Forbidden Place (Taeten/nct)

10: Interior.

NARRA YUTA.

Mire la situación muy atento y me acerque lentamente a una de las pequeñas estatuas con la intención de partirle esta en la nuca de la criatura .

- no seas ridículo y deja eso donde estaba - hablo el con voz demandante. Como si fuese su sirviente obedecí. 

- muy bien Yuta, ahora retírate por favor, tengo unos asuntos que atender con Chittaphon - pestañe lentamente y negué - te lo ordeno - nuevamente mi cuerpo obedeció y dio media vuelta, comenzando a salir de la casa.

Camine hasta la salida y una vez fuera pude moverme a mi voluntad , gire e intente entrar pero las puertas se cerraron en mi cara. Bufe y comencé a golpear estas.

- ¡ábreme maldito! - seguí y seguí golpeando, pero las puertas jamas se abrieron.

Suspirando rendido me senté en la acera a esperar.

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NARRA TAEYONG.

Luego de haber sacado al Japones de mi camino, me volví a centrar en el hermoso Ten, este temblaba un poco.

- ¿tienes miedo? ayer cuando viniste parecías muy seguro de que no te haría daño - acaricie su cuello con mi nariz, hipnotizado por esa fragancia tan única.

- bueno, después de que casi me matas las cosas cambiaron - su voz se oía apretada a causa de los nervios.

- muy bien dicho, casi te mato, no lo hice - me separe para mirar su bello rostro - puedes sentirte seguro conmigo, no volveré a tomar de tu sangre -

Sonreí apesar de que el no podía ver mi sonrisa por culpa del largo pelo que cubría mi cara.

- ¿por que no me has matado? - me pregunto mirándome con sus ojitos brillantes. mire su boca detrás del pelo.

¿por que me sentía tan atraído hacia el? .

- no lo se... supongo hay algo en mi interior que no me deja dañarte - eleve mi mano para acariciar su mejilla - ¿aun sigues asustado? - el negó.

- comienzo a creer en tus palabras - murmuro. note como sus ojos buscaban los míos.

- eres un buen chico Ten, por eso deje vivir a tu amigo - me separe, dejando que el respirase correctamente - por que sabia que si le hacia algo te dañaría de una manera mas profunda - mire mis manos, las cuales temblaban por el deseo de matar .

- pero ahora debo pedirte que te vallas, y te lleves a tu amigo muy lejos de mi - el asintió rápidamente y camino a la salida.

Pude notar como antes de irse me daba una ultima mirada.

Que humano tan encantador.

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CAPITULO DIEZ PUBLICADO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO.

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO.