—¡¿Qué?!, un dragón y con Edogawa —El pelinegro aun impactado por la sorpresa tomó asiento —Necesito un momento, necesito pensar con claridad.
—Sus majestades—El sirviente volvía a hablar —También llegó un mensaje proveniente del reino de las sombras —le entregó un trozo de pergamino
Su majestad Fukuzawa, señor y amo del reino de Hielo:
Le hago de su conocimiento la ruptura de mi compromiso el príncipe heredero Edogawa, el robo de mi dragón es tomado con una gran ofensa a mi persona y reino, si regresa a mi preciada bestia sana y salvo consideraré la opción de no mandar a mi ejército a invadir su reino. Entre más rápido la tenga de regreso más probabilidad de que nadie salga lastimado.
Fyodor Dostoievsky
—Siempre creí que quien nos llevaría a la guerra sería Dazai —hablaba Fukuzawa mientras doblaba el mensaje después de haber leído el mensaje en voz alta
—Debemos encontrarlo cuanto antes. —El pelinegro que con más que se revoloteaba el cabello no daba con alguna solución para detener la maldición de Akiko sin perjudicar el bienestar de Edogawa y no llevar al reino de Hielo a la ruina.
—Majestades —Otro sirviente entraba —Acaba de hacer contacto la reina del reino de fuego, desea hablar con ustedes.
—Agh, ¿acaso lo único que entra por esa puerta serán sirvientes con malas noticias?—Mori suspiro, detuvo su caminar, se arregló el cabello, acomodó sus ropas y camino a la entrada —Veamos que quiere esa loca.
Fueron hasta uno de los grandes espejos que se encontraban en la sala del trono, ahí se proyectaban aquellos mensajes que los portales de magia transmitían con carácter de urgencia. En el espejo estaba la imagen de Koyo Ozaki, con las ropas que caracterizan a una reina fuerte y elegante, como si los años no hubiesen pasado.
—Yukichi, Mori —El primer nombre pronunciado en cierto tono que molestó bastante al pelinegro, que si la hubiera tenido enfrente seguro la abofeteaba por tal descaro —Quiero negociar con ustedes.
—Nosotros no queremos nada de ti, ¿porque no mejor sigues como estás, encerrada en tu tierra olvidada —soltó Mori al borde un ataque de estrés.
—¿Qué clase de trato?—preguntó el albino, resaltando totalmente sus valores diplomáticos con el que fue educado.
—Yukichi, como siempre siendo todo un caballero y haciendo la diferencia entre lo personal y lo político —Esto último mirando al pelinegro con cierto aire de superioridad, feliz por la provocación de hace un momento había cumplido con su objetivo —Deseo hacer un intercambio.
—¿De que?
—En un momento lo verán —En el gran espejo se proyectó la imagen de Dazai.
—Dazai —tanto como Fukuzawa y Mori hablaron con tono de sorpresa.
—¿Estás bien?¿Te han lastimado?. ¿cómo llegaste ahí? —El pelinegro hablaba tan rápido que apenas se le entendía.
—Hola —saludo como si nada —Cielos lucen muy desgastados ¿no han dormido bien?—miro a Fukuzawa —¿Otra vez te anda molestando por las noches?
—¡Dazai!—Le llamó la atención —Estamos muy preocupados por ti. Tu y Akiko desaparecen luego ella aparece con un maldición y tú siendo rehén del reino de fuego.
Sus ojos se abrieron con extrema sorpresa —¿qué le pasó a mi hermana?,¿que tiene?
Lamento interrumpir la reunión familiar pero esto es una reunión más de negocios —La imagen de Dazai desapareció —Escuche que hubo un avistamiento de un dragón sobrevolando, quiero que me lo traigan y a cambio les daré a su vástago, esperaré por su respuesta final, tengan lindo día.
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Reinos [FIC BSD]
FanfictionDazai un príncipe envuelto en dramas. Los personajes no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.