Capítulo 20

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"No se desde cuando comenzaste a vivir en mi corazón.

No conozco
la razón por la cual mi corazón se acelera cuando te ve..."

EXO CBX : For You


[JongIn, mi Ángel... El dueño de mis Alas...]

* * * *

- ¡Oh, mira JongInnie! ¡Una estrella fugaz! ¡Rápido! Pide un deseo!

Sentían miedo por la oscuridad, pero solo con estar juntos, el tiempo pasaba sin prestar atención a sus temores.

Solos, recostados en el piso de la entrada de esa vieja cabaña, alumbrados por la débil llama de una fogata hecha por KyungSoo, JongIn miraban el cielo admirando como este estaba adornado por la bella luz de las estrellas.

JongIn jamás había visto tantas luces en el cielo, trataba de contar las estrellas una por una y se trababa en la número ochenta y ocho, comenzando así a contar una vez más el número de estas en el cielo.

JongIn siempre sacaba una dulce y hermosa sonrisa natural a KyungSoo,

- ¿Debo pedir un deseo?

- ¡Si! ¡Date prisa!

JongIn asintió reflejando en su rostro la emoción de pedir un deseo a esa luz brillante en el cielo, junto sus manos en plegaria, y cerró sus ojos con fuerza siendo observado por KyungSoo quién no dejó de sonreír ni un solo momento.

- Yo dese...

- ¡Alto! -la voz aterciopelada del chiquillo lo interrumpió antes de pedir su deseo,

- ¿Lo estoy haciendo mal, KyungSoo bebé?

El chico negó rápidamente,

- Debes pedirlo en tu mente, nadie debe saber tu deseo, no se cumplirá si otros lo escuchan.

El rostro de JongIn reflejó asombro, como si hubiese descubierto algo nuevo, asintió de nuevo y volvió a cerrar los ojos.

KyungSoo lo miró cerrar sus ojos con fuerza, sonreía mientras pedía su deseo y seguía apretando sus manos, no pudo evitar sentirse tonto ante la tierna inocencia de JongIn.

Se preguntaba por qué las personas eran malas e insistían en hacerle daño emocionalmente a alguien tan puro como JongIn,

Sinceramente a diferencia de él, KyungSoo no era para nada un niño puro, él tenía malos pensamientos con JongIn, y unos de ellos era hacer el amor con JongIn, esa clase de pensamientos no eran de una persona inocente y pura. No, definitivamente no lo era.

Sin embargo, se daba cuenta que los pensamientos de JongIn eran diferentes a los suyos. JongIn aún pensaba a su edad, que las nubes eran de algodón de azúcar, que la luna de queso y que en ella vivía un conejo que viajó en un cohete en buscá de comida. Creía que el agua era azul y no a causa del reflejo de las nubes. JongIn aún abría la boca al cielo cuando llovía, y creía que la nieve que caía en invierno era sabor coco.

KyungSoo supo todo esto en el transcurso de todos esos meses al lado de JongIn. Para KyungSoo no solo eran darse besos a escondidas, o simplemente jugar, ayudarle con sus tareas. No, definitivamente no, a KyungSoo también le gustaba saber lo que JongIn pensaba, y vaya que sus pensamientos eran diferentes. Aun qué JongIn había pedido saber cosas de KyungSoo no podía compartirle sus malos pensamientos, por lo que se limitaba a decir cosas que JongIn ya había mencionado antes, tampoco quería pervertirlo.

Pero de algo KyungSoo estaba muy seguro; sus sentimientos por JongIn eran tan reales como la luz del sol que los alumbraba por las mañanas al colarse a través de las ventanas, o incluso más reales que su gusto por las golosinas. KyungSoo amaba demasiado a JongIn, tanto que ahí estaba, tratando de alargar el tiempo con el chico.

Síndrome [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora