Forbidden Place (Taeten/nct)

22: Venganza.

NARRA TAEYONG.

Caí de rodillas ante Ten, un dolor inmenso esparciéndose desde mi pecho a todo mi cuerpo, vi como los ojos de Ten se agrandaban y gritaba ''¡fuera de aquí!'' para luego agacharse conmigo.

- no cierres los ojos, por favor - pidió. Pero no podía pensar bien debido al dolor. 

Sonreí débilmente.

- pesan mucho... - murmure.

- lo se, lo se, pero no los cierres - acaricio mi rostro. acomodando mi cabeza en sus piernas.

- no creo sea capaz de regenerar la parte herida Ten - nos miramos a los ojos, los suyos llenos de lagrimas.

- oh, vamos, no me digas que eres tan débil - intento levantar mi ego.

- la bala, era de un material especifico - su rostro perdió todo color al escuchar tal noticia.

- eso no importa, debes ser fuerte y regenerar tu pecho - su voz se comenzaba a escuchar lejana. lo mire, apreciando su bello rostro.

- al menos moriré viendo lo mas hermoso en el mundo - sonreí cansado.

Mi rostro fue perdiendo la expresión lentamente y mi corazón, afectado por la bala, dejo de latir. Todo fue oscuridad luego de cerrar los ojos.

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NARRA TEN.

Fue cuando sentí todo el peso muerto de Taeyong en mis brazos que reaccione, el había muerto en mis brazos y no había podido hacer nada.

Me abrace a su cuerpo flácido y llore con todas mis fuerzas su perdida, llore y llore, hasta que las lagrimas mismas se cansaron se salir y me dejaron jadeando de dolor aun abrazado al cuerpo sin vida de quien había amado. Mi cabeza se retorció en sufrimiento cuando cayo en cuenta de que lo amaba, lo amaba y no se lo había podido decir, ni mucho menos demostrar. De echo mi ultima acción que tube hacia el fue la causante de su muerte.

Me levante del suelo con Taeyong en brazos y lo lleve hacia un ataúd que había en la cima de los escalones, siendo sincero tuve que usar mucha mas fuerza de la que en mi  vida hubiese usado pero cuando al fin estuve al lado del ataúd suspire con tristeza y cansancio.

Tome el cuerpo de Taeyong y lo puse dentro del ataúd, acomode sus manos sobre su pecho y llore nuevamente al apreciar el agujero que había dejado la bala al atravesar su pecho. 

Caí al suelo y continué llorando la muerte de mi primer amor por lo que duro la noche.

Fue cuando deje de llorar que otro sentimiento domino por sobre la tristeza, la ira, ira causada por un asesinato en las manos incorrectas.

Me levante y fui a por el arma que Enric había dejado tirada al salir corriendo. la recargue y respire profundo. 

Tomaría venganza a mano propia.

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CAPITULO 22 PUBLICADO .

ESPERO LES HAYA GUSTADO.

NOS LEEMOS.