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Me encanta conocer gente nueva, siempre ha sido una de las cosas que más me ha gustado hacer, además de las fiestas, pero muchos consideran que mi entusiasmo y fiestas a veces se pasan un poco de la raya, la verdad yo considero que los demás son los que exageran un poco.
Bueno para no hacer el cuento muy largo lo que sucedió es que haciendo una pequeña, pero muy pequeña celebración en el gimnasio de la escuela junto a otros estudiantes, las cosas se salieron un poquitín del control y alteramos el orden público o algo así, la directora Celestia me llamó y no parecía muy feliz por todo eso.
Lo cual es súper extraño ya que la gente siempre se divierte en mis fiestas, pero en esta ocasión parecía que me iba a castigar, era ridículo pero no le podía llevar la contraria.
Entonces mientras soltaba un suspiro decidí ir al salón de castigos parece que tendré que llamar a mi jefa en el café dulzuras para que sepa que hoy no voy a asistir, fuí al baño, hice la llamada y luego con mis ojos celestes me ví en el espejo mi cabello rosa brillante seguía bien esponjado, lo cual era importante, luego si fuí al salón.
Entré dándole una patada a la puerta - ¡Hola a todas! ¡Pinkie está aquí! - saqué de mi cabello un pequeño cañón de confeti que disparé como detalle extra en mi entrada triunfal.
En el salón habían varías personas más, muchos de ellos eran personas que habían estado presentes en mi fiesta.
- Señorita Pie, limpie ese desastre de confeti y tome asiento - me dijo el maestro más gruñón de toda esta escuela.
De hecho todos le decíamos, Burro Gruñón y Rebuznon aunque no tenía claro el porqué de "burro" pero lo otro era bastante obvio.
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La chica escandalosa en cuestión que había entrado era bastante conocida por todos, su nombre es Pinkie Pie, no diría que es una rebelde pero definitivamente le gusta el desorden, no se podía negar algo, era bastante linda aún con todas sus locuras.
Pero estaba en una liga a la cual no me atrevería a entrar, yo era muy responsable, centrada en mis estudios y bastante tranquila, por lo tanto estaba completamente indignada por estar en el castigo y la culpable se encontraba sentada a 2 asientos de mí, Sunset Shimmer, esa pelirroja con mechones rubios y unos impresionantes ojos color cian, además de ser una rebelde sin causa.
La descubrí intentando fugarse y la intenté detener pero justo mientras teníamos una pequeña discusión frente a la escuela nos atrapó la sub directora Luna, que aunque al principio se negó en pensar que yo, una de las estudiantes de honor, estaba haciéndolo.
Sunset Shimmer aunque tenía fama de mentirosa viéndose atrapada, me acusó de haber querido escapar con ella, fue tan convincente que cualquiera le hubiera creído ese cuento, total que ahora debía estar en el castigo por su culpa y llamé a mi jefa en la tienda electrónica para avisarle que no podía asistir hoy al trabajo de medio tiempo allá.
Era tan irritante, de vez en cuando les dirigía unas miradas pero de puro odio, era demasiado arrogante porque cada vez que se percataba me daba una sonrisa descarada y una vez hasta me guiñó el ojo.
Yo solo pude soltar un pequeño bufido mientras rodaba los ojos y luego me concentraba de nuevo en mi libro.
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No podía creer que por culpa de Sparkle me hayan atrapado, la conocía bien, era una santurrona y nerd que todo el tiempo quería hacer el bien por la secundaria, por lo tanto quería que todos los demás fuéramos igual de perfectas que ella.
Pero no se esperaba que esta vez, las cosas no saldrían precisamente bien para ella, era lo único que me hacía mantener la sonrisa en mi rostro, de vez en cuando podía ver que ella me estaba mirando a lo cual comencé a burlarme con sonrisas burlonas o pícaras incluso con un guiño de ojo.
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La Magia Del Amor.
FanfictionUna vez en un instituto de Canterlot se encontraban 7 jóvenes, no eran compatibles en muchas cosas, de hecho podrías decir que en nada pero entonces por razones del destino se vieron obligadas a convivir entre ellas y conocerse, con el tiempo logran...