La gota de licor cayó en la mezcla provocando un leve gorgoteo, y la superficie tomó un curioso brillo irisado que se extendió con rapidez hasta el borde del recipiente.
--Creo que ha funcionado, Marinette. ¡Creo que has dado con la clave! --celebró Wayzz.
La guardiana le dedicó una gran sonrisa. Contar con su apoyo le resultaba reconfortante: le recordaba al maestro Fu, y a la confianza que siempre había depositado en ella. Tenía que reconocer que, por pesada que le resultara la carga en ocasiones, había tomado auténtico cariño a las criaturas mágicas que ahora tenía bajo su cargo.
--¿Probamos, Tikki? --le tendió a su kwami la cuchara con la que había estado removiendo la fórmula, con mano temblorosa por la expectación.
La pequeña mariquita se acercó con precaucion, tomando apenas un sorbo que hizo brillar sus ojos de inmediato. Miró a su portadora con expresión alborozada y asintió con fuerza.
--¡Sabe igual que como recuerdo! Oh, Marinette, no puedo esperar para poner la fórmula a prueba; ¡si llegara a funcionar, sería un logro fantástico!
--Pues no perdamos más tiempo. Tikki, ¡a transformarse!
Un resplandor rosado se arremolinó en torno a ella, que rio como si le hiciera cosquillas. Cuando se desvaneció, los lunares negros se habían multiplicado sobre el cuerpo rojo de la kwami.
--¡Multitikki! --exclamó, feliz. ¡Realmente, había funcionado!
Gracias al nuevo potenciador, Ladybug podría usar su poder al menos dos veces antes de agotarlo. Dos lucky charm: dos objetos aparentemente absurdos que debería interpretar y combinar para trazar el plan que los llevara a la victoria. También Chat noir podría desatar su poder destructivo en más de una ocasión. Estaba segura de que eso le gustaría; la chica sonrió sin pretenderlo al pensar en su compañero.
Invocó su transformación y preparó el cronómetro para hacer las comprobaciones planeadas.
--Lucky charm --dijo en voz baja.
El primer objeto era un delantal idéntico al que usaba cuando ayudaba a sus padres en la panadería, salvo porque el logotipo estaba bordado en rojo y negro en lugar de los colores habituales. Puso el cronómetro a funcionar, aguardó un par de minutos, y con un escalofrío de nervios recorriendo su pecho dijo las palabras por segunda vez.
Y el poder funcionó. El delantal seguía ahí, y ahora se le unió una cajita metálica con tapa hermética, etiquetada en rojo y negro, que tenía pinta de contener algún tipo de alimento. La abrió con precaución, y un intenso olor no tardó en inundar sus fosas nasales: ¿arenque ahumado? ¿Para qué le serviría aquello, para atraer a algún gato callejero? Aunque, según su experiencia, había algunos que preferían los croissants...
Volvió a tapar la lata y suspiró, satisfecha. Aquel podía considerarse su primer gran éxito como guardiana, y aunque estuviera obligada a mantenerlo al margen del proceso por cuestiones de seguridad, se moría de ganas por compartir el resultado con Chat. Como guiño a la excusa que había inventado para Luka, pensó en dar al nuevo potenciador la forma de un bombón, en lugar de los habituales macarons coloreados. Y también prepararía unos cuantos de verdad para su novio, convenientemente libres de poderes mágicos.
El sonido de advertencia procedente de su prodigio la sacó de su ensimismamiento. Echó una ojeada al cronómetro y ahogó una maldición; como había temido, el tiempo empezaba a correr desde que obtenía el primero de los amuletos encantados, y no se prolongaba ni un ápice al solicitar el segundo. Dos objetos, pero el mismo tiempo para utilizarlos que si fuera uno solo.
Todavía sujetaba entre sus manos el delantal y la cajita maloliente cuando su traje de heroína desapareció para dejar paso a una pensativa Marinette. Tikki arrugó la nariz nada más ser expulsada de los pendientes.

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Still loving you
FanfictionDejar atrás un intenso amor y abrir el alma a una ilusión nueva... ¿Será capaz Marinette de aceptar las renuncias y los regalos de la vida, y ser feliz de nuevo? ¿Resultarán sus nuevas obligaciones como guardiana demasiado abrumadoras? * Fic Lukane...