Señales y dolor

531 92 28
                                    


Una enorme mesa, tan larga que si quisieran se podrían sentar cuarenta personas para comer y aun así tendrían suficiente espacio de separación entre ellos. A lo largo había platillos que lucían exquisitos, emanaba ricos olores que el estómago podría interpretar como el mismo paraíso.

—¿Has descansado bien? —habló el emperador del reino de las sombras —Me disculpo por no haberte recibido apropiadamente, espero que esta cena enmiende mi falta de respeto —Le tendió la mano y lo llevó exactamente a una de las cabeceras de la gran mesa.

—Te perdonaré si la comida sabe igual de rica como luce. —respondió el ojiverde mientras se acomodaba en su asiento. A su lado se sentó el emperador, algo totalmente fuera del protocolo ya que como sumo gobernante, su lugar era en la otra cabecera de la mesa.

Los platillos empezaron a deslizarse como un desfile de la glotonería, sabores nuevos que su paladar estaba agradecido por probar —Esto sabe muy bien, es una pena que no pueda probar todo lo que hay aquí.

—Descuida, tendrás toda una vida para probar —sonreía mientras cortaba un filete en pequeños trozos —Después de todo serás parte de la realeza de aquí.—llevó un pequeño trozo de carne a su boca, mastico y lo pasó. —¿Qué sucede? —preguntó por los ojos esmeralda que lo observaban con mucha atención.

—Nada solo que...¿Alguna vez te han dicho que comes como un pajarito?

—¿Disculpa? —Los ojos violetas se llenaban de confusión.

—Ya sabes, en pequeños trozos y seguro no te acabas ese filete.

Un pequeño rubor se asomo en sus mejillas —No estoy acostumbrado a estos platillos, la carne no es muy de mi agrado.

—Reconocí algunos de los platillos, se que muchos de aquí son recetas de otros reinos más que los propios de aquí ¿cierto?.

—Quería recibirte bien, pero nuestra gastronomía se basa más en cosas muy condimentadas, picantes, verduras y cosas así...—bebió un poco de agua fresca —Seleccione estos platillos basados en tus gustos.

—¿Me investigaste?

—Lo que sea para complacerte.

—Eres muy amable, no creí que fueras tan detallista

—Si queremos que nuestra unión traiga paz tanto para el reino de hielo como al de las sombras, creo que es elemental que nos llevemos bien y tener una buena relación desde el principio.

—Tienes toda la razón, después de todo esa es la razón principal de nuestro compromiso. —tomando un poco de helado de frutos rojos —Tengo una pregunta ¿Por qué aceptaste tan rápido el acuerdo?

—Por el mismo motivo que te ofreciste a casarte conmigo, ambos somos lo suficientemente inteligentes como para saber que esto nos conviene de muchas maneras, fortalecimiento en economía y poder militar entre ambos reinos.

—Me agrada como piensas. —Dando un mordisco a una galleta dulce con un poco del helado que ha vertido en ella —Creo que nos entenderemos muy bien.

—Por cierto, hoy he liberado mi agenda para darte un recorrido por el reino, estoy seguro que tienes mucha curiosidad sobre este lugar.

—¡Demonios!, por supuesto que ¡si!, desde que llegue muero por dar un tour.

Terminaron de cenar y ambos se fueron a recorrer el lugar, la noche oscura fue el cielo que les dio la bienvenida, había seres extraños recorriendo las calles, cuando veían al emperador detienen su andar y daban una reverencia, la ciudad no estaba en total oscuridad, como Edogawa lo había supuesto, pequeñas lámparas alumbraban las calles con suaves flamas. Así como hay criaturas casi bestiales andaban por ahí también existían seres que eran totalmente humanos.

Reinos [FIC BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora