Fragmentos © (Disponible En Físico) [Completa]

3

Remuevo la pasta de manera uniforme para mezclar los ingredientes, hoy Seth y yo cumplimos un año de estar juntos y quise hacer algo. Hasta compré una tarta de chocolate, él ama el chocolate. También he usado esto para entretener mi mente de lo que pasó con el señor Brooke.

Luego de que me besó, le viré la cara de un golpe. Estaba muy molesta y decepcionada. Le grité mi renuncia y salí de ese despacho hecha una fiera.

Lo que no esperaba fue que él me siguiera y rogara que lo perdone. Juró no volver a acosarme, pero le dije explícitamente por dónde se podía meter su disculpa.

No la acepté, con dolor de mi alma porque en realidad no quiero volver a ese bar, pero no puedo ponerme en bandeja de plata a un tipo que me ve como si fuera un juguete.

Lo más incómodo fue cuando preguntó si tenía novio. Me quedé muda, no me había planteado qué en realidad somos Seth y yo, nunca hubo necesidad de etiquetar lo nuestro. Solo le dije que tenía pareja y que debía respetarme.

Su rostro decayó, me fijé en eso, pero intentó disimular con una sonrisa bastante falsa. Dijo estar apenado y hasta me dio dos días para pensar en mi decisión. No era necesario, no volveré a poner un pie en esa casa nunca más.

Coloco la mesa y miro el reloj, nerviosa, espero que Seth llegue temprano hoy.

Me ducho y me pongo un vestido rojo muy bonito que tengo desde hace días y no lo he usado. Aplico un poco de maquillaje y dejo mi pelo corto suelto. Siento que estoy esforzándome demasiado para esta cena y eso me asusta, además, no sé como va a reaccionar Seth. Bueno, ya todo está hecho, no tengo por qué arrepentirme ahora.

Me siento a esperarlo, mi corazón se va acelerando por cada minuto que pasa y he tenido el impulso de recoger todo e irme a dormir. Unas pisadas me sacan de mis pensamientos, Seth entra y se queda quieto cuando me ve. Sus jeans rotos están sucios de grasa al igual que su camiseta que alguna vez fue blanca. Sus ojos se posan de la mesa hacia mí, luciendo muy confundido.

—¿Qué significa esto? —Se acerca, observa la comida que preparé, las copas y el vino con detenimiento. Rayos, esto fue una mala idea—. ¿Por qué estás vestida así?

Mis ánimos decaen por completo, él ni siquiera sabe que es nuestro aniversario o lo que sea. Me siento tan estúpida.

—Y-Yo —tartamudeo, pero me recompongo de inmediato—, tenemos un año ya.

Luce más confundido de lo que estaba y frunce el ceño.

—¿Nosotros celebramos eso? —pregunta, mirándome fijamente.

—No, pero estoy de buen humor. En realidad solo ha sido coincidencia —miento con descaro, no quiero que se entere que me afecta su desinterés. Asiente y se aleja camino a la habitación.

—No tengo hambre. —Logro escuchar antes de que cierre la puerta.

Suspiro, no sé en qué estaba pensando.