Un grupo de adolescentes se adentra en una casa abandonada.
Lo que ellos no saben es que una criatura protege aquella casa abandonada.
¿Que les pasara a Chittaphon y a sus amigos cuando se encuentren con la criatura guardiana?
La familia se encontraba sentada en la sala con la comida ya servida, el silencio reinaba. Para los padres era gracioso por las caras incomodas que tenían los dos jóvenes.
- y...¿que cuentan?- Ten intento comenzar una charla.
- eso deberíamos preguntarle nosotros a ustedes - Bambam hablo con cara picara.
El Tailandes pequeño se quedo sonrojado en su lugar, respondiendo un bajo:
- nada...- miro a Taeyong - el esta de paso en la ciudad - mintió el joven .
- ¿eso es cierto Taeyong? - cuestiono Bambam.
- lo es - continuo la mentira. Ten suspiro agradecido.
- entonces puedes quedarte a pasar el tiempo que te quedes con nosotros, seria todo un placer tenerte - sonrió el mayor de todos, Jackson.
- oh, no,no - negó el peli blanco - no hace falta, no quiero causar molestias - sonrió.
- no son molestias, pero si no quieres esta bien - Jackson levanto su dedo pulgar.
La cena continuo entre una charla ligeramente sobrellavada, y al esta terminar ambos jóvenes se fueron volando al cuarto del menor. Una vez dentro el peli negro se cruzo de brazos.
- ¿por que aceptaste? - pregunto quejoso.
- ¿y perderme la oportunidad de conocer a mis suegros? no gracias - Ten suspiro por la respuesta.
- no son tus suegros Taeyong -
- pero lo serán - aseguro
- eso no lo sabes - lo miro fijamente.
- tus ojos me lo dicen - Chittaphon bufo.
- deja de mentir - Taeyong sonrió y se acerco peligrosamente.
- ¿crees que miento? - el menor asintió.
- pues no lo hago -
- oh, valla, ahora te creo todo - hablo con sarcasmo Ten.
Taeyong rió roncamente.
- ojala pudieras verte justo ahora - respiro - temblando por lo cerca que estoy, mirándome con la intriga de cual sera mi siguiente paso - lo miro - de cual sera mi siguiente palabra - apoyo su frente contra la contraria - pero no lo sabes y te desespera, tu cuerpo mi lo dice al contraerse sumisamente - narro con calma la criatura.
El Tailandes tembló y cerro los ojos, su corazón iba demasiado deprisa. Creyó que iba a explotar por la cercanía que estaban compartiendo, pero Taeyong se separo alarmado.
- debo irme, alguien entro en la casa -
- déjala, estas bien aquí - intento convencer el joven , pero el contrario ya había sacado sus alas.
- no puedo ignorarlo, es parte del trato -
Y sin mas de fue de la manera ya conocida, saltando por la ventana. Ten suspiro. ¿quien estaría en la casa a las tres de la mañana?.
