Síndrome [KaiSoo]

Epílogo

Por siempre seré tu Peter Pan

[El pasar de los años no deteriora una relación, la fortaleze más que nada en el mundo, la hace fuerte e inquebrantable si el amor es verdadero]

* * * *

- JongIn ...

KyungSoo deja caer los brazos a los lados mientras siente los besos de JongIn en toda su piel, a tenido uno de los mejores orgasmos de su vida.

No sabe como paso de tratar de abotonar correctamente los botones de la camisa de su JongIn, a hacer el amor tan temprano por la mañana.

Aún no lo sabe, pero sonríe ampliamente como lo a estado haciendo por más de cinco años en los que a vivido junto a JongIn en ese apartamento que se a vuelto su refugio y nido de amor.

Sonríe aún más cuando JongIn se aferra a su cintura y con una mano comienza a delinear sus tatuajes, KyungSoo ya no siente vergüenza que su JongIn vea su cuerpo desnudo, ni JongIn siente pena alguna porqué su Jagi vea su desnudez, para ambos eso quedó en el pasado,

- JongInnie - susurra KyungSoo mientras siente las caricias de JongIn sobre su piel con sus ojos cerrados y una enorme sonrisa en los labios.- Deberíamos estar camino a casa de mamá.

KyungSoo realmente creé que eso deberían estar haciendo, pero es imposible no sucumbir a los deseos y caprichos de JongIn, se supone que llegarían temprano para ayudar con los preparativos para el cumpleaños número ocho de TaeOh, se supone, pero aún están ahí, en cama desnudos y acabando de hacer el amor.

Como todos los días.

JongIn sonríe travieso e ignora por completo las palabras de KyungSoo, JongIn no está muy feliz de ir a casa de la señora Do, no es que no quiera, hay un motivo especial por el que no le gusta ir, y más por cierta diminuta personita que le roba la atención de su Jagi: TaeOh.

Siempre que visitan la casa de sus padres, TaeOh acapara toda la atención de su Jagi, lo aleja de él, y no le presta atención. JongIn a entendido que a esa sensación de enojo y frustración se le llaman celos. Si JongIn se pone muy celoso del pequeño sobrino de KyungSoo, y más cuando la pequeña bendición de MinHo resultó ser un demonio con disfraz de Ángel.

Entre TaeOh y JongIn siempre hay peleas por ver quien tiene más la atención de KyungSoo, nunca hay un ganador, pero JongIn piensa que es él, porque KyungSoo siempre termina limpiando sus lágrimas y dándole muchos besitos, y una mirada fea y de reproche a TaeOh.  

JongIn no quiere ir, pero tiene que hacerlo, porque TaeOh es un buen chico, él le a regalado a la señora Tumnos, esposa del señor Tumnos, ese viejo oso de felpa que KyungSoo regalo en uno de sus cumpleaños, justo cuando el cumplió veinte, JongIn aún lo recuerdo, y JongIn no es bueno recordando cosas.

- Vamos JongInnie, debemos ir con mamá.

KyungSoo anima a JongIn a levantarse de la cama dando unos pequeños golpecitos en su hombro, pero JongIn se resiste a levantarse apegandose más a él como si de una pulga se tratase.

- Aún no KyungSoo bebé, quiero estar más así contigo -murmura haciendo un mohín pronunciado en sus labios.- ChanYeol Hyung dice que no debo sacarte de la cama, dijo que te amarrara a ella, pero yo no quiero hacerte daño.

Sin pena alguna, JongIn se sienta en la cama enrollando sus piernas, sentado en posición de indio, y KyungSoo se muerde el labio por qué ver a JongIn desnudo, y sentado así, le enciende demasiado. Pero KyungSoo es un buen chico, así que sacude su cabeza tratando de borrar esos sucios pensamientos, porque aunque pasen muchísimos años, JongIn sigue siendo tan puro e inocente como en el principio y eso hace derretir su corazón de amor.