Still loving you

Aurora

Kagami había estado charlando animadamente con Alya y Marinette, pero Adrien no se había unido a la conversación, todavía dando vueltas a aquellas palabras que lo habían desconcertado. Vio que la azabache salía en pos de Luka, y él optó por acercarse a Iván. El grandullón no sabía mentir, así que... ¿qué le diría si le preguntase?

--Iván, Luka dijo que esta era su primera cita a solas con Marinette --lo abordó sin rodeos, sabiendo que no tenía mucho margen antes de que Kagami lo reclamara--. Pero ellos ya llevan algún tiempo saliendo, ¿no?

El chico lo miró, rascándose la cabeza, como si tratara de decidir si debía hablar o no.

--Por favor --murmuró Adrien, provocando que el otro negara con parsimonia.

--No en realidad. Aunque Mylene dice que es algo que se veía venir. Y que hacen buena pareja.

Adrien asintió despacio, tratando de ordenar sus ideas.

--Pero yo pensaba que llevaban juntos al menos un par de meses...

--Luka se le declaró, pero Marinette no le dio una oportunidad hasta que tú empezaste con Kagami. Ya sabes... --Iván se encogió de hombros, como si estuviera haciendo referencia a algo evidente.

--¿Ya sé, qué? --presionó Adrien, mordiéndose el labio inferior.

--Hombre, pues por mucho que le gustes, si tú sales con otra, ella no va a quedarse ahí esperándote eternamente, ¿no crees? Ya que tú solo la ves como una amiga, tiene derecho a pasar página --Iván lo sermoneó con seguridad, y el rubio intuyó que repetía palabras que debía de haberles escuchado a las chicas.

--Pero yo para ella soy un amigo también --dudó con un hilo de voz--. Cuando le he preguntado, me ha dicho... --se interrumpió al ver la mirada de Iván.

--Tío, Marinette lleva todo el curso enamorada de ti --resopló, meneando la cabeza--. Y luego dicen que yo soy lento...

Adrien parpadeó repetidamente mientras Iván lo observaba con condescendencia.

--Gracias, Iván --murmuró.

--Oye, tío... Mejor no le decimos a las chicas que hemos hablado, ¿eh? Así, yo no quedo como un bocazas, y tú no quedas como un idiota --susurró con aire confidencial.

--De acuerdo --convino Adrien con la cabeza baja, sintiéndose como tal.

Sin embargo, no tuvo tiempo de darle muchas vueltas al torbellino que se había desatado en su interior, pues el eco de una carrera apresurada tableteó sobre el suelo de madera.

--¡Rápido! ¡Corred!

Luka y Marinette irrumpieron bruscamente en la estancia seguidos de cerca por la akumatizada. Al menos, los obstáculos que encontraba, dado su tamaño, superior al normal, entorpecían su avance; no era rápida moviéndose, y tampoco conjurando su poder. Adrien reaccionó con presteza al ver que los amenazaba, abalanzándose de un salto sobre ella para proporcionarles mayor ventaja.

Luka empujó a Marinette hacia una de las habitaciones, y ella suspiró de alivio al comprobar que tenía fácil acceso al exterior a través de un gran ojo de buey, y que el chico no la había seguido, sino que se había quedado atrás tras cerrar de un portazo: la situación perfecta para poderse transformar con discreción y regresar cuanto antes como Ladybug.

Adrien continuó forcejeando con la akumatizada hasta que Kagami asió uno de los remos que decoraban la pared y se lanzó también a por ella, dándole ocasión para zafarse de la pelea.

--¡Voy a buscar ayuda! --exclamó, dispuesto a reaparecer como Chat noir.

Una vez entraron los héroes en escena la lucha no duró demasiado. El akuma se escondía en la chapa con el nombre de la camarera: Aurora. Cuando este fue purificado, parecía realmente aturdida. Luka intercambió unas palabras amables con ella para tranquilizarla, y cruzó una mirada con Ladybug cuando la chica quiso disculparse también con Marinette.

--¿Puedes avisarla de que ha pasado el peligro, por favor? Está escondida en esa habitación --le pidió.

Ladybug asintió con presteza. Llevaba tiempo temiendo un momento como aquel, en el que tuviera que escabullirse de Luka para hacer frente a una alerta de akuma, sabiendo además que el chico haría lo posible por protegerla. Hasta el momento había sido relativamente sencillo perderse cuando estaban en grupo, pero ahora había alguien que no le quitaría ojo de encima en una situación de peligro, y eso podría complicar las cosas.

Sin embargo, todo estaba fluyendo con una facilidad pasmosa, casi demasiado sencillo como para ser casual. Luka, además de buscarle refugio como civil, también le había echado un cable sin dudarlo durante la pelea como heroína, protegiéndola incluso. Casi como si supiera... Pero no, eso era imposible. Él ya les había ayudado otras veces, solo porque era un chico valiente, generoso, empático y leal. No porque sospechara que era su novia la que se escondía bajo el antifaz moteado.

Tocó suavemente en la puerta de la habitación y fingió una breve conversación con ella misma antes de entrar y destransformarse. Cuando salió de nuevo, Luka la recibió con un suspiro de alivio y la abrazó estrechamente, como si realmente hubiera temido por su integridad.

--Ladybug ha tenido que marcharse. ¿Dónde está Chat noir?

--Se ha ido también. Le he dicho que nosotros llevaríamos a Aurora de vuelta a la cafetería.

Marinette asintió, y se acuclilló junto a la chica, que continuaba sentada en el suelo, sujetándose la cabeza entre las manos. Cuando la vio a su lado, levantó el rostro para mirarla de frente.

--Siento todo esto, y lo que sucedió en la cafetería también. No debí importunaros de esa manera. Por favor, no me acuseis ante la encargada o perderé el trabajo.

--Descuida, no pensábamos hacerlo --aseguró la azabache, ayudándola a levantarse.

--Marinette, ¿estás bien? --Adrien entró como un vendaval, sorprendiéndola al atraparla en un abrazo que la hizo estremecer.

--Sí, lo estoy. Gracias por defenderme antes para que pudiera escapar --murmuró, mientras él la acunaba con cariño, como si no estuviera dispuesto a soltarla en un buen rato.

El chico buscó su mirada, queriendo encontrar en el fondo de sus pupilas algún rastro del sentimiento del que le había hablado Iván. Sus ojos parecieron atraerla como un imán, y sus mejillas se sonjoraron deliciosamente. ¿Acaso era posible que...? ¿Realmente había estado tan ciego?

--¿Quieres dejarla respirar, por favor? Creo que la estás asfixiando --lo instó Kagami con sequedad.

Marinette farfulló algo incomprensible cuando la liberó de sus brazos, y se alejó de él para volver hacia donde estaba Aurora. La japonesa lo aguardaba con los brazos cruzados sobre el pecho y una mirada profundamente airada.

--Ehm... --comenzó Adrien, sin saber bien qué decir.

--Marinette ha pasado la pelea refugiada en la habitación, mientras que cuando tú corriste a por ayuda yo me quedé enfrentando a la akumatizada. ¿Y cuando regresas es por ella por quien primero te interesas? ¿En serio, Adrien?

--Lo siento, Kagami. Solo es que me pareció que Marinette estaba asustada al ver que la akumatizada iba a por ella, mientras que tú te las arreglabas perfectamente para mantenerla a raya. ¿Estás bien? --se apresuró a preguntar, buscando enmendar su error.

La japonesa lo escrutó de arriba abajo con una intensidad tal que estuvo tentado de dar un paso atrás.

--Adrien, sé que cambiar de objetivo es complicado y creo que estoy teniendo mucha paciencia. Pero no vuelvas a ponerme en ridículo de esta manera delante de nuestros amigos, o habrá problemas --amenazó sin rastro de humor.

Adrien abrió la boca y luego la volvió a cerrar. Kagami creía que su anterior "objetivo" era Marinette. Él había tenido claro que la azabache lo veía como un amigo, y que ella salía con Luka desde hacía tiempo. Marinette pensaba que cuando él había hablado de "la chica a la que amaba" se refería a Kagami. Lo que no era raro, porque, ¡maldita sea!, él mismo le había pedido ayuda para conquistarla cuando pretendió dejar atrás su amor por Ladybug.

Al parecer, todos habían tomado sus decisiones basándose en ideas equivocadas, y entenderlo de repente había desatado una auténtica tormenta en su corazón. Se frotó las sienes, sintiendo la cabeza a punto de estallar.

--No volverá a ocurrir --respondió al final a su novia, sintiéndose un miserable y un cobarde.

Continuará...