Capitulo Cuatro

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Se sobresaltó totalmente al sentir como su nariz se paseaba por su piel, inhalando. Debía admitir que aquello se sentía tan bien, al igual que sus grandes manos tomando su cintura y cerró los ojos cuando sus delgados labios acariciaron su piel en roces que le hicieron sentir un estremecimiento.

La puerta fue cerrada por Yoongi con agilidad y fue pegado a la pared sin previo aviso. Su cuerpo se pegó al suyo no dejándole escapataroria y tampoco es como si la quisiera, porque el que Yoongi hubiera reaccionado así le sorprendía en demasía, además que lo tocara de esa manera le hacía recordar tanto...

—¿Está Taehyung?— Inquirió sobre su piel robándole el aire.

—No— Respondió en un susurro pero suficiente para que Yoongi escuchara perfectamente. Y una vez dicho eso, Yoongi comenzó a besar su cuello sutilmente, sin prisa y pareciera que con cariño dejando de nuevo esa humedad en su piel impregnada. No sabía cuánto lo había extrañado hasta ahora.

—Diablos Jimin, te he extrañado como no tienes idea— Le escucho decir roncamente haciendo latir su corazón de alegría, sin embargo no respondió aceptando que Yoongi besara su mandíbula y mordiera con suavidad mientras apretaba sus caderas, provocándole miles de sensaciones indescriptibles.

Lamio sus labios dejándose hacer porque mentiría si dijera que no lo quería, claro que había extrañado todo de él.

Bastante como nunca antes.

Estaba en su ensoñación casi apenas sintiendo los labios contrarios tocar los suyos, pero antes de que la boca de Yoongi encontrará la suya, con su poca voluntad ladeo su cabeza evitando contacto ganándose un sonido frustrado del contrario.

—No. E-esto está mal Yoongi— Negó tratando de safarse del agarre, sin embargo no resultó.

—Entiendo, discúlpame...— Su mayor asintió abrazando su cintura y recargando su frente en su hombro. Lo cual permitió. Algo le sucedía a Yoongi pero no sabía que, y eso le preocupaba porque aún le importaba su bienestar.

—¿Estás bien? —Inquirió en medio del silencio— Hueles a alcohol, y eso me hace pensar que has estado estresado, además de que las veces que has venido a ver a Jungkook parecías muy cansado— Yoongi río suavemente cuando dijo aquello.

—Me conoces muy bien— Levantó la cabeza viéndolo apenas por la tenue luz de la luna que que se filtraba por las cortinas de las ventanas. La frente de su mayor se pegó a la suya, y no evitó mirar los delgados labios de su mayor cuando su mano tomó su mandíbula y sintió su pulgar acariciar su labio inferior con cariño— Sé que está muy mal, pero no puedo evitarlo más. He pensado últimamente en ti, y te he deseado como nunca, te extraño— Jimin pensó que estaría soñando porque Yoongi no podía decirle eso... Estaba equivocado. Estaba muy mal que quería pellizcarse para corroborar que esto era un sueño, pero aparentemente no lo era...

—Estás ebrio Yoongi, como puedes decirme eso— Vio como el contrario negaba y le sonreía ladino.

—Es cierto, pero quiero que sepas que estando sobrio tengo los mismos pensamientos. Porque todo lo que te dije es verdad, Jimin. Nunca dejé de amarte y tenemos un hijo que es prueba y testigo de ese amor que siento por ti, no entiendo porque nos separamos de ese modo, aún cuando seguía pensando en ti— Confesó. Jimin pasó saliva con dificultad una vez dejó de hablar, porque eso le dolía y mucho, porque él también seguía sintiendo lo mismo— Te he necesitado tanto - Soltó acercándose a sus labios, y no pudo evitarlo, se dejó, sintiendo su respiración cálida mezclarse de a poco con la suya, en donde cerró sus ojos esperando el toque de sus labios. Y una vez eso sucedió, Yoongi capturó su labio inferior, no hubo detenimientos de por medio y se encargó de probar de sus labios soltando un suspiro de plena satisfacción.

Porque había extrañado tanto la textura de sus labios y sus formas únicas de besarlo. Sutil y perfecta importando poco lo demás, importandole poco Taehyung y el hecho de que Yoongi estuviese casado.

Simplemente se encargó de corresponder el beso fundiendose en esa suavidad y lo exquisito que era besarlo. Sus pequeñas manos se encargaron de abrazarlo y atraerlo a su cuerpo. Disfrutaba tanto de los labios de Yoongi, lo delgados y suaves que eran, su sabor dulce y la humedad albergando sus labios con calidez y cariño.

Una vez la respiración hizo falta se separaron pero aún así rozando sus labios para después volver a fundirse en un beso, esta vez tomando un poco más de profundidad sintiéndose y probandose a la perfección, diciéndose a gritos cuanto se habían extrañado y cuanto necesitan del otro.

Fundiendose en el delicioso sabor de lo prohibido.

Yoongi soltó su agarre para posicionar sus manos en sus mejillas mientras lo besaba, en su estómago aquel cosquilleo se manifestaba, indicándole que le gustaba aquello, su corazón golpeteaba alegremente dentro de su pecho.

Mientras tanto Yoongi se sentía completo, era una sensación magnífica, besar de nuevo esos labios era su perdición, su delito, y pecado.
Algo prohibido que le gustaba tanto, en donde la culpa parecía no existir y donde solo eran ellos dos para revivir aquel amor que pareció haber estado muerto, pero que ahora inlcuso parecía volverse más fuerte y potente.

Sabía que estaba muy mal, pero no había podido resistirse una vez sintió su calor y su piel erizarse al reaccionar a sus caricias, no pudo dar marcha atrás cuando lo besó de nuevo haciendo que esos recuerdos se volvieran realidad, porque definitivamente lo había extrañado y eso lo había corroborado ahora.

Y admitía que era un imbecil en todos los aspectos, pero no importaba, no mientras probaba de Jimin como si estuviera sediento, no podía controlarse porque lo necesitaba tanto, porque era como si fuera un adicto, y Jimin su droga favorita.

Sonrió en medio del beso cuando Jimin acarició sus hebras con cariño y podía jurar que se sentía tan bien en esos momentos.

Una vez se separaron depósito un pequeño beso en sus carnosos labios, para después hacerlo en su frente y fundirlo en un abrazo que fue correspondido. Cerró sus ojos disfrutando del momento, pero sonrió suavemente cuando un fino lloriqueo de bebé resonó en el sepulcral silencio.

—Rayos, Kookie está llorando de nuevo— Soltó Jimin cansino. Lamio sus labios y asintió soltandolo.

—Vamos te acompaño— Respondió y se soltaron para caminar por el pasillo hasta llegar a la habitación de Jimin, quién en cuanto entró se dirigio a la cuna blanca que tenía sábanas color amarillas. Observó como Jimin se agachaba para tomar a su bebé con suma delicadeza en sus brazos para comenzar a arrularlo con suavidad, esa escena lo enternecio bastante y sonrió en grande acercándose a ellos.

Jungkook de a poco comenzaba a dejar de llorar pero sin dejar de quejarse aún por lo que acarició su pequeña cabecita con delicadeza, y depositando un beso en su frente.

—Ya cariño, papá está aquí— soltó con cariño y vio como Jimin sonreía apenas y suspiraba —No me imagino como la has pasado, este pequeño es un berrichundo—

—No pasa nada... Por él podría soportar de todo, es mi vida entera y cuidare siempre de mi pequeño bebé— Le sorprendió lo dicho y no pudo sentirse más orgulloso por la dedicación de Jimin.

Y por esa razon los abrazó como si su vida dependiera de ello sintiendo esa sensación única e indescriptible en el pecho...

Porque sabía que estaba más jodido que nada.

Porque sabía que estaba más jodido que nada

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—YoonieGhost.

Innocent Lovers ©|YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora