--Quizá lo primero que debería hacer es presentarme. Como te he dicho, mi nombre es Anna, portadora de Bradd, puka del salmón. Mi prodigio --entresacó de entre los pliegues de su amplio jersey un colgante que pendía de una larga cadena de metal-- pertenece a la caja del horóscopo celta. Mi talento se basa en la intuición, y me permite reconocer a otros portadores cuando estoy frente a ellos.
--¿Y no tienes que estar transformada para eso? --quiso saber Marinette, interesada.
--No; la intuición es mi don, aunque he recibido entrenamiento para aplicarlo de esa manera. Por ejemplo, tú eres Ladybug, y apuesto a que mantienes tu capacidad de liderazgo, y la posibilidad de resolver problemas complejos con los elementos que tengas disponibles, aun sin el antifaz --sonrió, comprensiva, al ver su expresión insegura--. Mi poder especial, el que puedo usar como heroína, es el de disociar durante un instante a la criatura mágica del portador, de manera que, en ese intervalo, su identidad queda expuesta, y sus poderes, desactivados.
--¡Guau! Eso puede resultar muy útil, y peligroso... --se asombró Marinette, abrumada ante las posibilidades que se abrían frente a ella si podía contar con Anna como aliada... Y lo complicado que sería defenderse de algo así en caso contrario.
--No te creas --resopló la pelirroja--. En Irlanda, de donde procedo, cada talismán es custodiado por una familia en particular desde tiempos inmemoriales, y todos nos conocemos bien; no hay tanto misterio con las identidades. Cuando me asignaron esta misión, y me di cuenta de que, por fin, mi poder podría resultar determinante para derrotar a un villano, ¡casi no me lo podía creer! --exclamó, con los ojos brillantes.
--El problema es que Lepidóptero envía paladines; muy pocas veces da la cara en persona. ¡Tenemos que lograr que salga de su guarida! Pero... ¿Cómo?
--Algo se nos ocurrirá, seguro --Anna sonrió ampliamente--. Casi puedo escuchar los engranajes de tu mente girando a toda velocidad. Por cierto, me encantaría conocer a tu puka... Es decir, a tu kwami --corrigió, señalando con un ademán el bolsito donde Tikki continuaba oculta.
--Anna, Bradd, esta es Tikki, kwami de la creación --la presentó Marinette al verla asomar.
--Grande es tu poder, Tikki: la luz de tu presencia resplandece como un faro --la chica habló en tono reverente, y luego meneó la cabeza--. Cuando pienso que Bradd detectó el olor del arenque antes que yo tu brillo, me dan ganas de golpearme contra la pared.
--¡Nunca subestimes el hambre de las criaturas mágicas! --rio Tikki--. Es un placer conoceros.
El pequeño salmón negro y la kwami congeniaron enseguida, y también las chicas continuaron hablando amigablemente. Marinette no había tenido tiempo de recoger los ingredientes del potenciador que estaba preparando, y, para su sorpresa, Anna había reconocido la fórmula. Aunque no podía evitar seguir manteniendo algunas reticencias, la azabache tenía que reconocer que resultaba muy agradable poder hablar con otra persona de esa parte de su vida: y más con alguien de la que, al parecer, tenía mucho que aprender.
Ambas se entretuvieron rellenando los bombones con la mezcla mientras charlaban. Cuando terminaron, Marinette fue a buscar algunos chocolates más para preparar los que le llevaría a Luka, rellenos solamente con licor; cuando regresó, Anna contemplaba, boquiabierta, la fotografía de ambos que había en su tablón.
--¿Conoces a este chico? --le preguntó.
--Es Luka --asintió Marinette--. Mi novio --añadió con un leve rubor coloreando sus mejillas, pensando en lo bien que le sonaba aquello.
--¡Pero yo lo he visto en Internet! Ejem, el viaje en tren hasta París es largo... --se excusó al ver la expresión de la azabache--. ¡Pero te aseguro que yo no le he dejado ningún comentario fuera de lugar! Solo he buscado algo más sobre su grupo, y luego me he pasado medio trayecto cantando sin parar que me encantan los unicornios --rio.
--Estamos empezando a salir. Llevábamos tiempo pensando en cómo promocionar más el grupo... ¡Y no sé si me convence la manera en la que hemos terminado por lograrlo sin querer!
--Tiene que ser complicado para ti que tu chico sea de repente centro de atención en redes. ¿Cómo lo lleva él?
--Regular... Es tranquilo y reservado, y todo esto le ha pillado por sorpresa. Al menos, gracias a este revuelo, han conseguido dos ofertas de representación. La primera reunión ha sido desastrosa; pero hoy tenemos la segunda, que pinta bastante mejor.
Un súbito estallido de carcajadas contenidas de Bradd y Tikki las interrumpió.
--¡Bradd! ¿Qué demonios...? ¡No me lo puedo creer! ¿No te habrás atrevido a...? --hizo un gesto con las manos, espantándolo de las cercanías del frasquito de whisky--. Mejor que terminemos de preparar los bombones para tu novio, o este descarado te va a dejar sin ingredientes --refunfuñó.
Justo acababan de colocarlos en una elegante cajita de cartón cuando el teléfono de Marinette comenzó a sonar. Haciendo un gesto de disculpa, descolgó la llamada.
--Hola, Luka --saludó, cariñosa--. ¿Preparado para la reunión de esta tarde?
--¡Sí! Y con muchas ganas de verte además. ¿Estabas ocupada?
--Un poco --echó una rápida ojeada en dirección a Anna--. Verás, me he encontrado por casualidad con una amiga de la infancia que vive en Irlanda, y... ¡Videojuegos! --exclamó cuando Bradd y Tikki comenzaron a reír escandalosamente muy cerca del auricular--. Estamos jugando un rato, y hablando sobre los viejos tiempos. Por eso escuchas todo ese ruido.
Hizo un gesto furioso a los pequeños alborotadores, mientras Anna les indicaba que guardaran silencio también. Pero ellos no parecían muy por la labor.
--Pffff, ¡las pociones con agua de vida son mis favoritas! --aseguraba Bradd, mientras Tikki se tapaba la boca intentando dejar de reír sin éxito. ¿Es que acaso la gota de whisky se le habría subido a la cabeza? ¿O realmente habían estado robando a sus espaldas algún que otro sorbo más?
--Oh, bien, me alegra que estéis pasando un buen rato --hubo un silencio al otro lado de la línea que coincidió con otro estallido de carcajadas junto a ella que la hizo llevarse la mano a la frente--. ¿Qué juego es? --preguntó Luka, curioso.
--Uno en que unos pequeños duendes extremadamente molestos pronto van a recibir su merecido --bufó.
Luka rio, divertido.
--No seáis muy duras con ellos. ¿Nos vemos sobre las cinco y media? ¿Querrá tu amiga venir a ver el ensayo?
Marinette le transmitió la pregunta y Anna asintió, entusiasmada, todavía ocupada en contener las travesuras de su puka. Cuando se despidió de Luka y cortó la llamada, la irlandesa se acercó para darle un espontáneo abrazo, al que incluso Tikki se unió.
--Este viaje va a ser genial. Gracias, Ladybug.
Abrazadas como estaban, ninguna de ellas se dio cuenta del apuro de Bradd, que intentaba recolocar en su sitio los bombones que se habían caído de la cajita, yendo a mezclarse con los que contenían la poción.
--Creo que eran este, este, este, y... ¿este? --murmuró, agobiado.
Teniendo en cuenta las circunstancias, ¿cuál podría considerarse un buen porcentaje de aciertos? ¿Tres de cuatro? ¿Quizá dos? Bradd colocó rápidamente el último bombón, y se encomendó a la suerte.
Continuará...
Nota: los puka son seres mágicos de la mitología celta que pueden tomar la forma de distintos animales, normalmente de color negro. Pueden comunicarse con los humanos, y son considerados bromistas, pero benevolentes. Como en la información sobre los episodios especiales se hablaba de unas criaturas "primas" de los kwamis pero con otro nombre genérico, pensé en usar una idea similar para este fic :)
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Still loving you
FanfictionDejar atrás un intenso amor y abrir el alma a una ilusión nueva... ¿Será capaz Marinette de aceptar las renuncias y los regalos de la vida, y ser feliz de nuevo? ¿Resultarán sus nuevas obligaciones como guardiana demasiado abrumadoras? * Fic Lukane...