7: Solo.

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Ten no quería llorar pero las lágrimas habían comenzado a salir solas.

- hey, ¿que pasa?  - Yuta se acercó preocupado.

- e-es sólo que, ¿y si podría haberlo salvado? Cuándo llegué al cuarto Sebastián aún estaba vivo -

El Japones se quedó un momento pensando.

- ¿y que podrías hacer? Ese monstruo te hubiese comido también -

Acarició la espalda de mayor.

- no llores por eso tonto - sacudió su hombro, haciendo sonreír al otro.

- hoy te vas a tú casa, que con tus charlas nocturnas dormí fatal - peleó y comenzó a caminar rápido, dejando al otro “enojado" persiguiendolo.

Pasaron la tarde escolar entre bromas y risas. Al llegar la hora de irse se despidieron quedando en avisarse cualquier cosa. Pero por lastima el Tailandes no respeto la regla y a eso de las doce de la noche, tomó su linterna y fue solo a la casa abandonada.

Entrando a está el joven prendió la linterna y comenzó a caminar, sin tocar nada hasta el gran salón en dónde aún estaba el cuerpo de su maestro. Respiro profundo y grito :

-¡se que estás aquí!

Su grito retumbo por todo el lugar, causando que el polvo del techo cayera y que las ratas saliesen corriendo. El adolescente miró en toda dirección pero nada. Volvió a gritar :

- ¡sal de dónde estés!

Fue ahí cuándo un fuerte golpe se escuchó, lo busco caminando por el gran salón quedándose quieto al ver en lo alto del último escalón (el cuál llegaba al piso de arriba) las enormes alas abiertas de par en par, dejando ver así un cuerpo humano sólo vestido con un pantalón negro, su torso estaba desnudo y con sangre reciente, los ojos de aquella criatura eran totalmente rojos y lo miraban fijamente.

- ¿por que me has invocado? ¿acaso quieres morir? -  el ser extraño comenzó a bajar de apoco cada escalón.  Hasta quedar en frente del humano.

- vine para exigirte que dejes de matar a las personas -  tomó valor apesar de estar temblando como papel al viento. El ser río.

- ¿y que te hace creer que no te mataré a ti? -  se acercó más.

- no me mataste la primera vez y se que nunca lo harás - se paró firme.

- pues te has equivocado chiquillo, te mataré tan lentamente que desearás jamás a ver venido -

Abrió la boca y dejó salir sus colmillos, el joven abrió los ojos y grito internamente, por fuera estaba congelado, petrificado en su sitio.

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CAPITULO SIETE PUBLICADO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO.

NOS LEEMOS EN EL PRÓXIMO.

Forbidden Place (Taeten/nct)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora