Tenia los ojos pegados por haberme dormido llorando anoche, me esforcé en fingir que estaba todo bien, pero seguía molesta por lo de ayer, lo cual es bastante extraño ya que no soy muy rencorosa. Procedí a lavarme bien la cara y noté mis ojos muy hinchados, parecía que alguien me había pegado dos piñas en los ojos, un horror.
-Buenos días princesa. -dijo mi madre muy dulcemente al verme.
-Hola. -dije sonriendo con cara de dormida.
-¿Ya hablaste con tu padre? -pregunto mientras bebía un sorbo de café.
-Sí, y lo odio. -dije enojada y ella suspiro.
-Pues te compadezco, vas a pasar dos semanitas con el y su noviesucha en el crucero, no te pongas triste ¿Sí? -dijo tocándome la mejilla. -Quizá ese quinto pasaje es para Cata.
-No lo creo, anoche le pregunte y me dijo que no quiere llevar a una menor de edad que no es su hijo por papelerío yo que se. -dije bofeando.
-Que raro, ¿entonces de quien es el quinto pasaje? Capaz escuche mal... Anyway, no importa, hoy pasaremos toda la tarde en un día madre e hija para comprar ropa para tu viaje ¿te apetece?
-Sii -le respondí emocionada, mi madre siempre es tan dulce, estar con ella me pone de buen humor salvo cuando trae a casa a su novio Paul, es insoportable. -Bien, me voy a bañar y cambiar así a la tarde estoy lista. -le dije y me fui a mi habitación.
(...)
-¡¡Eva!! -escuche la voz de mi madre gritando. Al parecer me había quedado dormida luego de la ducha, últimamente estaba muy cansada físicamente, ¿será por el ejercicio extracurricular con el profesor Cumberbatch? Pensé y reí como una loca internamente. Me cambié rápido y fui de compras con mi madre, pasamos una tarde super linda, tomamos café, bueno ella, ya que a mi no me gusta y hablamos de todo... o casi.
-Últimamente estas un poco rara hija ¿Anda todo bien? -pregunta mi madre con preocupación. -Mas allá de lo de tu padre, presiento que no es eso y mas vale que no me mientas Eva María. -¿Por qué todos tenían la manía de retarme con mi nombre completo? Pensé.
-No estoy rara ma. -dije riendo. -Solo es que, siento cosas por alguien que no me conviene. -le termine diciendo.
-Ah, es eso... -dice mi madre tranquila. -Bueno es normal que te sientas asustada ante sentir algo por primera vez por un chico, si es que es un chico ¿no? Digo, si es mujer no hay problema yo te amo igual. -dice poniéndose nerviosa.
Si ma, es un chico. -digo riendo. -Pero es complicado. -agregue.
-¿Y por qué? No me digas que no te hace caso.
-No, no es eso, solo que... -y comencé a darme cuenta que me estaba abriendo mas de lo normal, mi madre no podía saber que no estaba hablando de un chico, sino de mi profesor, así que comencé a mentirle. -Es gay. -¿¿¿Perdón??? ¿¿No se te podía ocurrir algo mejor Eva?? Mi madre me miro con sorpresa.
-Bueno en ese caso... no puedes hacer nada hija, la orientación sexual de una persona no es algo que se pueda cambiar. -dijo mirándome con compasión y yo por dentro queriéndome matar por no poder ser sincera con ella, y por la estúpida mentira que le dije.
-Si, tienes razón, voy a tener que sacarlo de mi mente. -dije y continúe tomando mi te. Fue la conversación más incómoda y random que tuve con mi madre jamás.
Al llegar a mi casa solo quería distraerme y hablar con Cata y Máximo, pero solo pensaba en Benedict y en la conversación con mi madre, si dejaba que mis sentimientos por el aumentaran ¿a que me llevaría eso? Nunca podría estar con el porque mis padres no lo aprobarían, por más que ya sea mayor de edad, la diferencia es demasiada y estamos en etapas completamente diferentes, sin darme cuenta me estaba sumergiendo a mi misma en una tristeza que comenzó a hacerme llorar, todo lo que quería a futuro, lo que tenia planeado, de repente me parecía monótono sin él, ¿me estaba enamorando? Debo tener esto pensé, pero ¿Cómo? Cada vez que lo veo mi cuerpo se estremece, y va más allá de algo sexual, me gusta pasar tiempo con el porque me entiende, de una manera que nunca nadie lo hizo. Si tan solo hubiera nacido antes...
(...)
¡¡Ring Ring!! Mi teléfono había empezado a sonar.
-Hola ¿Eva? -dijo y al instante reconocí la voz, era el profesor Cumberbatch hablándome por teléfono, lo cual me extraño demasiado ya que nunca le pase mi número.
-¿Benedict? Holaa. -dije emocionada. -¿Cómo estás?
-Bien, estaba pensando que seria lindo vernos hoy ¿te gustaría venir a hacerme compañía? -dijo y mi corazón empezó a latir super rápido, me sentía tan estúpida pero los impulsos de mi cuerpo eran algo que se salían de mi control.
-¡Si! -respondí feliz al instante, después de esa tarde agitada en la sala de profesores necesitaba terminar lo que empezamos, y al parecer el también...
-Buenísimo ¿te paso a buscar a las 8pm? -tengo una sorpresa para vos. -dijo en un tono juguetón, ¿Qué será?
-Sii -respondí feliz. -Pensándolo bien, voy yo en un taxi, no creo que sea buena idea que me vean subiendo a tu auto un sábado a la noche...
-Tienes razón, entonces te esperare aquí hermosa. -dijo tiernamente. -no llegues tarde o te castigo. -dijo bromeando y colgó. Luego de esa llamada comencé a sentir demasiadas cosas, nervios, ansias, ganas de estar con el y a la vez de alejarme por mi bien, ¿Cómo me puedo resistir a esto? ¿Me tengo que dejar llevar?
Comencé a prepararme para mi "cita" con Benedict, no sé si podría llamarse así, de todos modos, sentía que iba a ser una noche especial, los dos teníamos las cosas claras y ya no había inhibiciones de por medio, solo quería estar con el y hundirme en sus brazos. Me tome el taxi antes de que sean las 8pm y por fin llegue a su puerta.
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Mi Profesor (Benedict Cumberbatch y tú)
RomanceEva es una estudiante de 17 años aburrida de vivir en la monotonía de su adolescencia, hasta que un encuentro poco académico con su profesor de literatura la hace debatirse entre lo que esta bien y esta mal. *Contenido explícito