluso para ella. De verdad que no quería hacerle daño y no sabía si lo iba a poder cumplir y eso la atormentaba un poco.

Había pensado en todas las posibilidades, al principio pensó en deshacerse de sus poderes y al no poder hacerlo sintió que lo mejor era aceptar quien era y alejar a Lexa de su vida, pero ella se resistía a dejarla tranquila, entonces pensó que lo mejor era eliminarla a ella y a sus hermanas. Pero nunca había abrazado la opción de que Lexa quisiera estar con ella, con la Fuente, ni siquiera se le pasó por la cabeza, le parecía algo imposible. Pero había pasado, aquella noche, se lo había propuesto, no supo que pensar, pero si así podía estar con ella, iba a decir que si seguro, no sin antes avisarla de los riesgos que correría a su lado si finalmente decidían hacer aquello, porque ella no quería ni podía renunciar a lo que era ahora, ni pensaba cambiar sus planes. Pero gobernar junto a Lexa... eso era otro nivel. No podía obviar lo que significaba para su propósito, las embrujadas fuera de combate y una de ellas luchando a su lado, era todo perfecto. Cuando supiera como hacer para encajarlo todo, le pediría el libro de las Sombras. Pan comido.

Intentar obviar aquellos sentimientos hacía Lexa había sido duro y aún así todo esfuerzo quedó por tierra en cuanto sintió la suavidad de sus manos. ¿A caso podría tenerlo todo? Gobernar el inframundo con Lexa a su lado. Debía de hacer algún tipo de magia protectora por si en algún momento la Fuente volvía a invadirla por completo y sentía la necesidad de hacerle daño. No podía actuar a lo loco, solo guiada por sus sentimientos, porque cuando era la Fuente al completo, aquellos sentimientos desaparecían y era lo único con lo que la podía proteger. En lugar de fluctuar al inframundo, fue a su antigua casa. Quería ver a Octavia.

¡Octavia! - La zarandeaba en la cama - ¡Octavia despierta! - Joder su hermana y su sueño profundo -

Su hermana se quejó y pronunció algo que no fue capaz de descifrar. Siguió molestándola hasta que captó su atención.

Mierda Clarke... ¿Qué hora es?

La hora de "Me he acostado con Lexa hace un momento" - Su hermana se sentó sobre la cama como un rayo-

¿Cómo? ¿Qué coño me estás diciendo?

Que me he acos... - Su hermana la interrumpió poniendo la mano en su boca -

Ya se lo que has dicho. Pensaba que tu... joder Clarke, ¿Por qué?

No lo se... Octavia... yo pensaba que sentirme así estaba olvidado

¿Sentirte cómo? Específica

"Así" con ella. La quiero Octavia

A ver... -Se pasó las manos por la cara - ¿Entonces quieres que sigamos intentado deshacernos de tus poderes?

No, no es eso. Soy la Fuente y eso no va a cambiar. Olvídate de eso ya de una vez. Pero verás, Lexa me a dicho algo que... puede ser lo que quiero y no había reparado en ello.

Me da miedo preguntar que es lo que te ha dicho. Pero venga, lo voy a hacer.. ¿Qué te ha dicho?

Que me ama y que está dispuesta a estar conmigo como la Fuente, venir conmigo, seguirme... Octavia, así podré estar con ella y seguir mi destino a la vez. Y no tendremos que preocuparnos más por las embrujadas.

Charmed (CLEXA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora