[Sigo a esa estrella
Creo que llegaré a ti
Si ando por este camino Invisible
En la oscuridad de la noche]
—Mamá, ¿Cómo era papá? —Con unos ojos muy abiertos miraba a su madre, un pelirrojo recién arropado con muchas mantas —¿Cómo lo conociste?, ¿Qué le pasó?
—Chuuya, cielo es hora de que duermas, esta tarde has tenido uno de tus ataques, debes descansar —La reina de fuego lo reñía suavemente mientras le acomodaba la almohada.
Pero el niño empezó a hacer pucheros —Nunca me cuentas nada.
—Tu papá era un caballero, uno de cabellos rojos resplandecientes, de unos ojos hermosos color celeste, de una valentía que le valió el título de "primer guardia real" —tocó con un dedo la punto de la nariz del niño —Incluso tenía leves pecas como tu.—Lo que provocó una risa.
—¿Cómo lo conociste?
—Bueno él era mi escolta personal, nos entendimos y con el tiempo llegaste tu. —Los ojos cristalinos y calmados se tornaron oscuros y vacíos al recordar aquella tragedia que la habían apartado de su amor — Chuuya, prométeme que cuando alguien te guste, que no te importe el estatus, eres libre de amar a quien quieras.—Se incorporó y caminó hacia la puerta —Esta será la última vez que hablaremos del asunto Chuuya, descansa.
Chuuya se encontraba solo en su cama, un niño de ocho años que aun no entendía el porqué del cambio tan repentino de su madre, pero de algo estaba seguro, su padre era un caballero, el rango más alto dentro de la orden de caballería, lo cual lo hacía casi un héroe.
Se volteó con vista a su ventana y con una espectacular vista de una lluvia de estrellas cerró los ojos, no sin antes murmurar —Yo también quiero ser como él y vivir una aventura.
Lejos, en el cielo nocturno una estrella resplandeciente que cumple deseos , escucha cada una de las peticiones. una brillante, bailarina y juguetona que se divierte con los destinos de todos.
—¡WUAAH!—gritaba a todo pulmón un pequeño en caída libre, podía ver el piso debajo de él, pero no lo tocaba, era una caída eterna en un espacio oscuro, ligeros puntos lo acompañaban, eran otras estrellas que como meteóricos cruzaban el cielo.
—¿Soy una estrella? —sentía el viento golpearlo y el frio en su cuerpo.
—Chuuya sostén mi mano —Una voz misteriosa lo llamaba, lo buscaba con la mirada pero solo eran más y más estrellas, luces blancas que lo acompañaban en su caída, no había alguien más.
—¿Qué esperas?, rápido —volvía otra vez la voz.
Su cuerpo no respondía, era como si alguien más lo controlase, en cuestión de segundos él estaba moviendo su mano derecha a algo en la oscuridad, pero hasta ese momento pudo apreciar con claridad su mano, era la suya pero diferente, como la mano de un él más mayor.
—Aquí estoy—Una mano con vendas lo sujetaban.—Te dije que esperaras.
—Y te estuve esperando —Su voz respondió, no se reconoció nuevamente, era una voz diferente de lo habitual —Todo este tiempo te estuve esperando.
Las estrellas dejaron de caer y la caída libre se detuvo, de pronto ese brazo vendado lo atrajo hacia él y , una calidez lo rodeo.
—Chuuya es malo ser tan impaciente. —Le pasó una mano por sus cabellos rojos —Lo mejor a veces viene al final.
Ese alguien lo abrazó con dulzura y calidez, se sentía bien estar a su lado, no lo reconocía, jamás había visto aquel rostro, de ojos avellana, pero de algo estaba seguro, era castaño algo que jamás existiría en casa, un extranjero.
—Cállate y bésame que esto aún no es el final.—respondió, ahora acostumbrado un poco a su nueva voz.
—Normalmente a las princesas se les trata con delicadeza cuando se piensa romper una maldición.
—Pues conmigo se rompió el molde.
Una risa del extraño broto —Contigo se rompe muchas cosas.
—¡Eh?
—Pero aun así estoy dispuesto a correr cada uno de los riesgos —Se acercó al rostro del pelirrojo —Contigo cada día es una aventura.
Los ojos de aquel niño se abrieron con rapidez, pero para cuando tuvo la noción de que estaba durmiendo el sueño desapareció y se olvidó de todo, excepto de una extraña cabellera castaña que más tarde manifestaría en sus dibujos.
—Mira mami, él será mi compañero de aventuras.
Le extendió un dibujo donde se veían diversas figuras, un castillo, un dragón en una esquina y dos siluetas de personas, ambos con coronas, un pelirrojo y un castaño sosteniéndose de las manos, con sus manos libres uno sostenía una espada y el otro ¿vendas?
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Hey! Hyung!!lo logre acabar antes de la media noche, por lo tanto aun estoy dentro del happy birthday, escrito con extremo love y azúcar , aunque te empalagues xd. te mando un fuerte abrazo virtual
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gracias a todos los que leen n.n
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Reinos [FIC BSD]
FanfictionDazai un príncipe envuelto en dramas. Los personajes no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.