Clang, clang, clang.
El entrechocar de las armas resonaba, ensordecedor, mientras los golpes se sucedían, cada vez más rápidos, cada vez más fuertes.
A pesar de que Chat noir contaba con un buen entrenamiento, la mayor potencia y resistencia del adulto, alimentadas por su furia y su locura, comenzaban a imponerse. Las bromas con las que el héroe gatuno trataba de provocarlo, buscando que cometiera algún error, comenzaban a sonar tan forzadas como amargas.
Le Paon se lanzó hacia adelante como una fiera capaz de oler su debilidad cuando logró hacer sangrar al muchacho por primera vez. En el siguiente lance, logró enganchar el bastón entre las costillas metálicas de su tessen, y propinó un fuerte tirón, buscando desarmarlo. Chat noir solo pudo defenderse haciendo un quiebro desesperado, y extendiendo su bastón de tal manera que el abanico de combate permaneciera trabado. Así, al menos, logró que las dos armas volaran juntas fuera del alcance de ambos contendientes.
A medida que la pelea se volvía más física, iba quedando patente que el hombre no solo era más fuerte, sino también más despiadado. Atacó al chico sin descanso, hasta que logró conectar un directo a su estómago que lo hizo doblarse sobre sí mismo de dolor. Y, aprovechando la tesitura, lo hizo caer de espaldas de un cruel rodillazo, se colocó a horcajadas sobre su pecho y aferró su garganta con ambas manos, apretándolo hasta dejarlo sin respiración.
--¿Ya no te quedan ganas de reírte, gatito? --se burló, mientras Chat noir se debatía inútilmente entre sus garras, luchando por obtener algo de aire.
Viperion apretó los párpados con fuerza, desesperado, sintiendo sus ojos arder, rezando por conservar su transformación hasta que algún milagro le permitiera accionar su poder y volver al inicio de la pelea. Escuchó a Ladybug sollozar, y a Fionna gritar, mientras le Paon, al que ya no parecía quedarle ni un atisbo de cordura, pugnaba por acabar con la vida del chico con sus propias manos.
--¡Basta ya! Suéltalo, ¡déjalo en paz! --imploró Ladybug entre sollozos.
--¿Y por qué debería hacer eso? --se mofó el villano--. Me será más fácil obtener su anillo cuando este despojo ya no respire.
--¡Porque es su hijo, maldita sea! ¡Adrien es Chat noir! --soltó Fionna, desesperada.
Le Paon abrió los ojos desmesuradamente. La sorpresa hizo que aflojara su presa, y Chat se desplomó hacia atrás, jadeando, tratando de volver a llevar hasta sus pulmones el aire que le faltaba.
--Eso no es posible. ¡Mientes! --acusó el villano a la irlandesa, incorporándose para señalarla.
--No lo hace --replicó el héroe de negro con un hilo de voz, frotándose el cuello dolorido.
Se levantó con esfuerzo, tambaleante, y retiró el prodigio de su dedo. Hubo un sutil resplandor verde y Adrien miró con fijeza a su padre, con ademán desafiante, mientras el hombre permanecía inmóvil, conmocionado por la revelación.
Sin embargo, no pareció tardar demasiado tiempo en recomponerse.
--Hijo, dame el anillo --dijo, extendiendo la mano hacia él con gesto autoritario.
--No --replicó Adrien, apretando los dientes--. Nunca lo tendrás.
--¡Obedece! --estalló le Paon, amenazándolo puño en alto.
--¿Lo quieres? --el chico enarcó una ceja, retador--. Pues ven a por él --dijo, retrocediendo dos pasos.
El hombre rugió de ira, abalanzándose hacia adelante, dispuesto a poner fin de un plumazo a la repentina rebeldía de su vástago.

ESTÁS LEYENDO
Still loving you
FanfictionDejar atrás un intenso amor y abrir el alma a una ilusión nueva... ¿Será capaz Marinette de aceptar las renuncias y los regalos de la vida, y ser feliz de nuevo? ¿Resultarán sus nuevas obligaciones como guardiana demasiado abrumadoras? * Fic Lukane...