X X X I I.

46 6 0
                                    

En el momento del disparo, Ryoken solo abrió los ojos sorprendido en el momento que vio a esa mujer caer inconsciente ¿Acaso había disparado él? No, su mano aún seguía temblando a pesar de que realmente había querido hacerlo. Detrás de ella, se encontraba Kengo que había sido el que había disparado, en ese momento que este había llegado, no dudo en hacerlo, fue el mero impulso el recordar que era culpa de aquella mujer que su madre se encontraba de esa manera, en la que él también perdió todo. Era ese coraje que siempre guardo dentro de sí, más sin embargo, al ver que aquel hijo de Kiyoshi iba a ser el que iba a disparar por la nueva herida en la chica, algo dentro de él se removió. Se vio así mismo, en el momento que no pudo hacer más por su madre, se encontraba herido y había logrado sacar a su madre a pesar de las heridas que se presentaban en su cuerpo, a pesar de no sentir su brazo, había hecho todo lo posible. Lo que ese joven estaba haciendo, no era lo correcto, no era justicia lo que estaba buscando su corazón, era venganza. Esa sed de venganza que recorrió las vengas de Kengo pero también, ese sentido que le decía que aquello no estaba bien.

Es por eso que tomo la decisión para disparar primero, fue aquel sonido eco que provoco el silencio en aquel lugar, donde pudo apreciar como ambos jóvenes caían de rodillas y la mirada sorprendida de Ryoken. Su mano no había dudado, su mano se encontraba segura con la pistola entre sus manos. No le había causado el daño necesario para que fuera una muerte inmediata, solo le dejara que sufriera como a todos ha provocado lo mismo.

--Un joven como tú, no debe manchar sus manos de una sangre que no vale la pena --Fue lo que le dijo Kengo al momento de bajar su pistola y acercarse a ambos jóvenes. Estiro su mano para poder tomar la pistola que Ryoken había tomado, este, no dudo en dársela, mientras se aferraba un poco más al pequeño cuerpo de entre sus brazos. Le dio una pequeña palmada en el hombro al mismo tiempo que sonreía.-- No debes llevarte una carga en tus hombros que no te corresponde, esta mujer recibirá su castigo, no la mate, la muerte es lo menos que se le espera a ella

Ryoken soltó todo el aire que había estado guardando dentro de su pecho. Bajo un poco la vista para saber si Yusa se encontraba bien. La encontró tomando con fuerza su ropa, con los ojos, fuertemente cerrados. El hijo de Kiyoshi sonrió para acariciar su cabello con delicadeza, fue en ese momento que ella abrió los ojos y le miro. Pudo notar aquellos esmeraldas que se encontraban bastante cansados pero dichosa de estar con él de esa manera que pudo sentir como su cuerpo se relajaba al mismo tiempo que soltaba un pequeño quejido por el movimiento, ahora que se había relajado, era cuando llegaba de verdad, el dolor de su cuerpo. Alzando su mano, es cuando el de cabellos blancos, recordó que ella había sido su escudo humano al cubrirlo de aquel disparo, su mano se encontraba llena de sangre de su Yusa.

Alzo la mirada y como si Kengo le hubiera entendido, presiono un poco su oído a ese pequeño micrófono para pedir servicios médicos. Con suerte, estaría más pronto de lo esperado. Eso lo tranquilizo.

--Estoy bien, el Link Sense funciono bien --Susurro Yusaku, trato de sonreír pero era más fuerte el dolor que sentía que no dudo en quejarse.-- Estaré bien, no debes preocuparte de esta manera pero gracias por venir, gracias por entender mi mensaje

--Lamento haber tardado un poco más Playmaker --Beso su frente, la tomo con fuerza que no quería ser separado de ella en ese momento.-- Si tan solo no hubiera sido tan ciego, las cosas hubieran cambiado, si me hubiera dado cuenta antes

--De todas formas hubiera pasado pero no desearía que fuera un mal resultado, era la única forma que encontré y no provocaba daño a nadie, menos a ti --Ella resoplo, subió un poco temblorosa su mano para tocar su mejilla y sonreír para poder tranquilizarlo.-- Era de esta manera en la que tenían que terminar las cosas

No volveré a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora