Takeru no pudo dejar de sentirse nervioso por primera vez en su vida, bueno, no estaba tan nervioso como el día en que le dijo a Kiku que le gustaba aunque fue una situación un tanto cómica, ya que al ser compañeros de aventuras cuando sus demás amigos de infancia se encontraban ocupados, ella siempre le tomaba de la mano, desde que eran unos simples infantes y siempre se ponía nervioso, fue curioso porque eso solo le pasaba con ella, nunca fue así con Yusa o con Miyu, alguna de las dos niñas de su pequeño grupo de aventuras, siempre le tomaban de la mano cuando se encontraban un perro que lo molestaba o para ayudarle a cruzar la calle. Pero especialmente con Kiku, siempre se ponía nervioso. Ahora, sumando aquellos vergonzosos recuerdos de su infancia sobre la relación que ha tenido con ella, era mucho más difícil en el momento que se dio cuenta de sus sentimientos por Kiku. Se sentía bastante enojado cuando alguien se acercaba a ella, incluso en sus días de matón, se encargo de golpear a todo tipo que se acercara a ella con tal de molestarla o alzarle la falda como a muchas de sus compañeras le hacían. Primero muerto antes de permitir que algo así le hicieran a ella.
La seguía con cuidado, siempre vigilando sus distancias y procurando que ella nunca se dé cuenta de donde esta él. Observaba con atención que era lo que compraba, con que personas salía y hasta a qué hora llegaba o salía de su casa. Empezó a saber todo de ella, incluso, iba a clases para poder verla.
--¿Qué no estábamos saliendo ya? --Fue lo que le dijo Kiku una vez que estaban saliendo juntos de la escuela. Takeru un poco extrañado a esa pregunta, solo ladeo su cabeza a un lado sin poder comprender.-- Digo, siempre estas a mi lado cuando menos me lo espero, hasta a veces me causas pequeños sustos porque no me doy cuenta que estas ahí y me supongo que estés tomando en serio tus clases, siempre tomas mi mano a donde sea que vayamos e incluso, me llevas a casa cuando dices que es tan tarde --Ella sonrió mientras alzaba los hombros desinteresada hasta que vio el sonrojo en el rostro de él.-- Espera ¿Nunca te diste cuenta de lo que estabas haciendo?
--¿En serio estaba haciendo eso? --Pregunto un tanto incrédulo, vio como Kiku solo sonreía mientras asentía.-- Debo de verme como un completo idiota
--No creo que lo eres --Opino ella mientras volvía a tomar su mano.-- Me gustas Takeru, aunque creo que primero debimos preguntarle al otro --Soltó una pequeña risita.-- Ahora que es formal, ya no tienes porque seguirme siempre
--¿Te diste cuenta de ello?
--Solo un tiempo después de que esos tipo dejaran de molestarme y porque una vez te vi por los espejos de la tienda donde trabajaba --Le miro curiosa.-- Aunque debo decir que fue sorprendente porque no solo los golpeaste, si no, también investigaste de ellos sin que se dieran cuenta ¿Cómo haces eso? Serias muy bueno como un detective
--¿Tú lo crees?
--Claro que lo creo, porque Takeru puede todo si se lo propone y con lo decidido que eres, se que lo harás realidad
Fueron aquellas palabras las que le quedaron para siempre. Un momento donde pensó por primera vez, que no sería nada de malo ser algo como eso. Hasta ese momento, se dio cuenta de lo fácil que era el seguir a personas sin que estas llegaran a darse cuenta de su presencia, como lo fácil que era conseguir su información. Aunque nunca lo hacía para mal, algunas veces para poder darle un pequeño merecido de una forma más tranquila de algunas personas o simplemente para querer mejorar sus habilidades.
Sin embargo, aquello no era tan fácil como en ese tiempo. Soltó un pequeño suspiro mientras su corazón se encontraba un tanto nervioso, no pudo evitar subir su mano a su pecho, estrujando su playera y soltando alguno que otro suspiro para poder controlar aquellos estúpidos impulsos como borrar de su mente, algún error que pueda llegar a ocasionar porque no dejaría que algo así pasara. Incluso, las manos le temblaban un poco pero solo era cuestión de controlar su propio cuerpo, de respirar las veces que sean necesarias para poder estar seguro de lo que estaba a punto de hacer. Muchas veces, llego a sentirse de esa manera en el equipo de básquet de la escuela o en las competiciones en las que su abuelo lo inscribía. Solo era cuestión de cerrar sus ojos un momento, de dejar todos aquellos pensamientos alejados de él y poder enfocarse en lo que realmente era importante en ese momento.
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No volveré a perderte
FanfictionEl primer y único amor de la infancia nunca se olvida. Ellos eran dos niños muy unidos, cuando los ojos esmeraldas de ella y los ojos celestes de él se encontraban, era posible encontrar el gran amor que ellos dos sentían. O eso eran lo que creían...