Capítulo 9

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Avergonzado.

Era la palabra correcta que describía a KyungSoo por el momento.

Desde que JongIn en todo el esplendor de su inocencia se había llevado con él su primer beso. Si, KyungSoo jamás había besado a alguien y ahora JongIn en un beso fugaz había robado el primero.

Varios días pasaron, días en los que el bochorno y el sonrojó de sus mejillas aparecía cada vez que JongIn se le acercaba. Era mucho para su constante cuerpo hormonal, ¿Qué a caso JongIn no se daba cuenta del significado, espacio personal?

Claro que no, KyungSoo meditaba seriamente, no, JongIn no sabía que era el espacio personal, y se notaba siempre.

Cada vez que regresaban de la escuela, JongIn siempre encontraba algo en la callé, y hacía que KyungSoo pese a las advertencias de su madre, terminará convencido por la carita triste y de cachorrito de JongIn y se llevaba consigo cuanto animal abandonado se encontrará.

Como los gatitos que habían encontrado días antes, recuerda bien que su madre le dio la reprimenda de su vida, todo gracias a que terminó con el corazón blandito y compadeciendose como JongIn al ver a  esos animalitos recién nacidos abandonados.

No era que a su madre no le gustarán los animales, claro que no, ya habían tenido antes un perro que terminó en un refugio para animales, fue debido a que MinHo y su padre, el señor Do, sufrían de múltiples alergias, motivo por lo cual lo habían regaño por llevar a su casa dichos gatos.

Por tal razón, tuvo que buscarle entre sus compañeros y los de JongIn un hogar que los acogiera y le diera amor.

Tao terminó con un pequeño mínimo blanco con manchas negras, y a SeHun le hubiese encantado adoptar uno, pero padecía del mismo gen que su tío Do, por lo que descartó la idea de meterle un gatito a la fuerza, como en caso de Tao.

Por otro lado, ChanYeol y el profesor Byun llevaron un día a su casa, sin saber de su visita, para llevarse con ellos un par de felinos. El profesor Byun había dicho que JongIn llegó una mañana a la escuela con el semblante decaído, alegando tristeza por no poder quedarse con los gatitos, por que según JongIn:

- "La familia de KyungSoo bebé no puede tener gatitos porqué estornudan mucho y lloran mucho y mamá Do regaño mucho a KyungSoo bebé. JongIn no quiere que mamá Do regañe a KyungSoo bebé porqué KyungSoo bebé es una buena persona."

Así que el profesor Byun junto a ChanYeol terminaron por llevarse a Tigre y a Manchas, los nombres que JongIn les había puesto y que ellos no cambiaron para hacer sentir mejor al chico. Los demás gatitos fueron dejados en un refugio para mascotas y entregados en adopción por casualidad a MinSeok y JongDae, quién este último nombró a su mascota Dinochen.

Fue un golpe de suerte para esos gatitos.

Cabe mencionar que afortunadamente para el bienestar de la salud mental de KyungSoo, JongIn había olvidado por completo el tema de los novios, no se volvió a repetir esa incomodidad que le hizo sentir JongIn el día que había robado su primer beso. KyungSoo apuesta que JongIn no sabía el significado de dichas acciones, le hubiese gustado poder hablar con alguien ajeno a su familia sobre el revoloteo de emociones que tenía en interior, pero por alguna extraña razón no podía decir algo que ni él mismo sabía el significado de dichas cosas en concreto, claro estaba, el secreto del beso que JongIn le dio, no podía ser contado ni a SeHun ni mucho menos a Tao.

Pero ese no era el punto, el punto era que su mente y cuerpo reaccionaban de manera involuntaria ante los caprichos de JongIn, y pareciese que JongIn sabía como hacer que KyungSoo cediera ante todos sus caprichos.

Cuando JongIn pedía a KyungSoo que lo acompañase a jugar con sus juguetes de acción y KyungSoo se oponía rotundamente alegando que ya no era un niño pequeño de cinco años para jugar con tales objetos, JongIn ponía esa cara de cachorrito triste y apaleado que hacía estrujar el corazón de KyungSoo, y no queriendo la cosa terminaba jugando con El Capitán América en su mano derecha y con un cochecito de juguete en la otra. Era algo ridículo y humillante para él, incluso lo era aún más cuando MinHo le veía jugar de esa manera con JongIn, las burlas eran constantes, tanto que su rostro se encendía de mil colores y el pobre Capitán América terminaba volando directo en la cara de MinHo, era tan vergonzoso y humillante.

Síndrome [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora