Libre de ataduras

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—Dazai, últimamente has estado en las nubes, más de lo usual, has establecido una nueva marca en el récord de "platos rotos", antes lo tenía Twain con cuatro platos rotos pero llegas tu y boom —moviendo sus manos —¡Veinte platos!

—Lo siento Lucy, pero los platos estaban calientes y no soporto las cosas así, o si están húmedos mi agarre no es bueno.

—¿Acaso antes de venir, jamás habías lavado un plato? o ¿levantar un plato con sopa caliente y caminar con él?—Ante el silencio siguió con lo mismo de siempre, otorgarle el castigo —Presta atención —De las gavetas de la cocina sacó diferentes recipientes, y unos ingredientes —Estos son de acero, no los romperás.

—¿Debo tomarlo como un reto?

—¡Dazai!—bufo —Prepararas uno de los postres favoritos de su majestad, natilla —colocó, huevo, azúcar y leche —La receta es vieja y sencilla, hasta un mocoso manos de mantequilla como tu puede hacerla, he escrito la receta aquí, no hay pierde —hizo una pausa —¿sabes leer, no?

—Me ofendes —llevo una de sus manos como si una daga se hubiese clavado en su pecho —Yo que soy un amante de las novelas y poesía, que alguien piense que soy ¡un analfabeta!, mi orgullo, mi corazón, todo es despreciado y ahora mis conocimientos.

—Corta tu drama, lo tomaré como un sí —Le acomodo el delantal —Atenderé a su majestad hasta la hora de la comida, para ese entonces la natilla debe estar lista, es imposible que arruines esto.

—Si, jefa —llevó su mano derecha a su frente en señal de respeto, que más bien en este caso parecía más burla que nada.

Lucy preparó todo y fue a la habitación de su majestad, era hora de abrir ventanas, cambiar cojines, sacudir.

—Lucy, ¿Dónde está Dazai?.

—Su majestad, buenos días —hizo una reverencia —Lo he mandado a preparar los postres de esta tarde, últimamente ha andado demasiado torpe y es una manera de sernos más útil que rompiendo copas y platos.

—¿Crees que lo haga bien?

—Es una receta sencilla, imposible arruinarla.

Transcurrieron unas cuantas horas, hasta que fue el momento del almuerzo. Lucy recta a los horarios de las comidas de su majestad que por años había seguido rigurosamente, fue a la cocina para acomodar todo y cumplir con su deber.

—Dazai, vengo por la natilla, ¿esta lista? —anunciaba mientras acomodaba los platillos en el carrito de los alimentos.

—Si, mira Lucy —corrió hasta ella para mostrar su obra maestra —Observa y admira.

—Da...Dazai, ¡lo hiciste!

—Puedo seguir una simple receta, es como la alquimia, una serie de pasos a seguir para un producto fantástico. —observó como Lucy comenzaba a sacar muchas fresas de un contenedor —¿Qué haces?

—Lo hiciste, hiciste lo imposible, arruinar una receta de cuatro ingredientes, eso no es una natilla —señaló el platillo de Dazai —Una natilla debe tener un color agradable, una consistencia precisa, el tuyo parece una paleta morada, ¿Cómo la endureciste?, ¿el color de donde salió?

—Si bueno, la natilla es fácil , así quise agregarle un factor sorpresa, algo distintivo que diga "esto es el postre de su majestad".

—Lo único que dirán "esto es lo que mató a su majestad''.—sacó un pequeño pan que inmediatamente empezó a decorar con fresas —Algo dentro de mi dijo que lo arruinarías, así que tengo un plan b.

—Lucy, ¿al menos me dejarías quedarme un poco más?. practicar la natilla —Con un puchero —Si pregunta por mi, dile que estoy enfocado en aprender de mis errores para ser un buen sirviente.

Reinos [FIC BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora