Karma

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—Poe, ¡estoy muy feliz!

—¿Um?, me alegro por usted su majestad. —Le respondió con un tono un poco más bajo de lo habitual.

—Dos, es muy lindo y caballeroso conmigo, puedo tener conversaciones profundas con él, incluso tenemos los mismos pasatiempos, es como si estuviera hecho para mi y yo para él. —decía emocionado el ojiverde que se había lanzado a su cama, como un adolescente emocionado —Poe, rápido trae papel, enviaré un carta a mi padre para que acelere mi boda.

Poe salió de la habitación y no tardó en regresar con un pergamino y tintero —Aquí tiene su majestad.

—Muy bien, escribe por mi —tosió para aclararse la voz —Querido padre, deseo acelerar mi fecha de matrimonio —camino hasta el escritorio y con ambas manos golpeó con emoción el escritorio —Sabes que Poe, lo hare yo mismo —tomó el papel y termino de hacer una carta.

El cielo ya empezaba a aclararse, lo cual significaba que todos debían descansar.

—Poe, puedes irte a descansar, yo me quedaré un rato más despierto.

—Como ordene —hizo una reverencia y se marchó

El ojiverde volvió a rehacer la carta, había tanto que contarle a su padre como a Yosano y a Dazai, las muchas cosas que había descubierto en su estadía en el reino de las sombras, con tres cartas hechas, solo le faltaba ser selladas, él tenía su sello personal en su anillo pero tenía que ir a buscar un poco de cera —Quizás en el despacho de Dos, encuentre... —Se puso en marcha, camino por los silenciosos pasillos hasta que llegó al despacho del emperador, era amplio y con olor a incienso.

—¿Dónde guardará la cera? —Rebusco entre cajones hasta que la encontró, estaba acomodando cuando accidentalmente tiró una pila de papeles.

—¿Qué es todo esto? —revisó y entre los papeles en donde se encontraban diferentes asuntos del reino, encontró una pequeña libreta, eran todas las anotaciones sobre él, desde gustos, cosas que odiaba, pasatiempos, actividades en los que se había presentado, era todo un manual de conocimiento sobre Edogawa Ranpo, pero lo que más le llamó la atención fue que entre esas páginas venían frases, discursos que alguien tenía que decir para ganarse su favor y cada uno de ellos Dostoievski los había seguido al pie de la letra, incluso el discurso sobre un amor que esperaba que naciera entre ellos. Bastó una mirada exhaustiva para saber quién había escrito esto. —Poe.

Enojado, triste, defraudado es como se sentía, como pudo durmió para el anochecer aclarar todo este asunto.

—Buenas noches, su majestad —saludaba Poe, como en cada noche que iba a despertarlo para alguna actividad.

Pero en lugar de recibir una contestación alegre, solo obtuvo a un Ranpo firme, serio sentado desde su cama que lo miraba como un gato juzgando a su presa.

—Que bueno que llegas, necesito que me expliques algo.

Poe trago fuerte, sea lo que sea que preguntara su instinto dijo que era algo malo —¿Qué pasa su majestad?

—¿Qué significa esto?—le mostró la serie de documentos que había encontrado

—Yo... yo no sé nada, es la primera vez que veo eso.

—¿Si?, que curioso porque da la casualidad que la caligrafía de aquí se parece mucho a tu letra, que pude comparar con lo escrito en la carta que escribiste , tengo unos ojos muy afilados para notar esos detalles... pero creo que eso bien lo sabes —empezó a recitar —página veinte "El príncipe Edogawa puede ver detalles tan minúsculos con sus ojos esmeraldas, tenga cuidado".

—Yo... yo puedo explicarlo.

—Estoy esperando.

—Es real cuando dije que soy su admirador, en verdad usted me gusta mucho, hice eso porque el emperador supo que yo era el que más sabía sobre usted y me pidió consejos.

Reinos [FIC BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora