En el camino me detuve en una pequeña tienda de Dangos donde no pude evitar comprarme dos palitos sentándome afuera a comerlos.
A esta hora recién comenzaba la vida en Konoha,los mayores saliendo a mirar el amanecer, otros que iban corriendo a la academia Ninja y así...
Padres despidiéndose de sus hijos de una forma cariñosa.
.
.
.Cerre los ojos apretando los dientes.
A pesar de que en ese entonces tenía 4 años,recordaba perfectamente su mirada vacía cuando me miró por primera vez...Ella es _____,tu hija...
Solo se quedó callado,ni un gesto,nada...solo...
Solté un suspiro largo terminando por comerme la última bolita y tirando lo demás.
Llegue a casa poco después topandome con mamá quien iba con su traje de doctora camino al hospital. Al verme no dudo en sonreírme y caminar un poco más rápido solo para darme un beso en la frente diciendo un "Nos vemos por la noche" para así alejarse por el camino. Lo único que hice por mi parte fue mover mi mano en despedida.
Mire la casa por unos segundos entrando en ella. Me quite las sandalias y fui hacia mi habitación poniéndome ropa mas cómoda. Deje mi cabello suelto solo adornado con un pequeño prendedor que tenia entre los tantos que mi madre me regalaba, tanto como cuando era niña -5/6 años- hasta ahora que tengo 16.
"no me gusta que cubras tu rostro con tu cabello"
Me alce de hombros mirándome bien en el espejo antes de voltear, tomar mi billetera y mirar mi habitación. Casi nunca la ocupaba, por lo que siempre estaba ordenada. -Ademas que, mamá cuando esta aburrida, puede ser un poco excesiva en hacer aseo-
Salí de ahí yendo directo al cuarto de Sarada. Ya al estar frente a su puerta toque un par de veces.
--Sarada-- llame a mi hermana menor. --¿Estas lista?-- pregunte.
--he...¡espera un minuto!-- la escuche a través de la puerta.
--Estaré abajo-- avise para ir hacia las escaleras y bajar hacia la sala.
Me dirigí al ventanal que daba hacia el jardín. En si mi hogar es bastante grande y ni hablar de patio trasero. Cuando es verano solemos poner una piscina donde jugamos un buen rato. Recuerdo que una vez nos quedamos por tanto tiempo bañándonos que no nos dimos cuenta hasta rato después que no nos habíamos colocado protector solar.
Cual de las dos no quedo más roja y adolorida -Al final mamá termino por salvarnos aplicándonos su ninjutsu medico-
Sonreí ligeramente ante ese recuerdo dando media vuelta hacia la mesa del comedor de la cual tome las llaves de la casa dirigiéndome a la salida. Me pondría mis sandalias en lo que mi hermana saldría cuando un marco de fotos llamo mi atención. En cuanto me acerque, el primer rostro que vi, se trataba de mi padre con su capa Akatsuki. En ese tiempo si no me equivoco el tenia unos 16 años y yo debía tener cerca de un año.
Mire las demás fotografías. En ninguna más salía él, solo mi madre sosteniendome en brazos o mis abuelos.
--Lamento la tardanza! Ordenaba un poco mis cosas-- escuche la voz de mi hermana acercarse por lo que dejé de prestarle atención a los cuadros volteando a mirarla con una sonrisa.
--vamos entonces-- me acerque a la puerta colocándome mis sandalias. Ella por supuesto copio mi acción y así ambas salimos, cerrarmos bien nuestro hogar partiendo a la zona comercial de Konoha.
Aunque claro,para eso debíamos tomar el tren.
--Nee-san ¿cuando crees que papá volverá?-- preguntó de la nada.
--Algún día Sarada-- aprete un poco su mano. --tiene mucho trabajo-- subimos unas escaleras yendo a comprar los boletos para luego esperar.
--¿cuando es algún día...? Acaso ya no nos quiere?
--no lo se, siempre esta ocupado...mejor cambiemos el tema, ahí viene nuestro tren.
El viaje fue tranquilo, hablando de cualquier cosa cotidiana como "¿a donde vamos? O ¿quién preparará la cena?"
En cuanto llegamos, fuimos directo a la zona comercial de Konoha, paseando y comprando cosas para comer, como brochetas o dangos.
--¿sabias que a nuestro tío le gustaban los Dangos?-- pregunte.
--¿a sí?-- miró su dulce y sonrio suave volviendo a comerlo. Al verla solo pude mostrarle una sonrisa suave.
Cuando volvimos a casa, el cielo ya estaba de un tono rojizo y azul marino, dando a entender que pronto anochecería. Ambas en cada mano traíamos bolsas con algunos dulces para mamá y alimentos para la cena. Teníamos pensado hacer Katsudon.
--¿Cocinaras tú?-- pregunto Sarada.
--No, deja que mamá lo haga, a ella el katsudon le queda muy rico, años de practica-- Abrí la puerta de la casa dejándola entrar a ella primero. --Aunque dudo quedarme a cenar-- indique. --Debo hacer algo más tarde.
--es tu día libre ___ ¿que tienes que hacer?-- se quejo la pequeña Sarada dejando las bolsas en el suelo para quitarse sus sandalias. Lo mismo hice yo.
--Cosas de adultos-- Tome las cuatro bolsas y las lleve a la cocina.
--oh! niñas ya llegaron!-- escuchamos a mamà desde la sala. Sonreí yendo a saludarla.
-
El cielo estaba completamente oscuro siendo opacado por las luces de Konoha. Habia bastante gente y muchos niños corriendo o siendo cargados por uno de sus padres. Como una persona normal caminaba bastante tranquila hasta ver el callejón tras uno de las tiendas. Suspire sintiendo mi corazón latir rápido.
De forma discreta me metí en dicho callejón sacando mi celular del bolsillo trasero de mi pantalón y poniendo el contacto del Hokage el cual estaba agendado solamente como "🌞" para no levantar sospecha.
Escribí un "ya estoy aquí" enviándolo para así bloquear mi celular y apoyarme en la pared a mis espaldas. Con un simple vibrar de su celular apareció frente a mi el septimo mirandome con una sonrisa. Con tiempo de decir nada, simplemente me toco el hombro y todo a mi al rededor cambio por una habitación solo iluminada por la luz que venia por una de las ventanas.
Nuestros ojos se encontraron, Azul y negro, ya pronto todo sobro dejando a nuestros labios unirse en un cálido beso que, sin mentir, esperaba con todas ansias.
ESTÁS LEYENDO
Sea Mi Amante Por Favor ||Naruto Y Tú||
Fiksi PenggemarUchiha _____ de 16 años, hermana mayor de Sarada e hija de dos grandes. Tiene una vida normal en la actual Konoha, de vez en cuando ayudando a su hermana con sus tareas o a entrenar y otras fortaleciéndose ella misma. Pero tampoco es como si estuvie...