Capítulo 12

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KyungSoo había estado muy nervioso después de esos días de aquel inolvidable suceso.

Había dado las excusas más ridículas que se le vinieron a la mente cuando TaeMin lo atrapó en la habitación de JongIn.

- "Ta- TaeMin Hyung, yo... JongIn tenia algo en el ojo, yo solo quería ver como estaba y -y...

Y no pudo seguir más.

Se despidió de la manera más rápida que pudo,- a la velocidad de la luz,- que y duras a penas y le dio tiempo a JongIn de decirle adiós. Simplemente había salido corriendo como alma que lleva el diablo, que cuando MinHo paso por él a la hora acordada por su madre, el pequeño KyungSoo ya estaba de vuelta en casa y con el corazón latiendo a mil por hora.

Sentía su pecho latir desenfrenadamente y ahora no sabía como mirar a JongIn a la cara y a su hermano TaeMin.

Le daban bochornos cada vez que recordaba ese suceso, incluso su madre llegó a pensar que tal vez y había contraído algún resfriado por las bajas temperaturas de la época del año. Pero la temperatura del año no tenía nada que ver con el constante rostro sonrojado de KyungSoo, sentía mucha vergüenza de solo recordar aquel suceso.

Lo recordaba cuando estaba en la escuela, cuando tenía clases de canto, cuando jugaba fútbol, cuando comía, cuando hacía sus tareas, cuando dormía, incluso en es momento en que se estaba dando una baño, sus mejillas se tañian de un rojo carmín que hasta sus orejas se tornaban calientes y rojas, simplemente vergonzoso pero hermoso al mismo tiempo.

Sin embargo, a pesar de ese hecho, los labios de JongIn sobre los suyos fue la sensación más hermosa que jamás haya sentido en su vida, ni cuando el señor Do le compro su primer IPhone había sentido esa sensación que lo embriagaba y le hacía sentir cálido el corazón, era simplemente una sensación indescriptible.

Unos suaves toques en la puerta de su habitación los sacaron de su ensoñación.

- ¡KyungSoo bebé! ¡SeHun y Tao ya están aquí, date prisa!

Su madre anunciaba la llegada de su primo y amigo, habían quedado de pasar un buen tiempo juntos como antes, para revivir los viejos tiempos. Según lo dicho por SeHun.

- ¡Ya voy mamá! ¡En un momento bajó! ¿Puedes decirles que me estoy vistiendo?

- ¡Como ordene su majestad! ¡¿Algo más que desee el joven?! -preguntó la señora Do con sarcasmo desde el otro lado de la puerta.

La señora Sohyun gozaba de buen humor, tal como KyungSoo, sin mencionar que KyungSoo era el vivo retrato de su madre, tanto en carácter como físicamente.

- ¡Si por favor! ¡¿Nos puedes hacer un boll de palomitas?!

- ¡Do KyungSoo! ¡No te pases de listo conmigo!

KyungSoo sonrió cuando escuchó los pasos de su madre alejarse. Rápidamente se vistió y salió corriendo al encuentro de los chicos quienes los esperaban en la cocina junto a su madre y MinHo.

- Hasta que se dignó en bajar el Princeso -habló MinHo mientras se llevaba a su boca un puñado de palomitas de maíz.

- ¡Cierra la boca ojos de rana!

La relación entre KyungSoo y su hermano era buena, era una relación odio-amor como la de todos los hermanos, el mayor siempre abusando de su poder contra el menor.

- "Si tu hermano mayor no pelea contigo, piensalo, tal vez no sea tu hermano y seas adoptado, a los hijos adoptados se les trata bien."

KyungSoo había escuchado esas palabras de un compañero de clases, pero debido a que peleaba por cada cosa insignificante con MinHo, descartaba esa posible idea, eso y que los dos tenían los ojos grandes, un gen familiar.

Síndrome [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora