Reinos [FIC BSD]

Campo de batalla

Soldados del reino de las sombras fueron al encuentro con la joven, un escuadrón en cuestión de segundo terminaron siendo abrazados por las llamas, entre el fuego apareció una figura negra

—Nos volvemos a encontrar—dijo la sombra, de ella se desprende una bestia con grandes colmillos y fue directo a atacar a Yosano. La bestia conocida como Rashomon no pudo acercarse, las flamas le impedían llegar hasta la princesa.

La princesa ladeo la cabeza en dirección a Akutagawa, sus ojos parecían perdidos, no enfocan a nada y la expresión de su rostro era la de alguien carente de sentimientos, miro al pelinegro y después le extendió una mano, de ella salió un fuego dorado. Rashomon se volvió un escudo ante las llamas. En cuanto sintió que era el momento adecuado volvió a cambiar de forma para intentar atacar, pero la vista ya era diferente, el rostro de la princesa ya mostraba un cambio de textura, era como ver pequeñas escamas apareciendo, sus dientes se volvieron unos puntiagudos, sus ojos con un iris rojos y llenos de lágrimas.

Un hombre con túnica ceniza entró a la sala del trono —Su majestad, otro escuadrón de soldados fueron calcinados.

Dostoievsky se puso de pie de su trono —Prepárate iremos al campo de batalla —miró a su subordinado —Bram, ya sabes que hacer con el perro.

—Si, su majestad.

Akutagawa sintió una fuerte presión en su pecho, la sensación de que alguien o algo estaba sujetando muy fuerte su corazón, después todo se torno negro.

Los demás soldados había sufrido lo mismo que Akutagawa, en cuestión de segundos se volvieron unas bestias feroces, casi inhumanas, colmillos y largas uñas, con cero raciocinio, sus movimientos comandados a puro instinto por un voz en su cabeza que solo repetía "Ataca" . Sin miedo a morir sus ataques eran más violentos, algunos lograron hacerle algunos rasguños a la princesa, un fino corte en su mejilla de la cual la sangre empezó a correr.

Dostoievsky no tardó en aparecer cerca del campo de batalla, a una distancia prudente observaba como sus soldados sin dejar de atacar eran rápidamente vencidos, sabía que si no hacía no algo rápido las bajas iban a incrementarse y una derrota inminente como consecuencia.

—Hay ocasiones en las que un rey debe ensuciarse las manos —dijo con la mirada fija en la princesa. De sus pies una sombra empezó a moverse, después se desprendió y un doble emergió.

La sombra a imagen de Dostoievsky se arrodillo ante el rey y enseguida captó la orden, "Aniquilar a la amenaza" , con una velocidad inhumana llegó hasta la batalla se colocó frente a Yosano y la atacó, Akiko recibió el fuerte golpe, aunque coloco sus brazos en forma de defensa y detuvo el daño no impidió que fuera impulsada hacia atrás. La sombra volvió a atacar, sus golpes eran cada vez más duros y efectivos, en un instante invoco una espada de sombra, lista para dar el golpe final.

La princesa aun carente de su voluntad viendo como un ser externo a ella manipulaba su cuerpo, no quería seguir lastimando, no quería seguir matando, solo quería volver a los cálidos días con su amigo Kenji, por unos segundos tuvo el control total de su cuerpo, solo para ver una espada dirigiéndose a ella.

La espada chocó contra un escudo de hielo que se había forjado frente a Akiko—¡Aléjate de ella! —se escuchó una voz gritando a todo pulmón.

La sombra dirigió su mirada a la persona que gritaba, un joven pelinegro de ojos esmeraldas llenos de enojo y rabia, a su lado estaban dos jóvenes más. Volvió a empuñar la espada y nuevamente intentó asesinar a Akiko.

—¿No escuchaste?— volvió a hablar Edogawa, evitando que la espada perforara el corazón de Akiko.

El espíritu del dragón volvió a tomar posesión del cuerpo de la princesa, provocando que soltara un rugido, las heridas sanaron y la ira se apodero de todo su ser. Buscaba venganza, venganza contra los humanos y brujos, quienes acabaron con su especie. En una esfera de luz se elevo, las piernas y brazos de Akiko se retorcían.