Parte 40

18 4 0
                                    

- No te preocupes, te perdono. – me sentí tranquilo ver como en su rostro se dibujaba una sonrisa.

- ¿Qué dices si pasas por mi apartamento al volver?

- Lo haré.

Dimitri alzo la mirada para ver en donde se había metido Perla y no le costó mucho tiempo en encontrarla. Él, Sofía y la chica de la tienda vinieron hasta donde estaba Natalia, Perla y yo.

- Hola Dimitri.

- Hola Frank – dijo con un tono algo poco agradable. Supongo por el motivo de que quise quitarle a su chica.

- ¿Qué hacen aquí?

- Como ves, estamos acompañando a mi prometida a promocionar sus vinos – dijo queriendo recalcar que Sofía era suya.

- Eso supuse.

Sofía hizo un pequeño movimiento para voltearme a ver, pero su mirada ya no era la misma, era algo desinteresada, apagada.

- Supongo que vienes aquí para escribir sobre el festival – dijo Sofía.

- Estas en lo cierto – sentí un leve impulso de abrazarla, pero no sería lo correcto por quienes nos rodeaba.

- Sé qué harás un buen trabajo. Erick quedo en comunicarte contigo para escribir sobre los vinos que vamos a sacar al mercado.

- Excelente, lo llamara para acordar una cita.

Por un momento Sofía noto que la chica de la tienda de ropa estaba en un segundo plano, por lo que quiso presentarla.

- Ella es Bianca, una amiga de hace muchos años – Bianca extendió la mano para estrecharla con la mía y la de Natalia.

- Qué casualidad verte una vez más – sentí vergüenza al recordad los momentos vergonzoso en presencia de ella.

- ¿ya se conocían? – intervino Sofía.

- No. Pero ya nos habíamos visto en dos ocasiones – respondió Bianca – en una en la tienda de ropa, recuerdo que estaba comprando ropa interior para su novia, y en otra estaba en el baño de mujeres besándose con ella – dijo refiriéndose a Natalia.

No pude evitar sentir que mi presión arterial bajaba, de un momento a otro mi sangre me bajo a los pies al escuchar a Bianca decir tales cosas delante de Sofía. Perla entendió al instante lo que pasaba por lo que casi soltaba una carcajada, Natalia me miraba tratando de descubrir de qué hablaba Bianca al decir que compre ropa interior para mi supuesta novia. La mirada de decepción de Sofía fue lo peor, ella me miraba como si fuera otro tipo de hombre, uno al que no le importaba meterse a la cama de cualquier mujer.

Gracias a Dios Perla me ayudo con el incómodo momento. Ella rompió con ese silencio que había entre nosotros.

- Deberíamos tomar fotos de la competencia Frank.

- Si. Eso estaría bien.

Sentí como me volvía el alma al cuerpo y escapé junto a donde estaban los chefs haciendo sus platillos. Estando ahí sentía como Sofía no dejaba de ver a Natalia, tal vez la estaría juzgando por ser 

Los recuerdos huelen a rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora