19

1K 54 5
                                    

-Mateo...- fue lo único que logré acotar.

El estaba parado aún en la puerta mirando hacia un lado, con lágrimas en sus ojos.

Se me parte el alma de solo verlo así, pero sigo firme en la decisión que he tomado. No permitiré que me agarren más de pelotuda.

Limpie mis lágrimas dejando a un lado la carta y logré encontrar palabras para expresarme.

-No dudo en tus sentimientos hacia mi, pero me has dañado Mateo...de nuevo- caian de nuevo lágrimas por mis mejillas.

-No es como vos pensás Valentina, yo no quería hacerlo- hablo con un hilo de voz, yo solo me quedé en silencio- La posta, es que yo no buscaba nada con Ludmila, ella lo buscaba conmigo.- finalizó acercándose lentamente para sentarte a mi lado.

-Quiero que me contes toda la verdad.- limpie mis lágrimas y lo miré seria- y cuando digo toda, es que incluyas todo lo que hayan hecho.

-Y...no es algo de lo que me enorgullesca, solo se que me siento la mayor mierda por hacerte sufrir de nuevo- limpio con su manga las lágrimas que le caian- Vos sabes que venía bastante estresado con todo el tema del disco que sacare, los shows, todo esto nuevo de ser padre y no poder dedicarle todo el tiempo que quiero a mi hija ni a vos. Y Ludmila...solo se aprovechaba de mi situación, cuando estaba distraído se me lanzaba a la boca. La esquive durante semanas, pero hubo un par de besos que no pude esquivarle. Ni si quiera fueron chapes, solo picos.- suspiro profundo.

-Pero vos le seguías esos picos no Mateo?- pregunté segura de la respuesta, el solo asintió.

-Posta que no se porque lo hacía, todo dentro de mi estaba fuera de control, pero cuando me besó solo podía ver tu cara en mi mente, y a Géminis y me apartaba de inmediato.

-Mateo, fueron dos veces, dos veces que me hiciste cornuda y ni te planteaste contarme que se te tiraba como una desesperada, quién sabe que habría pasado si los dejo más tiempo sin que me enteré?- dude nerviosa, pensando en mas posibilidades.

-Nada mi amor, solo te amo a vos y estoy más que seguro.- agarró mi mano y la quité.

-Estoy segura de eso, me amas pero...no tanto como el primer día. Y me lo has demostradora. Quizás necesites echarme de menos para saber qué querés en tu vida.- afirme levantándome.

-Y estoy seguro de lo que quiero, os quiero a vos y a mi hija. A mi lado siempre, pero creo que todo esto me supera y no puedo daros el tiempos suficiente.

-Por eso lo mejor es que nos marchemos- me miró asustado- no te preocupes, no me iré lejos, es un piso acá en la boca. Podrás ver a Géminis todo el tiempo que queras, pero necesito mi espacio y pensar Mateo.

-Lo entiendo- cayeron más lágrimas por su cara- prométeme que esto no es un hasta siempre.- me miró esta vez con pena.

-Y quien sabe Mateo, quizás vos te enamores de alguien más, o yo misma. Pero siempre habrá un nosotros, siempre Mateo...- le sonreí acariciando su mejilla.

-No quiero a nadie que no seas vos Valentina- se echó a mi cuello a llorar, yo acaricie su espalda.

-Mateo, tenemos que ser maduros, ya no somos unos pendejos, somos padres y tenemos que mirar por el bien de nuestra hija si?- el me asintió separándose de mi.

-Extrañare verte toda mañosa por las mañanas - reímos suavemente para no despertar a Géminis.

-Yo extrañare tus puteadas cuando te da el sol en la cara en la mañana- acaricie su mejilla.

-Prometo volver a enamorarte Valentina.

-Yo ya estoy enamorada de vos, y lo estaré siempre, pero necesito que cambies Mateo.- el asintió.

-Esta noche dormiré en el sofá, y vos en la cama.- yo asenti- cuando se van?

-A la mañana.

-Despertame para que me despida de mi princesa- acarició la manita de Géminis que estaba en un profundo sueño.

-No te preocupes Mateo, te avisaré.

-Me iré para dejarte tranquila. Buenas noches turrita- beso la mejilla de Géminis suavemente- Buenas noches Valentina, te amo- beso con suma delicadeza mi mejilla acariciando mi brazo.

-Buenas noches Matu, yo también te amo- dije con lágrimas en mis ojos sintiendo como me erizaba la piel ante su tacto.

Y salió de la pieza cerrando suavemente, dejándome ahí con mil dudas en mi cabeza.

No se si estaba haciendo lo correcto, pero necesito tiempo para saber qué quiero en mi vida. Si podré perdonar a Mateo en un futuro o si es momento de mirar por mi y mi hija y dejar de pensar en los demás.

Con estas dudas acabe dormida al lado de Géminis, necesitaba descansar mañana era un día ajetreado.

Pαяα Sιємρяє/ Vαlєηтιηα II/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora