Eva es una estudiante de 17 años aburrida de vivir en la monotonía de su adolescencia, hasta que un encuentro poco académico con su profesor de literatura la hace debatirse entre lo que esta bien y esta mal.
*Contenido explícito
-¿Benedict? -toque su puerta repetidas veces, al parecer no escuchaba el timbre y ya comenzaba a impacientarme.
-Hola hermosa, perdón estaba cocinando. -dice mientras toma mi mano para hacerme pasar, olía verdaderamente rico, este hombre es perfecto pensé.
-¿Hay algo que no sabes hacer? -le dije sonriendo.
-Pues, bailar así de bien como tú, soy un viejo sin gracia. -dice sonriéndome de costado. Lo abrace por atrás y volteo poniendo sus manos en mi rostro y comenzó a besarme, extrañaba muchísimo pasar tiempo con el y besarlo sin tener prudencia o estar alerta.
-Podría estar así todo el día. -dije abrazándolo, en sus brazos me sentía segura.
-Yo también... -dice acariciando mi cabeza. -Pero se me quemara la comida. -dice riendo y nos soltamos.
Pusimos algo de música y hablamos sobre el concurso, hace varios días Benedict no recibía noticias acerca de este y comencé a creer que ya no iban a llamarme.
-Amor, ve a sentarte que serviré la comida. -dice Benedict dirigiéndose a la cocina.
-¿Quieres que te ayude? -le pregunto acercándome a él.
-Nono, estas en mi casa y quiero servirte. -me guiña el ojo, me sorprende que sea tan caballero, es tan inglés pensé. Comenzó a acercarse con la comida, verdaderamente olía y sabía muy bien.
-¿De que sorpresa me hablabas amor? -le pregunte mientras comía.
-Ah, sobre eso... si recibí noticias del concurso, pero quería que fuese una sorpresa, estas entre las 5 finalistas Eva. -dice sonriendo orgulloso, se veía tan lindo...
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-¿Me dices en serio? No lo puedo creer! -digo muy entusiasmada. -Y hace un rato me hiciste creer que no tenias noticias que malo eres. -dije sonriendole.
-Eres muy buena escribiendo ¿De verdad dudaste de ti misma? -pregunta mientras acaricia mi rostro.
-Pues, teniendo el mejor tutor, no debería dudar ¿no? -comencé a acercarme lentamente a él, toque su pierna con mi mano y me senté arriba suyo, empezó a subir su mano por mi pierna ejerciendo presión y comenzamos a besarnos, tocaba sus rizos mientras Benedict me apretaba cada vez mas contra él, su perfume era tan adictivo que parecía embriagarme completamente. Me tomo por las piernas rodeando su cintura y nos dirigimos a su habitación, me tiro a su cama y se subió encima mio recorriendo todo mi cuerpo con sus manos y empezó a quitarme la ropa, arremetía besando mi cuello desnudo desaforado mientras yo no podía evitar gemir al sentir su erección contra mi cuerpo, tome su rostro y comencé a besarlo euforicamente, fue una de las mejores noches de mi vida.
(...)
-Buen día preciosa. -dijo Benedict mirándome tiernamente con los ojos achinados.
-Buenos días. -respondí devolviendole la sonrisa. -Qué vergüenza seguro tengo todo el maquillaje corrido no me mires. -dije volteando.
-Estas hermosa igual, tu maquillaje corrido no me importa. -dice tomándome del hombro y volteo. -Pero tienes el labial corrido aquí. -y me toca la boca.
-Ay no ¿Dónde? -dije entrando en desesperación y me beso.
-Ahí. -dice sonriéndome. -¿Quieres comer algo? Me agarro hambre. -dice mientras se levanta. Revise mi celular y mi madre me había estando llamando, siempre que estoy con Cata nunca me interrumpe pero estoy con Benedict y se le ocurre llamarme, para mi tiene una especie de sensor que le avisa cuando estoy de Cata o no sino no se explica.
-Sii. -dije entusiasmada y me dirigí al baño a lavarme los dientes y la cara. Escuche de lejos a Benedict hablando por teléfono y parecía estar peleando con alguien, lo escuchaba muy enojado, no quise entrometerme mas pero no podía evitar pensar con quien estará peleando asi, sali del baño y justo termino la llamada, parecía nervioso.
-¿Todo bien? -pregunte sin querer sonar entrometida, evidentemente no me salio.
-Si hermosa todo bien, ¿Quieres que mejor te lleve a desayunar a un lugar que conozco? Me olvide que no fui de compras. -me pregunta dirigiéndose hacia mi.
-Por supuesto, déjame arreglarme un poco y vamos. -le conteste entusiasmada. Me cambie y nos dirigimos a una cafetería en el centro muy bonita, el olor a café inundo mis fosas nasales y había un exquisito aroma a bizcochuelo en todo el lugar. Estábamos completamente distraídos de la idea de que alguien podia vernos hasta que vimos una cara familiar.
-¿Ese es... Bowers? -pregunta Benedict entrecerrando los ojos, rápidamente me di vuelta y note que si era mi compañero.
-No puede ser, no puede vernos juntos. -dije volteando rápido nerviosa.
-Dímelo a mi, que estoy con una alumna. -responde Benedict tratando de disimular inútilmente.
-Espera, no creo que se mal interprete, todo el curso sabe que yo estoy en un concurso con usted quizá estamos tomando un café hablando de eso. -dije tratando de calmarlo.
-¿Y los libros? Sera mejor que me vaya Eva, no puedo arriesgarme. -responde nervioso.
-¿De verdad te piensas ir y dejarme sola acá? -pregunte mirándolo confundida. -Si te pones nervioso y no disimulas si va a sospechar. Quédate tranquilo ¿Si? -le agarre la mano para tranquilizarlo.
-Perdón, tienes razón. -responde disculpándose. -Si tan solo... -dice y hace una pausa mirándome.
-Si tan solo ¿Qué? -pregunte mirándolo fijamente.
-Nada no importa. -dice bebiendo un sorbo de café y no le dimos más relevancia.
Fue una mañana rara, nunca se nos había presentado un conflicto y ante el Benedict casi entra en pánico y me puse a pensar hacia donde iba esto... por mas que quiera negarlo le avergüenza estar conmigo, y esa conversación extraña que tuvo por teléfono me dejo pensando mucho ¿Estará escondiendo algo?